Pasión Por Emprender

PASIÓN POR EMPRENDER: la Palabra Mágica del Éxito

Este primer capítulo de pasión por emprender, me parece un estupendo documento y su enseñanza magistral. Puedo decir que gracias a este puedo ver con claridad todos esos errores en los que he caído, caen los estudiantes y las personas, y me incluyo de primero pues ahora veo y entiendo las palabras que en ese entonces un profesor tuvo el trabajo de expresarme y que en su momento me indignaron pero que ahora agradezco, mas adelante explicaré esa anécdota que hace parte de mi vida y que con el escrito leído dejan claro la importancia de nuestras actitudes en la realización de nuestro proyecto de vida.

En el caso de nosotros los estudiantes vemos nuestra preparación educativa (primaria, bachillerato y universidad) como una obligación y un requisito para ser aceptados en la sociedad y no como lo recomienda el señor Albert Einstein “Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber” y en ese sentido despreciamos el hecho de poder aprender y desarrollar los hábitos técnicos, las meta-habilidades y los talentos innatos; llegamos a la universidad y nuestro objetivo, para unos, es alcanzar la máxima calificación y graduarse, para otros es simplemente graduarse al precio que sea y en mi caso a solo las materias que nos interesan o llaman la atención nos dedicamos enteramente y a las materias que llamamos relleno y aburridas, ni las determinamos, eso está mal y ahora lo veo claramente, nuestra vida universitaria es la oportunidad más grande que tenemos para convertirnos en grandes emprendedores, entonces no debemos ser flojos y depender de otros para realizar nuestros trabajos sino que debemos participar activamente y plasmar nuestro punto de vista, debemos entender que no es ganar todos los puntos posibles, sino estudiar con dedicación y esmero, y que eso nos permitirá tener buen puntaje; de que no es dedicarnos solamente en lo que nos agrada, es ser constantes en cada una de nuestras materias y dar lo mejor de nosotros, que debemos admitir los errores y las falencias que tengamos, tener voluntad permanente de aprender y escuchar a los que saben y puedan instruirnos; y en ese orden puedo ver que es lo mismo que el autor nombra como los once elementos de un gran emprendedor, es decir, para alcanzar a ser grandes emprendedores en la vida debemos serlo en el estudio.

Ahora voy a contar mi anécdota, cuando yo cursaba 11º de bachillerato, era el estudiante encargado de dirigir todos los proyectos de grado que debíamos hacer los estudiantes para poder graduarnos (servicio social), para ese entonces era mas entusiasta, positivo y me le media a todo sin importar lo difícil que fuese la tarea. Tiempo después me nombraron representante de los estudiantes al concejo directivo, pues claro alegre y optimista pensé que podría ayudar a resolver los problemas y las falencias

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