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Papelucho Casi Huefano Resumen


Enviado por   •  11 de Julio de 2013  •  2.677 Palabras (11 Páginas)  •  1.538 Visitas

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PAPELUCHO CASI HUERFANO MARCELA PAZ

Un señor que llegó a verme, me dijo que él había encontrado mi diario en la basura y que ahora era un libro famoso. Me preguntó si seguía escribiendo, le contesté que no. Me trajo un lindo cuaderno con tapas de jabalí para que siga escribiendo mi diario. Le dije que no lo haría más porque me dio pena que hubiera sacrificado a un jabalí.

El caballero me ofreció diez Lucas para que siguiera escribiendo y yo le acepté porque me acordé de un pollo asado, de una máquina fotográfica y de un rifle que me quería comprar. Después de conversar mucho con el caballero, supe que existe gente muy original y que yo también lo soy.

Mi papá está un poco pobre así es que no me importa lo que yo quiera, le daré las diez lucas y se arrepentirán de ser injustos con su hijo.

Mi mamá comentaba el otro día que estamos en la miseria, a mí me da mucha pena. Lo bueno de ser pobre es que: Uno no va al colegio el último trimestre, no importa si a la casa se le caen pedazos y no hay necesidad de andar pituco.

Decidí colocar un taller para componer de todo y así ganar un poco de plata pero, no me imaginé que esto no resultaría , porque vino un inspector para ver si tenía permiso, en fin, mi mamá se puso mal porque le tuve que dar la mermelada a este señor para que no me llevara preso.

Octubre 4

Sonó el teléfono anoche tarde, era para avisar que se había muerto el tío Tristán. Mi papá y mamá salieron de inmediato El tío era millonario pero, demente, parece que ahora seremos requeté-millonarios, justo ahora que nos moríamos de pobres.

Javier y yo casi ni dormimos haciendo listas de las cosas que vamos a comprar. Estamos de luto por el tío Tristán, lo malo es que a mi papá todavía no le dan la plata y no podemos comprar.

A mi papá le vinieron a ofrecer un buen auto pero, mi mamá insiste con viajar, total era tío de ella .Con Javier y yo nos peleamos y la mamá nos castigó otra semana sin plata , aunque ni siquiera la tiene todavía. Javier está enfermo, en mi casa andan con secretos y muy cariñosos conmigo, la Domi no me quiere decir que pasa. Algo muy raro está pasando, creo que tengo una enfermedad terrible y nadie me quiere decir.

El gringo de enfrente andaba mascando su chicle y yo se lo pedí prestado pero , me cobró porque dijo que era de North- América, aunque estaba usado, igual dijo que era legítimo. Se lo quité y le pegué, vino su mamá a reclamar en inglés porque le saqué mucha sangre de narices.

Javier se cree santo porque lleva harto tiempo en cama y hasta me regaló su mecano que le compraron.

Tengo rabia y pena por eso no escribía mi diario por algún tiempo, mi papá y mi mamá se fueron a Estados Unidos y llevaron a Javier con ellos y sus calambres, a mí me dejaron con la tía Rosarito en el campo. Ahora soy casi huérfano. Me regalaron una mugre de bicicleta usada para consolarme.

Me gusta un poco estar en el campo porque no hay que ordenar y todos los que viven aquí se anuncian cuando vienen. Don Bernabé, el administrador, tiene espuelas de plata. La tía Rosarito tiene un llavero amarrado a ala cintura, la Zoila es coja, la Martina hace tencas cuando respira y el José silba todo el tiempo. Dicen que en esta casa penan pero, a mí no me da susto.

Estaba yo un día sentado en una piedra pensando como sería Estados Unidos y llegó el tonto del fundo, el Luchito, que se ríe todo el tiempo y me dijo que me iba a contar un secreto, yo no le di importancia pero, después me dio curiosidad y lo seguí ala bodega. Debajo de un montón de fierros había un montón de ratoncitos, dijo que eran un tesoro de los dos.

Un día que fuimos a verlos no estaban, nos pusimos a buscarlos y en lugar de ellos encontramos una caja negra, este era el secreto, era muy pesada, le hicimos palanca y se abrió.

Estaba casi llena de puras monedas, era el tesoro del que pena por las noches en la casa. Yo transpiraba de puros nervios, se me paraban los pelos de miedo, porque pensaba que el fantasma se podía enfurecer. Saqué una moneda, me fui al almacén a comprar un chicle y me preguntaron de donde la había sacado. –La encontré les dije y el Luchito que apareció de repente se puso a temblar y arrancó de puro susto. Cuando volví la caja ya no estaba, entonces el fantasma tampoco.

Ahora por fin tengo un amigo de verdad y tiene tres patas, es Napoleón un perro un poco huérfano como yo. Es muy rehabiloso y buena gente, me despierta por las mañanas. Prometí no comprar más dulces si le salía la otra pata. Jugamos a los duendes, no le gustan tampoco las papas con arroz.

Soy presidente de la Sociedad Conyugal de Perros Buenos así es que ahora tengo miles de amigos, todos me quieren por eso me eligieron presidente. Napoleón y yo hicimos una cooperativa para perros.

Como me siento casi huérfano, me ha dado por hacer bromas. Leí un aviso en el diario que alguien perdió su cartera y escribí para decir que yo la había encontrado. Me retaron porque vino el dueño a buscarla.

La tía Rosarito quiere mandarme al colegio pero y, ya no se puede porque va a terminar el año así es que, llamó a la señorita Mafalda para que me haga clases particulares, ella es rebuena persona , me agrada y la pobre está a hace veinte años esperando un novio, me da pena. Yo le presenté al Chamudez para que se casara con ella pero tiene novia.

Solamente faltan 23 días para la Navidad y pienso en todo el tiempo que mis papás están en Estados Unidos y cuántos regalos me traerá.

Fuimos a misa con la tía Rosarito y me dio plata para comprar chocolates pero, no me alcanzó así es que, compré dos chicles, uno para cada uno, se nos pegaban en los dientes y a la tía se le cayó la placa y a mí se me salió una tapadura. Entramos al correo y había dos cartas de mi mamá, me da mucha pena, prefiero que no me escriba. Hoy día dormí toda la tarde y la tía creía que estaba enfermo, me hizo poner el termómetro, creen que cuando uno se porta bien está enfermo.

Quería juntar un poco de plata para mí y el resto se lo quería dar a los trabajadores del fundo que no tienen casa ni baño ni teléfono etc. Compré mil ambrosoli a la cuenta del fundo y acá con mis amigos les sacamos los papeles y comimos los caramelos, me dan 25 Lucas por ellos y así pago las cuentas. La tía me encontró los papelitos, los botó y además me castigó enviándome a la cama. Quiero que me roben los gitanos, estoy requete aburrido, con ellos tal vez me entienda, son tan malos como yo.

Hoy me levanté tempranito y fui a ver a los gitanos que están en un campamento al lado del fundo. Entré a una carpa, una gitana me sacó la

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