Orgullo y Prejuicio - Crítica

CRÍTICA

Orgullo y prejuicio es una novela del género comedia romántica escrita por la autora inglesa Jane Austen.

Esta obra se centra en los Bennet, una familia de clase media, formada por los señores Bennet y sus cinco hijas Jane, Elizabeth, Mary, Kitty y Lydia. Esta obra nos enseña algo muy importante de aquella época y es que las mujeres en ese entonces no tenían derecho de heredar los bienes de su padre, es por eso por lo que la madre de las cinco jóvenes busca casarlas con pretendientes ricos.

El título nos da entender que se centra la historia principalmente en 2 personas, pero conforme uno va leyendo, es difícil saber quien es el protagonista ya que la descripción y forma de pensar de cada personaje están bien definidos lo que permite que cada uno aporte algo a la historia.

Elizabeth Bennet, es una joven que no solamente destaca en su familia, sino también en la sociedad por su carácter y forma de pensar; si comparamos la forma de pensar de la sociedad en ese entonces con la sociedad actual, es sorprende la forma en la que una escritora del siglo XIX logra narrar con el pensamiento de la sociedad del siglo XIX, lo que hace pensar que Jane Austen podría estar adelantada a su época.

Elizabeth es una mujer que rechaza el matrimonio por conveniencia y solo llegará a hacerlo si se enamora.

Orgullo y perjuicio es una novela muy importante aun en la actualidad, pues a pesar de que tiene tiempo que se escribió sigue teniendo un gran impacto en la sociedad actual y la forma de pensar.

Me identifico mucho con el personaje de Elizabeth, pues al igual que ella me considero una mujer que sabe lo que quiere y no se deja intimidar por los demás.

Esta novela no solo toca temas como el orgullo y prejuicio, sino también la amistad, la ambición y nuestros deseos más allá de lo que nuestra familia o la sociedad quiere y piense acerca de nosotros.

Considero que esta es una novela que todo el mundo debe de leer, nos deja una gran enseñanza que es nunca juzgar a los demás por su apariencia y sobre todo que el orgullo muchas veces no es bueno, nos puede cegar e impide que nos demos cuenta como es realmente una persona.

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