Reseña Berger Y Luckmann

A  través de Peter Berger y Thomas Luckmann se pretende conocer y analizar la construcción social de la realidad por medio de la interpretación del universo simbólico que mantiene el orden social. Partiendo de reconocer una realidad subjetiva  que poco a poco se construye socialmente, esta realidad subjetiva difícilmente se ve transgredida dado a que es fuerte y compacta en cada individuo por lo que no necesariamente es fundamentada  por una realidad objetiva.

Para entender el orden social se parte de la institucionalización, siendo el punto de inicio para crear “comunidad”, es decir, son aquellos hábitos en común entre los individuos, los cuales generan acciones con respuestas ya demandadas. La necesidad de crear una institucionalización se da debido a la relación constante de los individuos en un ambiente mediador de estas relaciones, en las que tienden a dirigir sus acciones a motivaciones en común, bajo cierto orden y estabilidad. Esta se da por la reproducción mimética de hábitos, que así mismo, permiten la formación del “yo”, que son transversales a la existencia de este, pues son a priori y a posteriori a cada individuo, afirmando así, que la institucionalizaciòn es creación de la actividad/relación humana, y no producción externa. Integrando las masas, quienes permiten la transmisión a nuevas generaciones de un mundo institucionalizado. Esta vigencia se da  por la posibilidad del desarrollo de roles específicos y también por el lenguaje quien media y se impone en nuevas generaciones, las cuales no tienen contacto con la gestación de dichas instituciones.

En síntesis la institucionalización, se entiende como el surgimiento de hábitos que traspasan generaciones miméticamente y por ende se naturalizan como pautas de conducta, por lo que se tiende a especificar acciones determinadas a funciones específicas dentro de los individuos que son también mediadas por el lenguaje.

Sin embargo Berger y Luckmann reaccionan ante el alcance que puede tener la institucionalización, ya que se entendería como una sociedad ideal donde todas las acciones sean ya  institucionalizadas y eliminen la particularidad del individuo, lo cual sería imposible generando así, como consecuencia la legitimación, entendida como la validez y el reconocimiento de dichas instituciones.

 En palabras de Berger y Luckmann (1969) : “La función de la legitimación consiste en lograr que las objetivaciones de “primer orden” ya institucionalizadas lleguen a ser objetivamente disponibles y subjetivamente plausibles” Entonces la acción de  legitimar es el conocimiento y reconocimiento de los  individuos en las institucionalizaciones y sus significados,donde no sòlo tiene sentido para la pluralidad si no también debe tener sentido para la singularidad, pues allí reconoce el sentido general de la institución. La legitimación también es el proceso que explica y justifica, también posee un elemento cognoscitivo y normativo que funciona como cohesión hacia el orden y la consolidación de las instituciones evitando el abandono de estas. Igual que la Institucionalización la legitimación se da por medio del lenguaje, como el uso de proposiciones, máximas, que dictan normas a seguir y consecuencias a ciertos comportamientos o mediante símbolos y conceptos se hacen referencia y comunican la institucionalidad.

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