Pepita Jimenez Resumen.
Enviado por mirandapaez • 24 de Febrero de 2017 • Ensayo • 766 Palabras (4 Páginas) • 1.977 Visitas
Pepita Jimenez
Este libro se divide en tres partes (capítulos). En el primero están las cartas del sobrino, en el segundo están los paralipómenos y en el tercero el epilogo, “cartas de mi hermano”. Y esta historia es narrada por el tío de Luis.
La historia comienza con cartas que Luis de Vargas le manda a su tío. Luis es el protagonista de esta historia. Él envía las cartas desde el seminario donde estudia para algún día, poder convertirse en sacerdote. Su padre siempre le hablaba de una hermosa muchacha llamada Pepita Jiménez, que era muy devota y entregada a su fe cristiana, solo que ella, a su corta edad se había casado ya, con un hombre mucho mayor de nombre Gumersindo, el señor tenía 70 años de edad.
A Pepita no le interesaba en lo más mínimo la edad, lo que a ella realmente le importaba era el amor que sentían mutuamente, para ella, la verdadera riqueza era el amor que su esposo le ofrecía día con día. Pero la felicidad que Pepita sentía al lado de su marido duró muy poco, pues tiempo después de su casamiento, don Gumersindo falleció. Pepita, como era de esperarse, al fallecer su esposo, cae en una profunda tristeza y vergüenza.
Al saber tanto de Pepita, Luis empezó a tener curiosidad por aquella mujer. Pero siempre, por una cosa u otra, no tenía tiempo para conocerla. Hasta que un día, el padre de Luis lo acompañó a visitarla. Al verla, Luis se quedó sin palabras, quedó maravillado con aquella mujer perfecta y hermosa como ninguna. Al poco tiempo de conocerla, formaron una relación cercana. Luis sentía al estar con Pepita un sentimiento increíble, pero al mismo tiempo pensaba que sus sentimientos no eran adecuados ni correctos, ya que pronto se convertiría en un sacerdote.
Los últimos días de vacaciones, a Luis lo mataba la confusión por la gran decisión que debía tomar. Pues amaba a Pepita, pero tenía un “compromiso” con Dios. El día en que pudo tomar la decisión, Luis fue a visitar a Pepita para poder despedirse, pero Pepita no quería que él se fuera pues ella lo amaba con la misma intensidad que el a ella. Y Pepita le rogaba que se quedara con ella y dejara el sacerdocio, pero Luis replicabaa que era algo absurdo, cuando le decía eso a Pepita y la veía a los ojos, él sufría cada vez más y su corazón se rompía en mil pedazos. La pobre muchacha siguió insistiendo, hasta que ella rompió en llanto y su cara se llenó de tristeza. Con enorme dolor, Luis le dio un beso y se fue sin mirar atrás.
Dos días antes de que Luis regresara al semanario, Pepita fue a confesarle todo al Vicario. Y él le dijo que debía olvidarse de aquel amor y dejar que Luis se convirtiera en un admirable sacerdote.
Pepita calló en una indescriptible tristeza, hasta que un día, su criada, doña Antoñona, cansada de ver a la pobre muchacha sufriendo de esa manera, decidió ir a buscar al joven, todos los días fue a buscarlo a su casa hasta que él aceptó ir a visitarla, eligieron arreglar la cita para el día de san juan, ya que habría una gran fiesta y nadie notaría si Luis visitaba o no a su amada.
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