Plan De Emergencia
Enviado por fernandabelentor • 29 de Septiembre de 2013 • 1.843 Palabras (8 Páginas) • 378 Visitas
Ensayo de Psicología a la Emergencia
Tema: Mina San José
Nombre: Adelaida Ortiz Roa
Carrera: Ingeniería Prevención de Riesgos
Docente: Mauricio Alfaro
INTRODUCCION
El presente informe nos da a conocer el lamentable suceso que han afrontado los mineros en Chile, en donde quienes han seguido este hecho, preocupados por su vida, su situación lo que ha dado paso a muchas notas escritas al respecto, reportando su situación, logros, el saber que están vivos, esperando su rescate, gracias a su unión, decisiones, integración de equipo y liderazgo que le han ayudado a manejar la situación en sus momentos difíciles, trascendentales.
Así se recuerda cuando se comunicó a lo externo desde el interior de la tierra: "Estamos bien, en el refugio, los 33". Estas palabras escritas en un pequeño trozo de papel desataron la euforia en Chile y devolvieron la esperanza a los familiares de los 33 mineros atrapados desde hacía 17 días en la mina de cobre San José, en pleno corazón del desierto de Atacama. A través de las imágenes que han enviado al equipo de rescate en el exterior, los mineros, atrapados a 700 metros de profundidad en un pequeño refugio de emergencia, han demostrado contar con unas habilidades de organización y liderazgo excepcionales que les han asegurado la supervivencia y serán cruciales para coordinar su propio rescate.
INFORME
El derrumbe de la Mina San José ocurrió el jueves 5 de agosto de 2010 dejando atrapados a 33 mineros a unos 720 mts. profundidad durante 70 días. El yacimiento, ubicado a 30 km al noroeste de la ciudad chilena de Copiapó, era explotado por la compañía San Esteban Primera S.A.
Entre el cinco de agosto y el trece de octubre se generó un hecho nunca antes visto en la historia mundial, treinta y tres mineros atrapados a setecientos metros bajo tierra fueron rescatados con vida. Esta muerte y resurrección colectiva duró sesenta y nueve días. Diez y siete días posterior al derrumbe, cuando la esperanza ya se había perdido se logró dar con el paradero de los treinta y tres mineros, este primer éxito se generó gracias al trabajo incansable de tres perforadoras que estuvieron día y noche taladrando la dura roca de la Mina San José, centro minero ubicado a 45 kilómetros al norte de la ciudad de Copiapó (norte de Chile). De las tres iniciativas que avanzaban en paralelo, la que alcanzó la meta fue la perforadora Schramm T-130. Este taladro (o sonda) a los seiscientos veintitrés metros logró romper la roca. Posterior a unos minutos de tensión y silencio, unos enérgicos golpes en el taladro dieron señales de vida en las profundidades de la tierra. Posterior a sacar el martillo-perforador, una carta amarrada con elástico y escrita con rojo afirmaba con letra enfática: "Estamos bien en el refugio los 33". El día trece de octubre se dio inicio al rescate enviando una cápsula de acero que cumplió el rol de ascensor para los 33 mineros. La Fénix dos, junto a seis voluntarios, en 24 horas de ardua labor cumplieron exitosamente la misión exigida por las autoridades políticas y técnicas: ¡rescatar en perfectas condiciones a los treinta y tres mineros.
Se agrega, que en el exterior de la mina, al conocer la buena noticia de que los mineros estaban vivos, un equipo liderado por el ingeniero Andrés Sougarret -con la ayuda de expertos en psicología, sociología, ingeniería, nutrición y la misma NASA, dado que la situación de aislamiento se asemeja a la de los astronautas- se afanaba en encontrar la mejor alternativa para llegar a la galería de apenas 30 metros cuadrados. En un principio se estimó que se necesitarían cuatro meses para el rescate, pero ahora el Gobierno cree que podría sacar a los primeros mineros en octubre, gracias a una tuneladora gigante lista para perforar la superficie terrestre.
En el interior, las imágenes grabadas por los propios mineros han puesto de manifiesto las condiciones extremas que han tenido y tendrán que soportar hasta que se materialice el rescate: hasta 35 grados de temperatura, humedad ambiental del 90% y racionamiento de alimentos. Pero, sobre todo, ha quedado patente el grado de organización de los mineros. Desde el momento del accidente, han sido ellos quienes han distribuido el refugio en zonas de enfermería, juego, comida y dormitorio, así como el liderazgo que algunos han asumido para sobrevivir. Por ejemplo, el jefe de turno Luis Urzúa Iribarren se ha encargado desde el principio de distribuir los roles entre los mineros. Otro de ellos, Mario Sepúlveda, de recibir y manipular las cápsulas de alimentación y medicamentos que llegan del exterior. Víctor Segovia, de escribir todo lo que ha acontecido en el refugio desde el primer día del desastre, el 5 de agosto. Estas habilidades de organización y liderazgo serán cruciales el tiempo que dure su encierro y durante la puesta
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