No Oyes Ladrar a los Perros

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ÍNDICE

1. Vocabulario

1. Personajes

1. Ambientes

1. Tiempo

1. Tipo de Narrador

1. Estructura

1. Argumento

1. Comentario Personal

1. Cuento para leer

VOCABULARIO

1. Paredón: pared muy grande o gruesa, pared que queda en pie en un edificio en ruinas.

1. Derrengaré: del verbo derrengar; descaderar, lastimar o torcer el espinazo.

1. Trajinando: del verbo trajinar;  llevar mercancías de un lugar a otro con cualquier ocupación.

1. Pretil: antepecho a los lados de un puente y otros sitios semejantes para impedir que se caigan los transeúntes.

1. Descoyuntado: del verbo descoyuntar; desencajar los huesos de su lugar.

1. Corvas: parte de la pierna detrás de la rodilla, por dónde aquélla se dobla y se encorva.

PERSONAJES

Personajes principales:

• Padre de Ignacio: El autor no da a conocer su nombre.

Es una persona mayor de edad, viudo y también pobre pero honrado. Es buen padre porque aunque él no acepta a Ignacio como su hijo por ser un ladrón, lleva a Ignacio al pueblo de Tonaya para que lo curen ya que se encuentra herido. Es pobre, y un humilde campesino.

• Ignacio: es el hijo que lleva cargando su padre en su espalda y juntos buscan el pueblo de Tonaya ya que Ignacio se encuentra herido por ser un maleante, y ahí se encuentra un hospital para que Ignacio se cure, pero este al recuperarse recobrará los malos pasos según su padre. Es un mal hijo, herido, cansado, sediento y pobre.

Personajes secundarios:

• Madre difunta de Ignacio

AMBIENTES

La historia se lleva a cabo en el camino de subida a un cerro con piedras que conduce a Tonaya.

TIEMPO

La historia se lleva a cabo en épocas remotas cuando la ciudad era pueblo, cuando todos eran campesinos, en la época de la revolución.

Aunque también se podría aplicar hoy en día en los pueblos de campesinos.

NARRADOR

El tipo de narrador es Estructural, ya que en el cuento los personajes nunca comienzan a relatar.

ESTRUCTURA

La estructura del cuento es lineal. [pic 3]

ARGUMENTO

Trata sobre un joven llamado Ignacio que fue gravemente herido por su vida de maleante y su padre quien lo lleva cargando para que lo curen en el pueblo de Tonaya, el cual relataban personas estaba detrás del cerro; pero después de varias largas horas de caminata  Ignacio y su padre ya han pasado el cerro y no observan ninguna señal, así el padre al no poder observar bien a causa de que lleva al hijo en su espalda se ve en la necesidad de pedirle ayuda a Ignacio en varias ocasiones. Pero este siempre tenía la misma contestación “No se ve ni se oye nada padre”.

Más tarde Ignacio le dice a su padre que lo deje ahí en el camino, porque ya no puede y que el siga solo hacia el pueblo; pero el padre se niega y  le reprocha a Ignacio todos sus malos actos en su vida de delincuente, ente estos el de matar a su padrino Tranquilino, así como también le recuerda: “Todo esto, no lo hago por usted. Lo hago por su difunta madre, por eso llegaré a Tonaya, para que lo curen y se vaya lejos, porque para mí usted ya no es mi hijo. He maldecido la sangre que usted tiene de mí”.

Así después de otro rato de caminata el padre vio brillar las luces del pueblo bajo la luz de la luna y al llegar al primer terjaván se recostó en la banqueta y destrabó los dedos de su hijo sobre su cuello y al lograrlo pudo oír como de todas partes ladraban los perros de Tonaya.  

COMENTARIO PERSONAL

Me gustó este cuento pues muestra el amor de un padre hacia su hijo; porque aunque sabe que su hijo es un criminal lo ayuda llevándolo cargando en hombros en  lo más oscuro de la noche hasta el pueblo de Tonaya donde se encuentra el doctor más cercano que le puede curar sus heridas causadas en su última fechoría.

El padre durante el largo camino lo regaña y reprocha por su actitud pero hace todo el esfuerzo para llegar al pueblo  porque la vida de su hijo está en sus manos, lo que más me gustó es que el final es abierto porque  no se sabe si Ignacio murió o se desmayó porque el hecho de que le costara al padre destrabar los dedos con que su hijo había venido sosteniéndose de su cuello no indica que Ignacio fuera cadáver a la llegada a Tonaya, pero Rulfo tampoco nos dice si Ignacio sigue vivo.

CUENTO

• Introducción

• Nudo

• Desenlace

NO OYES LADRAR A LOS PERROS

• —Tú que vas allá arriba, Ignacio, dime si no oyes alguna señal de algo o si ves alguna luz en alguna parte.

—No se ve nada.

—Ya debemos estar cerca.

—Sí, pero no se oye nada.

—Mira bien.

—No se ve nada.

—Pobre de ti, Ignacio.

La sombra larga y negra de los hombres siguió moviéndose de arriba abajo, trepándose a las piedras, disminuyendo y creciendo según avanzaba por la orilla del arroyo. Era una sola sombra, tambaleante.

La luna venía saliendo de la tierra, como una llamarada redonda.

—Ya debemos estar llegando a ese pueblo, Ignacio. Tú que llevas las orejas de fuera, fíjate a ver si no oyes ladrar los perros. Acuérdate que nos dijeron que Tonaya estaba detrasito del monte. Y desde qué horas que hemos dejado el monte. Acuérdate, Ignacio.

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