Reseña "Pirateria en el Caribe" F. Morales Padrón

Piratería         en el Caribe

Helena Ruiz Gil, Francisco Morales Padrón.

                                                                                                           Gabriel Barquero Quintana.

                                                                                                                      3 º Historia, Grupo 1.

Sinopsis

Durante los siglos XVI y XVIII, el llamado dominio español en la región del Caribe, estuvo manchado por turbulentas guerras basadas en la piratería y el arma más funcional y encubierta que tuvieron a bien descubrir los estados de la época: los corsarios.

España toma partido en este movimiento siendo el enemigo principal de los demás países; Holanda, Francia, Portugal e Inglaterra, que también lo harán, disputándose territorios y botines materiales en un “todos contra todos”. El guion pasará casi siempre por astutas alianzas momentáneas y expediciones basadas en el pillaje, buscando siempre la debilidad del contrario para salir victoriosos sufriendo las mínimas pérdidas y volver a casa con un cuantioso botín y las manos limpias. Encontraremos tantos testimonios y argumentos para el uso de estas modernas e inteligentes,  empresas como naciones participaron, todos ellos con el fin de defender y exponer los intereses económicos, mercantiles y militares de dichas potencias.

Reseña

Piratería en el Caribe es un buen manual sintetizado de lo que supuso la piratería en el territorio del mar Caribe. Nos ofrece una visión pautada y detallada de las andanzas de corsarios, piratas, filibusteros y aventureros de todas las potencias europeas en el antiguo Caribe Español, focalizando en los más importantes de cada una de estas por capítulos. El discurso es muy ameno y rico en datos y anécdotas, tanto que casi se torna novelesco. Si olvidamos la rigurosidad histórica y experiencia de los autores en el tema basándonos en su amplia bibliografía, podríamos creer que se trata literatura fantástica.  Concretamente, el autor Morales Padrón, ha dedicado su vida al estudio de la América moderna y en su bibliografía encontramos obras tales como “Jamaica Española” o “Los Conquistadores de América”.

Esta época llena de asaltos y combates sangrientos, crueles y codiciosos, tanto en tierra como en mar, durará unos cuatrocientos años. En el libro se relatan como años abruptos y turbulentos  que sirvieron de catapulta económica, mercantil y social a los países que mejor supieron gestionar y aprovechar las circunstancias así como un grave lastre a posteriori para quien no supo o pudo usarlos en su favor. De esta manera encontraremos naciones como Holanda e Inglaterra que se situaron en una posición de ventaja al acabar estos cuatro siglos, y otros como España que salieron peor parados.

En el recorrido que hacen los autores, sin mencionar las más importantes y sanguinarias figuras de la piratería en el Caribe, desde los ingleses Hawkins, Morgan, Barbanegra o Drake hasta el francés l’Olonnois, repasando sus logros y hazañas.

Se explica también el funcionamiento de la organización de bucaneros llamada “Cofradía de los Hermanos de la Costa” establecida en la isla Tortuga, que el albergo 80 años, desde 1620, así como en Jamaica de manera más puntual. Observamos también la importancia que los autores le dan a los ataques directos de Inglaterra sobre territorios poblados, como ejemplo, el ataque exitoso sobre Jamaica ordenado por Cromwell el 1655 o el ataque de Vernon sobre Cartagena en 1741, derrotado según las crónicas de una manera magistral en manos del almirante español Blas de Lezo, quien se encontraba en una notable minoría militar.

En un primer momento el poder hegemónico lo tiene el emperador de Alemania y rey de España Carlos I, que domina toda Europa. Los demás países (Inglaterra Francia y Holanda) evolucionan desde la piratería puntual en el Caribe hasta alcanzar la calidad de pobladores permanentes, ya el siglo XVII, mediante procesos de colonización en determinados núcleos de dicha zona. España, ante esta situación, también opta por otorgar patentes de corso con la mediocre intención de frenar el avance de las colonizaciones inglesas en el que hasta entonces era su territorio.

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