Pilares Financieros

Para poder realizar un cambio en los hábitos financieros, control del consumo, planeación de ingresos o llevar a cabo cualquier cambio enfocado al beneficio de nuestras finanzas personales, se necesita romper con los mitos y convertirlos en realidades, lo cual únicamente se puede lograr si tenemos la información y educación financiera suficiente.

Los mitos financieros no son aplicables para todos, sin embargo sí lo son para una buena parte de la sociedad, estando entre estos, pensar que:

1.- Tener un negocio propio, o gozar de un sueldo alto asegura que no se tendrán problemas financieros.

2.- El nivel de endeudamiento depende del nivel socioeconómico, cuando en realidad este depende de la educación y correcta administración.

3.- La responsabilidad financiera del hogar es sólo del hombre, convirtiéndose en la actualidad este mito, más bien una mala costumbre.

4.- Ver el dinero sólo como un medio de compra y obtenerlo con la finalidad de consumir, cuando también se puede con él, comprar más dinero o incrementar su valor.

5.- Creer que si se deja el dinero en el banco, este va a desaparecer.

6.- Sólo se puede invertir con grandes cantidades de dinero, cuando sí se puede empezar con una pequeña cantidad de dinero la cual generará el hábito de la inversión.

7.- Mi dinero estancado, pero seguro, únicamente provocando que día a día pierda su valor.

8.- La solución a mis problemas de efectivo son las tarjetas de crédito, sin tener en cuenta que en realidad el financiamiento es una obligación que se debe tomar con responsabilidad.

9.- Pensar que se debe trabajar para el dinero es un error, en realidad se debe de tener la mentalidad de que el dinero trabaje para nosotros y nos produzca más.

10.- No me alcanza porque gano muy poco, cuando la solución a este problema radica en el recorte de gastos, la buena planeación y administración de nuestro presupuesto.

Así como se debe romper con los mitos, de la misma manera se deben quitar de nuestra mente aquellos pensamientos nocivos que no nos dejan avanzar, en los cuales se agrupan hábitos y costumbres en la administración de los recursos financieros.

Dichos pensamientos abarcan actitudes tales como:

1.-Ajustarse a cualquier circunstancia, carecer de motivación, y no buscar mejorar las finanzas personales.

2.-Ser arrastrados por una emoción caracterizada por un sentimiento desagradable, orillándonos a tener el dinero congelado y no generar más riqueza.

3.- Derrochar el dinero, teniendo un gasto excesivo sin aparentar preocupaciones económicas.

4.-Mostrar indiferencia ante los productos y decisiones financieras, muchas veces provocando que esto lleve a situaciones financieras incómodas.

Una vez enfrentadas las barreras y los mitos y entendidos aquellos pensamientos que no nos dejan avanzar, el siguiente paso es preguntarnos ¿qué buscamos alcanzar?, ¿Cuál es nuestra meta u objetivo?

Una meta financiera es un propósito, son uno o varios objetivos que se fijan en un tiempo determinado, aplicando recursos de manera específica, para la cual se debe tener una idea específica, una motivación y una serie de recursos o capacidades que permitirán el desarrollo de la meta.

Se debe de tener en cuenta que una meta debe ser específica, teniendo énfasis en lo que se quiere lograr; así mismo debe ser medible para poder notar el cambio que ocurre. Lo ideal es que también

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