QUIEN SE COMIÓ MI QUESO.

El miedo en los seres humanos es tan común como enamorarse o morir, todos tenemos temores unos más fuertes que otros pero igual nos guían a la zona de confort que todos decimos algún día no caer. Algo que se nos vuelve algo complicado y así luchemos siempre habrá una zona en la que nos sentimos tan cómodos que salir de ella no es lo que buscamos refiriéndonos al amor, al trabajo y a muchos otros aspectos.

Una de las preguntas que plantea el libro “ que harías sino tuvieras miedo” es una de las preguntas que pasa por la cabeza de cualquier ser humano. Yo a eso respondería todo sería más fácil y tal vez lucharíamos más por lo que en realidad queremos y soñamos.

Por medio del libro pienso en una situación que sea cercana y se asemeje a esta moraleja que deja, para no ir muy lejos tengo una vivencia propia como fue el lucha día a día por mis hijos dejar miedos y luchar como una mujer independiente y sola que se siente identificada con HAW, pues en el camino deje a mi esposo que era HEM en todos los sentidos, pues se sentía feliz en su zona y no quería salir de ella ni viendo que tenía nuevos retos por los cuales luchar.

En medio de esta situación creo que el amor por los hijos hace que cualquier miedo se deje en un rincón, pues yo luche sola sin tener ayuda de quien es su padre, salí a buscar el queso todos los días a luchar porque cada uno de ellos tuviera un buen futuro, fueran grandes personas y grandes profesionales. La cual es mi gran satisfacción en este momento pues son mi más grande tesoro y motivación.

“cuando superas tu temor, te sientes libre” eso me sucedió , yo supere el temor de criar mis hijos sola de luchar por ellos todos los días sin un compañero de camino y hoy debo decir que me siento orgullosa de ver mis hijo de tal forma realizándose y de mi por afrontar esta gran responsabilidad sola y demostrar que una mujer por el amor de sus hijos sale a buscar el queso sin importar que se cruce en su camino.

Optimismo y confianza la gran moraleja que deja este libro en mi pues de cierto modo muchos se quedan en el temor, comodidad y negación pero que esto mismo no deja nada bueno en la vida, sino insatisfacción por no luchar por lo que se desea y conformarse con solo “estar bien”.

Nosotros debemos día a día aprender adaptarnos a los cambios por más duros que creamos que son, que la felicidad la podemos tener hoy al lado sin necesidad de luchar por ella y creer que siempre la tendremos ahí, pero la vida misma se encarga de enseñarnos que a veces también toca salir a luchar por ella y siempre tener esto como una de nuestras metas.

“Si hubiéramos observado lo que sucedía no hubiera ocurrido esto” a veces nos cegamos y no vemos que tal vez nos conformamos con tan poco que podemos siempre obtener más de lo que tenemos con solo correr un riesgo y que los temores no llevan a nada.

Como conclusión es que vivimos en un

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