¿Para qué hacer participar a los padres?

En la presente obra la autora da a conocer la investigación que realizó, la cual se concentra en el estudio de los roles que asumen los padres y los maestros en la educación de los niños. Dicho estudio lo relata a través de 3 partes, por las cuales se encuentra dividido el libro y en cada apartado se aborda una interrogante, tal como hago mención a continuación:

¿Para qué hacer participar a los padres?

En dicho libro la autora hace una interrogante de suma importancia y a su vez da respuesta a la misma explicando que es importante que los padres se involucren con la escuela y estén comprometidos activamente con la educación de sus hijos, debido a que al ingresar los niños a la escuela la responsabilidad de velar por el bienestar de sus hijos no es únicamente responsabilidad de los maestros; debido a que los niños son parte de una comunidad socializadora conformada por cada una de las familias, pero que fusionadas e interesadas en la educación de sus niños forman un solo equipo y si son participes de ella aprenderán más al estar cerca de sus hijos. Por otro lado nos menciona que no es un trabajo fácil tener contacto con los padres, ya que se requiere de una buena relación entre la escuela y el hogar en donde la comunicación que se establezca sea la más óptima.

¿Qué sucede en la práctica?

Es primordial indicar que en la realidad la teoría resulta ser una utopía en muchas de las ocasiones sobre todo en cuestión de la interacción entre la familia-escuela; ya que no existe una formula única para hacer que los padres participen, pues quizás el método que para una escuela puede funcionar para muchas otras no es el adecuado a causa de que las experiencias que se viven día a día no son las mismas, y muchas veces intervienen diversos factores para que esta situación se presente como es que no se cuente con el personal especializado incluso que sea porque no se ha logrado establecer las relaciones que propicien el interés y la motivación para realizar el trabajo en conjunto.

De igual manera nos menciona como el docente ha adquirido un doble papel en la escuela, el de enseñar y cuidar haciendo difícil establecer los límites de donde inicia y donde termina su intervención como maestro y donde comienza la de los padres de familia, convirtiéndose esto en un obstáculo para hacer efectiva la colaboración.

Conversar juntos

Los maestros reconocen que los padres tienen talento y que los niños son la razón principal para que tanto maestro como padres se reúnan y conversen demostrando el interés común de beneficiar a los pequeños haciendo por lo tanto una relación especial. Pues tal como nos relata la autora, si las relaciones entre el hogar y la escuela se desarrollan positivamente, la naturaleza de la comunicación y la seguridad que los maestros van a transmitir información para resolver conflictos, resultan indispensables.

Aunque

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