¿Podrías considerar que existe fundamentación adecuada y completa para un adecuado ejercicio profesional de los policías?

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¿Podrías considerar que existe fundamentación adecuada y completa para un adecuado ejercicio profesional de los policías?

Introducción.        

Es una pregunta tan compleja como lo sencillo de su estructura, mi respuesta es, una de muchas voces que se han alzado por reformas que no sólo sean vendidas en presentación de protocolos, cursos y leyes, soy parte de muchas personas que desempeñan una profesión tan sensible como lo es ser policía y veo que muchas de las leyes y reglamentos son como grilletes que en lugar de ayudarnos, sólo nos entorpecen en el ejercicio de nuestras fuciones o en otros casos, nos ciegan y abandonan. Y si a esto le añadimos la apatía de nuestros superiores, sin duda, la carga es mayor. No hondemos ahora en los policías captados en videos recibiendo “mordidas” o a aquellos golpeando a personas en interrogatorios, ellos no son parte de nosotros porque sus actuares no son los de un policía. Veamos a aquellos que se desempeñan correctamente en la labor policial, que bajo los largos turnos de trabajo siguen de pie, a aquellos despedidos de su única fuente de empleo por resultados confusos de centros de control y confianza, a ellos me refiero a partir de ahora al decir policía, mis compañeros, que al hacernos esta pregunta, estoy seguro que todos contestaríamos al unísono: No.

¿Que detiene el ejercicio de las funciones del policía?

En la actualidad ha cambiado mucha la forma en la que trabaja la policía, me atrevo a decir esto cuando veo en la Ciudad de México cámaras para la vigilancia en las 24 horas del día, la organización de los elementos cada vez es más estructurada, hay contacto más directo con la ciudadanía, cada vez se denuncian formalmente más los delitos, es decir, vamos para adelante, no olvidemos los penosos casos de corrupción (el cáncer de la sociedad) delatados en Facebook o los casos de abuso de poder de parte de mandos policiales registrados, ellos son muestra de que aunque la situación ha cambiado para bien, aún hay lagunas que complementar. Como decía, aunque nuestras instituciones de seguridad han mejorado, aún no se acepta a la figura del policía como una de autoridad, la sociedad aún no lo respeta y todavía reprueba los resultados de estas instituciones, es obvio, aún se siguen registrando robos, homicidios, etcétera.

Sería interesante investigar, ¿porque la mayoría de la gente no cree en la policía? Fácil, porque la policía misma no está familiarizada con la profesionalización, por esas personas que piensan que ser policía significa ponerte un uniforme y salir a la calle a extorsionar a la gente, a identificar a los “malos” sólo para pedir dinero para no detenerlos, por esas personas sin ninguna vocación de servicio ni respeto a lo que representa portar un uniforme, sin interés por aprender más, por ellos no creen en nosotros, y a los compañeros que realizan correctamente su trabajo, cada día están sujetos a más  y más protocolos de actuación y reglamentos inútiles que los exprimen física y emocionalmente. No hay un respeto a la policía por que la policía no se respeta a sí misma, es aventajada por funcionarios que en primera, no son policías, en segunda, no saben nada de lo que es ser policía y en tercera, no quieren a sus policías. Aprueban y difunden listados de reformas bajo las que no buscan más que el beneficio propio y las de sus protegidos, dejando a un lado a los demás. Un ejemplo muy claro es el clima de incertidumbre que ha durado durante décadas gracias a un reconocido funcionario y jefe policial en la Ciudad de México, personaje que hace lo que quiere con nuestra amada institución, coloca a sus parientes y conocidos en puestos de alto rango (donde demuestran su ineptitud, falta de liderazgo y vocación) ¿Es ajeno a nosotros, como policías? ¡Claro que no! Porque en los mandos inexpertos que colocaron acomodan a su vez a su propia gente, (mismos que ya describí, no saben que somos ni que hacemos) en puestos de estructura más y más cercanos a nosotros, quienes llegan y comienzan a imponer cuotas económicas, orillan al personal a quebrantar la principios bajo los que juraron actuar y los hacen ya una forma de trabajo “normal” Si hay fundamentos legales que establecen el actuar policial, que impulsan su profesionalización que establecen estímulos e iluminan una posible carrera de vida en la policía, pero no sirven de nada si no hay leyes que nos protejan correctamente, no sirve de nada que la Constitución nos dé la independencia de regirnos por nuestras propias leyes si esta es manipulada por personas sin criterio, No es suficiente que nos capaciten en cursos de derechos Humanos cuando a nuestros policías se les obliga a trabajar más de 48 horas sin descanso por necesidades del servicio, ¿acaso ellos no son seres humanos?, Es necesario leyes precisas para evitar dejar a los policías con las manos atadas ante una “manifestación pacífica” por sujetos llenos de bombas molotov pero que a la vez no permitan que se convierta en un “Atenco” o “2 de Octubre”. No es claro cómo se exige profesionalización y actualización de los elementos activos cuando no se les da ni el tiempo requerido para dormir o comer humanamente, Tampoco es para martirizar a la policía, simplemente es saber qué es lo que detiene el correcto ejercicio de funciones de un policía. Es necesario que se establezcan mecanismos transparentes e imparciales de evaluación, nadie está en contra de que se nos hagan evaluaciones periódicas, sólo que no es posible que si te dan de baja, no sea claro por qué.

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