Analisis del prologo de Don Quijote

Prólogo.

Una introducción, una antesala a lo que el lector esta por encontrarse, la cual Cervantes, inicia de manera modesta, en primera persona, informal y relajado, con la frase “desocupado lector”, haciendo referencia, a que quien lo lee, lo haría probablemente por tener tiempo libre, de casualidad o mala fortuna, partimos de un discurso de falsa modestia, que insinúa que realmente el lector no prestaría mucha atención a la obra, o no estaría particularmente interesado, lo que nos lleva a otro punto importante de la obra, la ironía, ya que precisamente El Quijote es una obra que necesita de atención por la alta complejidad presenta, por ejemplo, las parodias caballerescas, que para entenderlas, debías tener el mínimo conocimiento de las obras de caballería, o el lenguaje que usan los personajes principales, que suele ser exagerado, y altamente refinado. Con solo estos pequeños fragmentos, podemos notar como incluso el prologo es distinto, revolucionario a todo lo que se ha visto en la época, ya que lo común en un era esperar que el autor elevara su obra, y ensalzara su trabajo, a su vez, va introduciendo la ironía como centro de atención en su obra. Luego, Cervantes presenta en una metáfora al libro como su hijo, lo que podríamos analizar cómo el cariño que le tiene a su obra, o que quería transmitir que la obra sería un reflejo de lo que él es, advierte que no deben esperar mucho más de lo que su “estéril y mal cultivado ingenio” podría crear, que tal vez esperan una obra increíble, pero que en realidad sería cualquier cosa, sería. Así mismo, se muestra totalmente abierto y expectante a las críticas que pudieran hacerle a la obra, a diferencia de otros autores que podrían ofenderse o cerrarse a escuchar opiniones para mejorar su trabajo, quiere hacer algo distinto, quiere que sin temor le corrijas o le aportes a su obra.

Nuevamente, recurre a innovar, esta vez mencionando como rompería el patrón de ostentosos “sonetos, epigramas y elogios” que suelen aparecer en los prólogos, su deseo era entregar la obra pura y sin las convicciones impuestas que como libro debía tener, no permitiría cubrir errores, como ciertos padres hacen con sus hijos feos lo que nos lleva a otro pequeño detalle, ya que al declararse no padre, sino padrastro del Quijote, nos revela un adelanto de lo que se está ver más adelante, cuando afirma que la obra en realidad está escrita por Cide Hamete Benengeli, y lo que nos introduce al método del falso manuscrito, y pequeño universo paralelo dentro del libro. Posteriormente, un amigo aparece en la obra, que le aconseja sobre la falta de inspiración que como todo autor puede llegar a sentir en cualquier momento, y surge un curioso dialogo donde parodian prólogos de la época citando a cuanto personaje se le ocurre que pueda impresionar al lector, así mismo dándole animo a escribir un prologo digno y a la altura literaria de la época.

...