Padre Rico Padre Pobre

A través de los tiempos las cosas sufre constantes cambios que pueden ser: definitivos, temporales, permanentes, pasajeros o simplemente imperceptibles.

Por ejemplo sesenta años atrás los libros eran la herramienta más utilizada como fuente de información, distracción y aprendizaje para gran parte de las personas; hoy simplemente quienes les tienen amor son a la vez los que los usan constantemente, el resto solo en ocasiones. De la misma manera el dinero aunque ha jugado un papel protagónico en la vida de las personas también ha sufrido cambios de acuerdo a la época que el mundo este viviendo.

Sin embargo, esto no significa que todos se adapten a dichos cambios y que traten de sacar provecho de la situación, debido a la mentalidad conservadora que esta presente en el entorno en el cual se desarrolla cada persona, desde la familia hasta el lugar donde prefiere comprar sus bienes.

En casa es frecuente escuchar que el estudio es la opción más viable para conseguir empleo y “ser alguien en la vida”, pero no es tan común escuchar que se debe estudiar para ser rico. La diferencia parece ser estrecha, ¿Por qué?... Porque se sigue creyendo que riqueza es acumulación de dinero; no obstante esta diferencia es mayor y radica en la clase y el objetivo del estudio.

En la primera, el estudio es el aprendizaje que ofrece una institución con el fin de obtener un titulo y con él un empleo, mientras que en la segunda forma, el estudio se refiere al estudio que brinda la vida, las situaciones y de alguna manera los maestros en el aspecto mas relevante en la vida del ser humano: el económico.

Dos palabras claves que pueden minimizar la tan nombrada diferencia que ha marcado la vida de las dos clases de personas: mentalmente conservadoras y ricas, son manejo financiero. Esto es lo que ha hecho de los ricos personas que convierten el dinero en un amigo y no en un verdugo. Dentro de dicho concepto se encuentran unas claves para que este tenga éxito, algunas de ellas son: la inversión, con la cual se aumentan los ingresos y se disminuye la preocupación por los gastos; las sociedades, generadoras del apoyo necesario para el crecimiento financiero; entre otras.

Paralelamente podemos encontrar el concepto de conformismo como la ley de los pobres, donde se encuentran una serie de aspectos que evitan una cercanía y por el contrario aumentan la distancia con el concepto anterior. Principalmente y en contraposición a la inversión encontramos el exceso de gastos ligado al de las deudas, que surgen de la ambición y el afán por conseguir la riqueza; los sueldos, sinónimos de esclavitud y disposición para el gasto; las necesidades, que suelen confundirse con deseos; los bancos, que aparentemente brindan apoyo pero realmente atrasan el desarrollo económico de la persona.

Pero el crecimiento económico y el proceso de transformación de una etapa a otra no solo es una cuestión personal,

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