Reflexiones sobre el hombre en busca de sentido, V. Frankl

Para Frankl la libertad nunca se pierde.

El hombre siempre tiene libertad para tomar sus propias decisiones ante las situaciones que se le presentan. Así pues cada conducta individual es el resultado de una decisión íntima y no únicamente de las influencia del exterior. El hombre puede decidir lo que es de él tanto mental como espiritualmente.

El hombre, en última instancia, es su propio determinante. Lo que llegue a ser, dentro de los límites de sus facultades y de su entorno, lo tiene que hacer por sí mismo.

El ser humano es capaz de tomar sus propias decisiones y, a pesar de los condicionantes externos, es libre de hacerlo.  Es además capaz de desarrollar mecanismos de autodefensa que le permiten sobrevivir ante situaciones límite y ante el sufrimiento. Se ve claramente en el libro cuando estando en los campos de concentración todos ellos mostraban las siguientes conductas de autodefensa:

• apatía: todo da igual, eran incapaces de pensar en otras necesidades que no fuesen las más básicas (comida, seguridad, higiene….),
• el dejar de sentir lástima, empatía por los demás, aceptando el sufrimiento propio y aprendiendo a convivir con él

Dentro de los defectos del ser humano es la incapacidad decir que no a la autoridad establecida. Es increíble que hombre mandasen a la muerte a otros hombres, fuesen sus torturadores sin hacer nada más que acatar órdenes.

Voluntad de sentido: es la búsqueda individual de la repuesta al por qué se estudia. Si lo conseguimos es fácil motivar a los alumnos al estudio. Es importante pues una vez que el estudiante sabe qué le mueve a estudiar es más fácil que se muestre activo y preparado para llevar a cabo sus tareas y obligaciones, en lugar del papel pasivo en el que espera que todo el conocimiento sea dado por el profesor.

Sentido de la vida: ¿Cuál es el sentido de estudiar? No importa que no esperemos nada de los estudios, sino qué nos van a aportar los estudios. Se trata de asumir la realidad e intentar dar lo mejor de nosotros mismos.

Sentido del amor: a través de este sentido el profesor/alumno aprendería a ver los trazos y rasgos esenciales en sus alumnos/estudios; y lo que es más, ver también sus potencias: lo que todavía no se ha revelado, lo que ha de mostrarse. Y  posibilita al alumno a que manifieste sus potencias.