RESUMEN “LIBRO INGAPIRCA”
Enviado por Jossue Granda • 16 de Septiembre de 2021 • Resumen • 1.434 Palabras (6 Páginas) • 427 Visitas
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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO
COSERVACION DEL PATRIMONIO EDIFICADO
NOMBRE: JOSSUE GRANDA SEMESTRE: Séptimo PARALELO: 3 FECHA: 28 DE SEPTIEMBRE DEL 2020
RESUMEN “LIBRO INGAPIRCA”
Ingapirca, guía del complejo arqueológico Inca más importante del país.
En la cuenca alta del río Cañar, en la provincia del Cañar, se destaca una antigua construcción de la época precolombina por su arquitectura original, su diseño y su cantería; conocido como el Castillo de Ingapirca. Ubicada a una altura de 3160 m.s.n.m. en una hoya de clima frío y lluvioso. Debido a su entorno de laderas, la agricultura de cebada, trigo, habas, papas, entre otros, son fuente de subsistir de la población.
El nombre de Ingapirca, significa ‘muro o pared del inca’, en kichwa y es el nombre de diversos yacimientos prehispánicos del sur andino ecuatoriano, y debido a lo mencionado anteriormente, ha alcanzado renombre internacional por tratarse del conjunto arquitectónico inca más importante y mejor conservado en el Ecuador. Por lo que se han realizado diversas investigaciones por varios expertos, como en 1970, el doctor Juan Cueva Jaramillo realizo una serie de excavaciones, donde se encontraron La Condamine y el descubrimiento de Pilaloma. Al tiempo se logró obtener datos que aportan a conocer la alfarería de los Incas.
La reserva arqueológica se encontró en un estado algo deplorable, por el tiempo y las condiciones físicas de su ubicación. Ante el estado de abandono y destrucción, un grupo de especialistas, del que se destacan Olaf Holm y el arquitecto Hernán Crespo Toral, logró interesar al poder público para que interviniera en la recuperación del complejo arqueológico. El entonces general Marco Gándara Enríquez y el gerente general del Banco Central del Ecuador, don Guillermo Pérez Chiriboga, impulsaron la petición de la creación de un decreto, que en octubre de 1966 fue firmado por el presidente interino del Ecuador, Clemente Yerovi Indaburu, mediante el cual se entregó la custodia del monumento al Consejo de Gobierno del Museo Arqueológico del Banco Central del Ecuador. Es así que desde entonces, la reserva pasó a ser prioridad dentro del marco de patrimonio cultural inmueble del Ecuador, teniendo
cambios administrativos a lo largo de la historia, con el fin de mantener las ruinas de Ingapirca en un estado que nos permita adentrarnos a nuestros antepasados.
Teniendo como antecedentes todas las exploraciones en años anteriores recientemente, el Banco Central, preocupado por la preservación de Igapirca, entregó al Ecuador los resultados de su gestión: la Elipse consolidada e impermeabilizada. Paralelamente a la restauración, entre otros proyectos, fueron ejecutadas la caminera, la señalización y la construcción de un escenario para la presentación de los grupos folclóricos del Intiraymi, fiesta tradicional al Sol y encuentro anual de música y danza indígena.
A través de todos los estudios realizados por científicos nacionales y organizaciones internacionales, se constató que luego de una larga ocupación del sitio por parte de grupos formados en clanes que pertenecían a los cañaris, cuyos habitantes prehispánicos ocuparon por lo menos el territorio de la cordillera Andina, que se extiende desde el sur de Chimborazo hasta el norte lojano, vino la conquista inca. Estos establecieron aquí en Ingapirca un importante centro religioso, político, científico, militar y administrativo, cuyo núcleo lo constituyó el Castillo. La ocupación cañari está representada con mucho esfuerzo en la enorme cantidad de cerámica de la alfarería de la localidad, que los arqueólogos denominan Cashaloma y Tacalshapa, pertenecientes al período de integración y por otros elementos culturales como los enterramientos que demuestran que los cañaris conformaron un señorío organizado en un sistema se podría decir estatal. A partir del año 2000, el Instituto Ingapirca del Pueblo Cañari se ha necargado del lugar arqueológico. En la actualidad, es el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural el encargado de su administración, estudio y conservación. Esta responsabilidad fue entregada por el Presidente Constitucional de la República del Ecuador Rafael Correa.
Pilaloma
Es el edificio más antiguo de todo el complejo. Tiene forma semielíptica y está conformado por habitaciones rectangulares alrededor de un patio. En el centro, hay un pavimento circular de piedras de río y, dentro de él, una roca. Según la Misión Científica Española eso era un lugar de enterramiento colectivo, donde la roca representa a una mujer sacerdotisa cañari. Se la encontró acompañada por una decena de esqueletos, mujeres y un importante ajuar funerario compuesto de cerámica Cashaloma, grandes tupus de cobre y cuentas de concha spondylus. La gran piedra que se encuentra en el sitio, fue una wanka.
Castillo o templo del sol
Se trata de un muro ovalado orientado al Este-oeste. El muro, compuesto por un pequeño cerro está conectado por un muro de sillares de frente almohadillado. El encaje de estos sillares es tan perfecto que no hay necesidad de alguna masa para sus uniones. Los bloques son de andesita verde, piedra volcánica, encontrada en una colina llamada Hato de la Virgen, ubicada a un kilómetro al norte de las ruinas.
En la parte alta del catillo, hay restos de una pequeña edificación denominada cuerpo de guardia, que se ubica verticalmente. El cuerpo de guardia posee de dos cuartos sin comunicación entre sí, separados por un muro. Los dos cuartos están adornados con celdas de diversos tamaños. En cuanto a lo ceremonial, se lo relaciona con el culto al Sol por la ubicación de sus puertas, la una hacia el levante y la otra hacia el poniente.
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