Querida Quiela, Diego no te ama ni te abraza
Enviado por Miguel Figueroa • 5 de Octubre de 2021 • Ensayo • 1.290 Palabras (6 Páginas) • 93 Visitas
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA Nº9
“PEDRO DE ALBA”
LITERATURA MEXICANA E IBEROAMERICANA
ENSAYO
“QUERIDA QUIELA, DIEGO NO TE AMA NI TE ABRAZA”
GRUPO:659
Autor:
- Mejía Figueroa Miguel Ángel
Introducción
A través de una remembranza y análisis histórico, hemos sido capaces de observar que en casi todas las culturas y sociedades de la historia se presenta un hábito fuertemente arraigado; la división y separación entre individuos. Es decir, que el hombre tiende a separarse entre grupos basados en sus características, dándoles así también un trato distinto a cada grupo, segregando a algunos y ofreciendo poder a otros. Uno de los caso más notorios y claros de esta división injusta es la desigualdad de género.
No obstante, con el paso del tiempo y junto con la evolución del pensamiento, nuevas corrientes ideológicas guiaron a los grupos oprimidos, tal es el caso del feminismo, que como sistema de pensamiento radical, ha posibilitado una revisión de los valores y estructuras que soportan y conforman nuestra configuración del mundo en general. Al hacerlo, se inicia un proceso de deconstrucción que tiene como finalidad el cuestionamiento y redefinición de los sistemas de poder que sustentan la ideología patriarcal. En terrenos de la literatura, el feminismo ha posibilitado una nueva lectura de los textos bajo las luces de sus implicaciones ideológicas, como es el caso de la novela Querido Diego te abraza Quiela de Elena Poniatowska; en donde haya sido intencional o no, esta obra expresa tanto de forma explícita como implícita las ideologías, estigmas sociales, etiquetas y estereotipos patriarcales, claramente representado en la sumisión de género bajo la que vivía Angelina.
Antecedentes
Muchos han sido los instrumentos que han ayudado a agrupaciones marginadas a establecer un cambio mediante revoluciones y movimientos sociales, una de las herramientas clave donde diversos movimientos se han apoyado ha sido la literatura. Mediante esta, los autores literarios buscaban propagar y comunicar los objetivos e ideología para así concientizar a la comunidad acerca de la importancia e impacto que dichas movilizaciones tenían sobre su contexto social.
Elena Poniatowska, una de las más destacadas escritoras mexicanas, enfatiza su carrera hacia una crítica a la clasificación genérica, es decir, genera discursos híbridos en los cuales combina la realidad y ficción, utilizando diferentes recursos lingüísticos y formas literarias. Así intenta dar una perspectiva crítica de la realidad contemporánea mexicana, que vive bajo los lineamientos de un sistema patriarcal y machista.
Desarrollo
Cuando nacemos lo primero que hicieron los doctores fue ver nuestros genitales, esto con el fin de determinar nuestro género. Probablemente después nos compraron ropa de un color supuestamente “adecuado” (azul para niño o rosa para niña) y empezaron a pensar en nuestro futuro basado en el hecho de nuestro sexo. Desde ese momento, nuestro sentido y estilo de vida quedó establecido por los parámetros de nuestra sociedad y el régimen sistemático bajo el que nos encontramos, el cual dicta qué es lo que debemos hacer y qué no basado en el simple hecho de nuestro género.
En la novela de Elena Poniatowska “Querido Diego, Te Abraza Quiela”, nuestra autora elabora una cuidadosa e ingeniosa crítica hacia el sistema de privilegios que ubica el poder en el rol masculino, colocándolo en centro de todo su contexto social y cultural, apartando el rol femenino en la espera y la sombra de este mismo, haciendo que se vea sometido bajo los estándares y lineamientos que el rol masculino le hace cumplir.
La novela que nos ocupa fue publicada en 1976 y, a primera vista, parece alejarse considerablemente del tipo de literatura de compromiso social con la que hasta ese momento Elena Poniatowska había desarrollado; es decir, esta novela es una especie de anomalía dentro de la producción de la escritora. En el texto no hay representación testimonial como tal, tampoco parece haber denuncia política ni social y, de igual forma, no está basada en declaraciones orales ni en entrevistas previas. No obstante, una mirada un poco más aguda permitirá corregir esa primera impresión: Poniatowska sigue preocupada por mujeres olvidadas, por seres marginados que intentan conseguir un espacio en el que su voz pueda ser escuchada.
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