REFORMA EDUCTAVIA.

Desafios pedagógicos para la paz en guatemala

By Marioquim | Studymode.com

Autor: Mario A. Quim

Estudiante de Maestr�a en Educaci�n

L�nea: Pedagog�a del Texto

Universidad de Antioquia, Medell�n, Colombia

DESAF�OS PEDAG�GICOS PARA LA PAZ EN GUATEMALA

INTRODUCCI�N

Uno de los retos m�s grandes de la sociedad guatemalteca, quiz�s sea la consecuci�n de la paz. Para buscar y lograr la paz se tienen que dar pasos muy dif�ciles, sobre todo por las condiciones en que fue concebido el Estado guatemalteco. La historia refiere que el Estado guatemalteco fue forjado sobre estructuras colonialistas y excluyentes que ha tratado de homogeneizar a toda la sociedad en una sola cultura y un marco filos�fico occidental. Para el logro de dichos fines se han usado tanto la religi�n como la educaci�n, recordemos que la educaci�n estuvo a cargo de los religiosos desde la colonia hasta 1871 que el gobierno de turno, declar� que la educaci�n del Estado deb�a ser gratuita, obligatoria y laica. Sin embargo en la actualidad todav�a hay una predominancia religiosa en muchos centros educativos del medio.

La pol�tica juntamente con la econom�a tambi�n ha jugado un papel preponderante en la consecuci�n de tales objetivos. El primero, la pol�tica, no ha estado al servicio de todos y todas, mientras que la econom�a ha estado al servicio de una oligarqu�a que se fue fortaleciendo conforme el estado estuvo a su servicio.

Haciendo un recuento de todos los a�os de la vida de la rep�blica, desde 1847/1848 hasta la fecha, se tiene que mencionar que son muchos a�os, pero las pol�ticas p�blicas no se han traducido en beneficio para la mayor�a, al contrario se han manejado en contra del pueblo ind�gena y del campesinado guatemalteco. El Estado, en suConstituci�n Pol�tica menciona que �se organiza para proteger a la persona y a la familia; su fin supremo es la realizaci�n del bien com�n� (Capitulo I, articulo 1), sin embargo son abundantes las pruebas que indican que la b�squeda del bien com�n, se sale de las agendas de los gobiernos y por lo tanto no se convierten en pol�ticas de Estado.

Por otra parte es necesario mencionar que la b�squeda y consecuci�n de la paz requiere adem�s de la voluntad de actuar en condiciones dif�ciles, tambi�n est� la de propiciar cambios verdaderos en conductas, comportamientos y actitudes. Es posible que a estas alturas se est�n propiciando acciones que mejoren las condiciones de vida de los guatemaltecos, creemos que una de las formas seguras es lo que se podr�a lograr con educaci�n, pero una educaci�n que cuestione las bases, que critique las pr�cticas, que interrogue sobre las instituciones y sus postulados, de lo contrario se estar� haciendo m�s de lo mismo.

Con la propuesta de la Pedagog�a del Texto, se est� proponiendo una educaci�n que tome en cuenta el legado cultural y cosmog�nico de los pueblos, porque no es posible la b�squeda de la paz si no se propician acciones en contra de una educaci�n homogeneizadora en un mundo que se dirige constantemente hacia la interculturalidad.

La interculturalidad es un fen�meno que siempre ha existido en Guatemala a lo largo de su historia, de hecho es un pa�s que ha recibido a muchos/as extranjeros/as quienes han dejado aportes significativos en las artes, en las letras, en el comercio, la industria o en el deporte; en fin como pa�s integrante del mundo no puede estar al margen de las corrientes que cada d�a propugnan lapaz entre todos.

LA B�SQUEDA DE LA PAZ

Uno de los conflictos m�s tristes del siglo XX, quiz�s haya sido el holocausto en contra del pueblo jud�o, este hecho recuerda las atrocidades cometidas en contra de seres humanos en muchos pasajes de la historia de la humanidad. Muchos de los conflictos tienen como causas principales la intolerancia, el desconocimiento, la ignorancia, el racismo, el odio, la creencia de la superioridad de unos sobre otros, de unas naciones sobre otras.

El genocidio en contra del pueblo jud�o, de los gitanos y de personas que no entraban en los prototipos de la raza aria, es una de las p�ginas que actualmente el mundo no lo olvida, mucho menos los que fueron masacrados in�tilmente.

�Cuando la guerra termin� millones de jud�os, eslavos, gitanos, homosexuales, testigos de Jehov�, comunistas y otros grupos hab�an fallecido en el Holocausto. M�s de 5.000.000 de jud�os fueron asesinados: unos 3.000.000 en centros de exterminio y en campos de trabajo, 1.400.000 en los fusilamientos masivos, y m�s de 600.000 en los guetos (se estima que el n�mero de v�ctimas fue casi de 6.000.000). Las potencias victoriosas se vieron fuertemente presionadas para fundar en Palestina una patria permanente para los jud�os sobrevivientes, y la creaci�n del Estado de Israel, tres a�os despu�s de la derrota alemana, result� ser otra consecuencia del Holocausto.� [1]

Asimismo como efecto de la misma y pensando en la consecuci�n de la paz a largo plazo, cuarenta y cinco naciones fueron invitadas en San Francisco, EEUU, en 1945, con el objetivo de suscribir lo que posteriormente se llam� Carta de las Naciones Unidas, como pasos indispensables parala consecuci�n de la paz mundial.

Todas ellas hab�an declarado la guerra a Alemania y al Jap�n y hab�an suscrito la Declaraci�n de las Naciones Unidas espec�ficamente para crear un organismo que diera cabida a todas las naciones del mundo.

La Organizaci�n de las Naciones Unidas (ONU), seg�n su Carta fundacional (en vigor desde el 24 de octubre de 1945), fue establecida para �mantener la paz y seguridad internacionales�, �desarrollar relaciones de amistad entre las naciones�[2], �alcanzar una cooperaci�n internacional fundada sobre las relaciones de amistad entre las naciones�, �alcanzar una cooperaci�n internacional en la soluci�n de problemas econ�micos, sociales, culturales o humanitarios� y �fomentar el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales�[3].

Sus miembros se comprometen a cumplir las obligaciones que han asumido, a resolver disputas internacionales a trav�s de medios pac�ficos, a no utilizar la amenaza o el uso de la fuerza, a participar en acciones organizadas en concordancia con la Carta y a no ayudar a un pa�s contra el que la ONU haya dirigido estas acciones, y a actuar de acuerdo con los principios de la Carta.

Por otra parte la Declaraci�n Universal de Derechos Humanos presentada ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Par�s, en el Palacio de Chaillot, el 10 de diciembre de 1948, fue suscrita por las naciones miembros, entre ellas el gobierno de Guatemala, quienes se comprometieron a velar por el cumplimiento irrestricto de la misma.

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