Mundo Feliz
Enviado por dalgleon • 8 de Enero de 2014 • 338 Palabras (2 Páginas) • 244 Visitas
6. REFLEXIÓN:
Con la lectura de este texto es posible darse cuenta que más que una historia ficticia
es una forma creativa que el autor usa para describir el mundo actual.
Un mundo feliz es un negativo de la realidad del ser humano, pues en esta civilización
se perciben casi los mismos componentes de la sociedad de la época de Huxley. La
religión existía bajo la forma del Fordismo. Los tabúes frente a la familia, a la
paternidad, a los sentimientos de tristeza hacen parte de la moral de la época. El
Estado está organizado de forma burocrática. Existe el socialismo y comunismo en
cuanto a la homogenización y la importancia de la comunidad sobre el individuo. El
capitalismo se deja ver como la explotación de las castas bajas y la predeterminación
de los seres humanos para el consumismo.
En la actualidad también estamos viviendo en “Un mundo feliz” ya que los seres
humanos estamos alienados, dominados por el consumismo y la industria del
entretenimiento. Se nos ha dicho cómo debemos hablar, cómo debemos vestirnos qué
artículos son necesarios para nuestra vida; todo esto para beneficiar a la industria y al
comercio. La religión autentica está a punto de extinguirse, ahora existe como un
sucedáneo, se ha convertido en un espectáculo diseñado para personas deseosas de 7
emociones fuertes. El ser humano actual niega la individualidad, está en búsqueda
constante de compañía, al individuo solitario se le tacha de aburrido o desadaptado.
Sólo el hombre podrá alcanzar la realización cuando es libre verdaderamente, pero la
libertad no se puede alcanzar en medio del desconocimiento total de sí mismo. Es
necesario que como individuos empecemos a interesarnos menos por arreglar el
mundo y más por entender nuestra propia vida, nuestros comportamientos, para así
llegar a ser personas libres, solventes, llenas de vida, realizadas; para así no dejarnos
manipular y enajenar por una sociedad consumista y explotadora. Atrevernos a tener
identidad propia, a ser distintos y distantes; a ser cada día más nosotros mismos.
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