Prólogo Don Quijote

Prólogo:

Cervantes se refiere al lector como desocupado. El desea que su obra, a la que se refiere también como su “Hijo”, sea hermosa, exitosa. Lo describe como un libro antojadizo y lleno de pensamientos. Le dice al lector (“carísimo lector”) que disculpe las carencias del libro, que posee libre albedrío y opinión sobre la obra. Está exento y libre de todo respeto y obligación.

El libro carece de sentencias de los grandes filósofos como Platón y Aristóteles , de citas de la Divina Escritura, de acotaciones en los márgenes, de sonetos al principio del libro cuyos autores sean personas con importante cargo político o eclesiástico. También carece de autores a los que sigue y de anotaciones al final del libro. Para subsanar estas faltas primero aconseja que sea él mismo el que escriba lso sonetos bajo un nombre con un título inventado. Con respecto a las anotaciones en el margen no complicarse y poner aquellas frases que se sepa de memoria. Con respecto a las anotaciones al final del libro le aconseja que si en su historia aparece un gigante, que sea Goliat y que hable de él al final, y que nombre al Río Tajo. Estas ideas revelan la ignorancia de la población en general y la poca veracidad de éstas en los libros de caballería.

Según el amigo de Cervantes, el prólogo no necesitará nada de lo anterior porque “todo él es una inventiva contra los libros de caballerías, de quien nunca se acordó de Aristóteles, ni alcanzó Cicerón, ni caen debajo de la cuenta de sus fabulosos disparates las puntualidades de la verdad, ni las observaciones de la astrología, ni le son de importancia las medidas geométricas, ni la confutación de los argumentos de quien se sirve la retórica, ni tiene para qué predicar a ninguno, mezclando lo humano con lo divino, que es un género de mezcla de quien no se ha de vestir ningún cristiano entendimiento. Las poéticas antiguas no icluyen a la novela. El objetivo de la novela es deshacer la autoridad y cabida que en el mudno y en el vulgo tienen los libros de caballerías, por eso debe procurar que a la llana, con palabras significantes, honestas y bien colocadas para lograr su intención, dando a entender los conceptos sin intrincarlos y oscurecerlos. El prólogo es metaliterario debido a que reflexiona acerca las técnicas literarias y la literatura contemporánea.

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