Pequeño Reporte De "Pensar Y Habitar" De Alfonso Ramírez Ponce

El hombre, en su necesidad de habitar el mundo, comienza a modificarlo para hacerse más fácil dicha acción, se puede inferir que tal y como está creado le resulta insuficiente. En su proceso de reinvención busca crear una segunda piel que le cobije y brinde comodidad, seguridad y deleite. Para ello realiza ‘Arquitectura’, la cual está condicionada a responder a dichos fines y los demás aspectos involucrados con la obra y su entorno.

Así pues el arquitecto es el encargado de dotar al espacio de las características de habitabilidad y a las demás que se aspire, además de resolver las problemáticas que se presentan y trascender de ellos, logrando armonía entre los elementos, equitativa proporción del espacio y volúmenes, así como inspirar emoción y lograr belleza.

“La Arquitectura es la ciencia y el arte de pensar, proyectar y construir; a la actividad como el “hacer arquitectura” y al producto de dicho hacer como el objeto o la obra arquitectónica.

Potencialmente todos los espacios que nos rodean son habitables aunque con distintos niveles de habitabilidad en función de la frecuencia y la duración de nuestro contacto con ellos”; así como de sus características y la utilidad o función que sean capaces de brindar o albergar. Sus cualidades generadoras de confort determinan niveles de habitabilidad.

“El uso se convierte, en muchas ocasiones, por fuerza de la costumbre, en un acto mecánico, casi irracional, el habitar en cambio implica una relación comprometida, conciente y activa. Una relación que viaja en dos direcciones. Habitamos y somos habitados.”

Una casa comienza a serlo, a tener sentido a vivir y a servir cuando es habitada. Cuando el hombre la hace parte de su vida, costumbres, deseos, penas, angustias, sueños y demás; cuando esta es una pieza útil a sus necesidades y movimientos. Su mutua integración es uno de los objetivos de elaborarla y el que sea eficiente es sus fines es vital.

La casa es una obra muy íntima pues toca cada faceta de nuestra vida al habitarla, nos acompaña, pertenece y refleja. “Los espacios son parte de nosotros y nosotros de ellos, son nuestra cara hecha piedra, nuestra voz apresada en sus paredes.” Pero así como nosotros vivimos cada área, impregnándole parte de nuestro ser, debemos darles la opción de vivirnos y habitarnos.

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