Reflexiones Sobre: Evaluación, ética Y Poder

El autor, Ernest R. House, nos presenta desde una filosofía liberal algunos modelos o enfoques de evaluación puestos en práctica, pero una cosa que nos parece muy importante destacar, es que estos son sólo modelos que corresponderían a tipos idealizados, por lo tanto no es posible implementar cada uno de los modelos descritos, al pie de la letra, incluso el autor (1997: 44) menciona:

“Muchos evaluadores insistirán en que su enfoque concreto es único y no puede encuadrarse en ninguna de las categorías que he expuesto.”

Creemos que es muy importante la lectura de este texto tomando en cuenta esa consideración, ya que el orden de modelos que plantea House (FIGURA 2), permite ordenar sistemáticamente algunos conceptos generales de la evaluación, sin la necesidad de encasillarnos ciegamente en alguno.

Otra cosa que es posible ver desde esta reflexión, es que en la actualidad existen muchísimos tipos de evaluación, que toman elementos de algunos de los enfoques mencionados, creando híbridos que puedan ser mas ad hoc, a una contexto determinado.

Otro aspecto que queremos destacar es la ideología en la que se basa la formulación de los enfoques, como ya mencionamos anteriormente, esta ideología es liberal, por lo que es necesario partir de una idea que menciona House (1997: 62)

“…todos los enfoques de evaluación dan por supuesto un mercado libre de ideas en el que, en un plano ideal, los usuarios seleccionarán lo mejor.”

Si partimos de esta filosofía, lo que se obtiene es una evaluación muy individualista, que pasa a llevar muchos valores morales individuales, de aquellos que no tienen un papel importante o se encuentran ajenos a la evaluación, ya que no se está velando por sus principios o preferencias. Como lo mencionamos en una reflexión anterior, la ideología liberal nos parece perversa, ya que de alguna manera haces valer tu libertad poniendo un pie sobre los otros.

Dentro de las ideas construidas en base a este trabajo nos gustaría destacar la finitud del ámbito cuantitativo del que muchos enfoques, si pudiéramos decir de alguna manera, hacen alarde (porque no son los enfoques los que alardean), Lo cuantitativo, que se puede demostrar en la metodología para obtener los datos, y presentarlos en un informe, queda finalmente sometido a lo cualitativo en el momento en que el evaluador o el ente que decide comienzan a interpretar la información entregada. Esta dimensión en que la información se somete a la interpretación es donde se produce una pugna entre los objetivo y lo subjetivo. Nos parece muy bello como House (1997: 110) hace mención a este punto crítico, en que defiende a la evaluación diciendo:

“En último término, la evaluación no es ficción, aunque las imágenes y la forma sean necesarias para transmitir significados complejos. Es posible el equilibrio entre verdad y belleza.”

El evaluador debe omitir información,

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