Propuesta de lectura Sobre Héroes y Tumbas Ernesto Sabato

Con respecto al título, podemos dilucidar que el heroísmo y las tumbas (en relación a la muerte) van a ser temas transversales durante toda la historia. Por una parte, la temática de los héroes está presente a lo largo y ancho del relato, de distintas formas y abordadas por diferentes personajes:

Existen personajes que son concebidos como héroes dentro de la memoria colectiva argentina, tal como es el caso de Lavalle. Juan Lavalle, fue un personaje histórico argentino relevante durante las guerras de independencia sudamericanas, al que durante el relato se le atribuyen constantemente cualidades heroicas gracias a sus hazañas bélicas. Asimismo, dentro de la ficción, la familia Olmos y la familia Acevedo también comparten linaje y reconocimiento militar, por lo cual se les atribuye dicho heroísmo. Por un lado, los Olmos van degradando su reputación al pasar los años, terminando en el olvido. En contraste, los Acevedo elevaron su status y su fama, siendo recordados por la sociedad argentina. En la siguiente cita se ejemplifica la vergüenza que los Acevedo sentían por los Olmos, cita que tiene lugar después del incendio en Barracas:

“De modo que (seguía pensando Bruno) se habrían apresurado a llevárselos a Don Pancho, al Bebe y hasta a la propia Justina para que no quedaran rastros y con el fin de que los periodistas no pudieran obtener partido de aquellos seres irresponsables. Porque había que descartar la posibilidad del afecto o la compasión, conociendo como conocía Bruno el odio que los Acevedo profesaban a aquel residuo lastimoso de un pasado brillante”. (Sabato, 2011, pp. 441 - 442)

Respecto a Martín, este tenía pretensiones de ser un héroe para Alejandra, de conocer hasta lo más profundo de ella, de envolverse en sus secretos y poder ser un apoyo real, que ella realmente demostrara (más allá de las múltiples veces que se lo menciona) necesitarlo. Cuando Martín observa a Alejandra dormida a su lado, reflexiona sobre el abismo enorme que los separaba y por qué seguía allí, rescatando la necesidad que ella había manifestado que sentía por él desde los primeros encuentros que tuvieron, a pesar de nunca comprender el porqué. El muchacho, también esperaba que su padre fuese su héroe frente la figura de la madre, la cual provocaba un sentimiento de rechazo en Martín, debido a los abusos físicos (abuso sexual) y psicológicos que ésta ejercía en contra de él. El padre, al no reaccionar en defensa de su hijo manteniéndose como un testigo aislado recluido en su taller, termina por colmar la paciencia de Martín, quien comienza a guardarle rencor. Años más tarde, sin embargo, comprende que el padre es el que realmente le pedía ayuda a él, siendo Martín el que debía socorrerlo.

Fernando, se ve a sí mismo como un héroe, puesto que el Informe sobre ciegos, mediante la investigación llevada a cabo por él, tiene el objetivo de revelar el enmarañado secreto de la Secta Sagrada de los Ciegos, tal como Fernando la denomina. Bajo esta premisa, orienta su vida a dedicarse a tiempo completo a desenmascarar a dicha sociedad, de la cual tiene la certeza de que posee un trasfondo e intenciones macabras contra la humanidad común y corriente. Él aspira a ser un héroe trágico con sus propios valores que, por lo común, no tienden ser aceptados en la sociedad.

Desde un punto de vista más abstracto, es posible reconocer un heroísmo en la gente común y corriente, porque a pesar de las desgracias e infortunios provocados por la naturaleza y por el ser humano, la gente no pierde la esperanza y tiene la fuerza de continuar el día a día, lo que al fin y al cabo es un triunfo. Con respecto a esto, el libro menciona que: 

“De modo que no eran las ideas las que salvaban al mundo, no era el intelecto ni la razón, sino todo lo contrario: aquellas intensas esperanzas de los hombres, su furia persistente para sobrevivir, su anhelo de respirar mientras sea posible, su pequeño, testarudo y grotesco heroísmo de todos los días frente al infortunio”. (Sabato, 2011, p. 228)

En el caso del concepto de tumbas lo podemos relacionar con la muerte y el descanso eterno. Dentro del texto, esto se puede observar cuando se relata la muerte de Lavalle, quien es llevado muerto a Bolivia, escapando de las tropas de Uribe. Luego de ser enterrado ahí es exhumado y trasladado hasta Argentina, donde su cuerpo logra descansar. 

El personaje de Alejandra representa, por un lado, la contraposición de las dos corrientes políticas del pasado de Argentina, siendo partidaria de los federales aún perteneciendo a una familia partidaria de los unitarios. También, representa el quiebre de esquemas que tenía Martín sobre las mujeres. Para él, las mujeres se presentan en dos moldes, o eran “vírgenes puras y heroicas de las leyendas, o seres superficiales y frívolos, chismosos y sucios, ególatras y charlatanes, pérfidos y materialistas” (Sabato, 2011, p. 22), pero Alejandra no encajaba en ninguno de ellos. Por otro lado, encarna a las personas que no lograron sentirse esperanzadas de la vida y, desdichadas, deciden liberarse del tormento que les significaba la existencia mediante el suicidio. Representa una figura materna, la patria, calidez, y un regocijo donde Martín busca calmar su alma herida de muchachito. En cuanto a este último, Alejandra decide dejarlo por dos razones: la más explícita es para no lastimarlo, pues sabe que si siguieran juntos le haría más daño del que le puede hacer estando separados, mientras que implícitamente, analizamos que ella esperaba en Martín a un hombre cuyo espíritu tuviese control sobre la carne. Sin embargo, Martín no cumple con estas expectativas al insistirle en intimar.

Alejandra habla constantemente del fuego como un purificador del alma, no viéndolo como algo peligroso, sino como su redentor. Tiene sueños repetitivos en los cuales el fuego aparece, pero ella misma le dice a Martín que no se preocupe, porque no lo considera como algo cargado de malicia, sino como algo enigmático y sagrado. Debido a esto, luego de asesinar a su padre (quien, en el Informe sobre ciegos, menciona varias veces que sabía cómo iba a morir, siendo esto a través del fuego), y en vez de ocupar una de las dos balas restantes, opta por incendiar la casa y ser consumida por las llamas para finalizar con su vida. No era suficiente con acabar con la vida del hombre que tanto daño le significó, ni tampoco era suficiente para ella pegarse un tiro, pues esto no la limpiaba de nada. Ella obtuvo la liberación a través de las llamas, a través del elemento que realmente consideraba como su salvador.

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