Monografia
Enviado por leo2525 • 25 de Marzo de 2015 • 1.719 Palabras (7 Páginas) • 191 Visitas
Adultez temprana o juventud
De acuerdo a Erikson, la crisis de la adultez temprana
corresponde a la 6° crisis: intimidad versus aislamiento. Representa la
búsqueda de compromiso con el otro. Para ello el joven debe estar preparado
para una pérdida temporal de su yo, en la relación íntima. El fracaso en el
logro de las metas de esta etapa lleva al aislamiento y la absorción en sí
mismo. La virtud es el amor y gracias a él se desarrolla la capacidad
para vivir en pareja y tener hijos
El aislamiento es necesario para el desarrollo de la
individualidad, pero puede llevar a la soledad y a la incapacidad para
unirse con el otro.
El estado de adulto joven se alcanza cuando llega a su término la
etapa adolescente y se logra la identidad, la capacidad de vivir
íntimamente con una persona del sexo opuesto y enfrenta a la posibilidad de
formar una familia habiendo alcanzado la maduración física y estando lo
suficientemente bien integrado y maduro en lo emocional, como para asumir
las responsabilidades que eso representa.
Las grandes tareas del período son la elección de pareja estable y de
profesión o trabajo, tareas cuyas consecuencias son determinantes del
período en su totalidad. Sus características personales influyen en la
elección de pareja y profesión o trabajo y en la forma en que se realiza en
ellos. Sin embargo no puede fijarse el momento en que se inicia la etapa de
la adultez de acuerdo a estos criterios, porque alguien pudo haber
comenzado a trabajar y estar viviendo en pareja desde la adolescencia.
(Carmichael, L.1967)
Como criterio de culminación de la juventud, puede considerarse el
momento en que las necesidades de los hijos no constituyen el foco
principal de la atención, generalmente a los 40 o 45 años. Se espera que
en ese momento se haya estabilizado una situación en la sociedad y se
tenga claridad sobre lo hecho y lo que queda por hacer.
Las energías e intereses del joven adulto ya no necesitan estar al
servicio de su crecimiento y desarrollo, sino que ahora debe encontrar su
lugar en el sistema social. A través del trabajo y del matrimonio se
relaciona con personas diferentes a las de su adolescencia, a otras tareas,
debe asumir roles, todo lo cual contribuye a definir su identidad. Está
obligado a descentrarse del sí mismo, para perseguir sus nuevos intereses
y atender a las nuevas demandas que le plantea esta nueva etapa de su ciclo
vital
La adultez joven representa la culminación del vigor físico y mental
de la persona.
3.1 Integración de la personalidad del adulto joven
Hay muchas diferencias en la forma en que el adulto joven logra
integrar los diferentes aspectos de su personalidad y hay grados en la
forma en que cada uno lo logra. Básicamente se trata alcanzar la identidad
del yo y la capacidad de alcanzar una intimidad verdadera. Para ello, debe
haber logrado independencia y límites con sus padres y reconocer que sus
caminos y los de sus padres son divergentes porque sus metas lo son. Puede
verlos en forma más realista sin la rebeldía que le ayudó antes a
constituir su identidad. Los internaliza como padres y como progenitores.
Aunque nadie supera completamente las necesidades y la dependencia de la
infancia y ya no los necesita como apoyo y dirección, siempre se dejan
pendientes problemas no solucionados, se siguen usando defensas ya
innecesarias y se transfieren características de los padres a otros
significativos.
Como resultado de la reorganización que efectuó durante la
adolescencia, los componentes del super yo derivados de la internalización
de los padres y de sus directrices han perdido importancia. Sigue
directivas morales, pero ya no por temor a defraudar a sus padres, sino que
se guía por normas sociales y culturales y modelos ideológicos a los que se
subordinan los dictados parentales. El superyó permite las descargas
sexuales lo que posibilita la disminución del carácter imperativo de los
impulsos del ello.
El yo asume mayor control, considerando resultados finales más que
satisfacciones inmediatas. Cuenta ya con alguna experiencia que puede
orientar la toma de decisiones: ya sabe sobre sí mismo y sobre el mundo lo
suficiente como para decidir si la realización de un deseo es una
posibilidad que puede intentar o si debe renunciar
Otra capacidad del yo al servicio de la adaptación es la posibilidad
de tolerar tensiones y ansiedades y para persistir en un propósito a pesar
de las dificultades: capacidad de constancia en la acción. . Las
frustraciones se toleran como parte de la vida, sin movilizar demasiada
hostilidad o agresividad.
Los objetivos deben orientar su acción. Habiendo resuelto los
problemas de dependencia y tendencias simbióticas, su yo es
suficientemente seguro en su límites como para no temer perder su identidad
al fundirse en la intimidad, no teme ser aniquilado o absorbido por la
persona que ama. Tiene segura su identidad sexual al punto que no necesita
demostrarse a sí mismo o a los otros su cualidad masculina o femenina con
actividad de seducción o sexual compulsiva
El joven adulto puede demorarse en la etapa de formación o puede
demorarse en la salida del hogar parental, pero debe enfrentar el trabajo y
la elección de pareja estable. Comienza a experimentar insatisfacción en el
hogar paterno, pero puede que no cuente con los medios para independizarse,
lo que también lo lleva a mantener relaciones de pareja poco estables y que
no se proyectan a futuro. (Haley, J. 1985)
Estas dos elecciones están muy determinadas por el proceso de
desarrollo vital y las oportunidades y también por motivaciones
inconscientes
3.2 Iniciación en la vida del trabajo
La incorporación a la vida adulta incluye también la incorporación a
la vida laboral. La importancia de la competencia en la infancia y de la
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