Resumen Adan Buenosayres
Enviado por Natalí Arias • 21 de Febrero de 2021 • Resumen • 4.618 Palabras (19 Páginas) • 634 Visitas
Resumen Adán Buenosayres – Leopoldo Marechal
Prólogo indispensable
Entierro de Adán Bsas. Octubre de 1920. Llevan El ataúd el astrólogo Schultze, Amudsen, Del Solar, Pereda y Tesler. Describe el peso del cuerpo como “la materia leve de un poema concluido”. El narrador lee el cuaderno de tapas azules y el viaje a la oscura ciudad de cacodelphia. El autor se plantea ofrecer un retrato de Adán en función de vida. Se plantea un plan de cinco libros, desde el despertar metafísico en el número 303 de la calle Egmont, hasta la medianoche del otro día, donde ángeles y demonios lucharon por su alma en Villa Crespo, frente a la iglesia de san Bernardo.
El autor también advierte que todo lo que cuenta es verídico, fiel al personaje de Adán Bsas, y que puede que reconozca a ciertos personajes en la obra.
Libro primero
I
Descripción poética de la ciudad de Buenos Aires. Irma, “bruja de 18 años”, canta los versos iniciales de “El Pañuelito”, barriendo la vereda. Despierta a Adán Bsas, pero cuando corta la música vuelve a morir. Personaje que caracteriza como herido de muerte, y cuya angustia es la hebra que une toda la novela. La calle Egmont esta ajena a Adán, e Irma vuelve a cantar. ABSAS despierta, y reconoce los objetos a su alrededor. Se imagina que cuando cierra los ojos, estos dejan de existir, al igual que el resto del mundo, pero si el la ve en su mente, la rosa sigue existiendo, aunque dejen de existir todas las rosas del mundo.
Absas despierta finalmente, y registra los sonidos a su alrededor: los niños jugando a la pelota en la calle, doña Francisca peleando con el verdulero. Describe la monotonía y repetición de los días como un pájaro amaestrado que vuelve cada 12 horas, y resuelve no ir a la escuela. Recuerda a Solveig Amundsen, en la casona de Saavedra, junto a Lucio Negri. Absas la conoce en esta tertulia, y empieza su idealización con su persona. Ella también viva en una existencia separada, vivía en su cabeza.
Absas fuma de una pipa, Eleonore. Recuerda a su maestro, don Aquiles, que renqueaba.
Ve hacia la calle y observa a su vecina, Irma. Recuerda su aventura con ella, y su auto reproche por dejarse llevar por su tentación. Se reprocha que debiera haber sido como Rosa de Lima.
Escucha un estruendo, y Samuel Tesler, su vecino, insulta a Irma por hacer ruido.
Después de recordar a su abuelo, compara la realidad de ayer y la realidad presente, y se cuestiona su propia existencia y utilidad. Al cuestionarse esta existencia, se pregunta cómo fue que vino al mundo, y realiza un árbol familiar. Repasa nuevamente los objetos de su habitación, y repara en un cuadro de Venus, comparándola con Solveig. Decide llevarle su Cuaderno de Tapas Azules. Abre la puerta Irma, le deja el desayuno interrumpiendo sus cavilaciones y se va.
II
Adán entra en la habitación número cinco, pero la encuentra oscura. Breve personificación de Tesler. En la habitación, descubre a Tesler durmiendo. Después de mucho cavilar, lo termina despertando. Adán quiere convencer a su amigo de salir sin decirle su cometido final (llevarle el cuaderno de tapas azules a Solveig), y comienzan a hablar. Cuentan que doña Francisca, la patrona, tuvo un esposo matemático, y dos hijos, Castor y Pólux. El búho: ave de los filósofos, nocturna por excelencia. Gallina: ave de día, símbolo perfecto de Bsas según Tesler.
Adán convence a Tesler de ir a lo de los Amudsen, pero primero tiene lugar una queja de Tesler con respecto a la ciudad de día. Recuerda a sus padres, los imita, y los ridiculiza. Samuel le confiesa que se ha enamorado, y Adán teme que sea de Solveig, pero no, es de su hermana, Haydee. Sin embargo, Samuel se siente avergonzado de esto.
Samuel le dice a Adán que Solveig había preguntado por el, y resolvieron ambos ir a Saavedra.
Libro segundo
I
Adán sale a la calle, y comienza a imaginarse llegando a la puerta de los Amudsen y que Solveig le abre, una escena romántica en la que ella llora por su presencia. Se avergüenza y saca de su cabeza esta imaginación.
Escenas cortadas (vieja chacharola, los tres cocheros fúnebres).
Adán se encuentra en la calle Hidalgo con un montón de niños en fuga, que le hacían burla a la vieja Chacharola. Habla con ella y ella le recuerda la misa de San Vitale.
En la calle Warnes, se encuentra con un coche fúnebre, y reflexiona sobre la muerte. Se encuentra con los tres cocheros fúnebres y los critica.
En la calle Muñecas se encuentra con la vieja Gea, un viejo y un niño que lleva en brazos. Reflexiona sobre su antes y su después, pero interrumpe sus cavilaciones al ver a Polifemo. Intenta que el mendigo no lo escuche, pero lo escucha, y se ve obligado a darle una moneda. Saludó al Cristo de la Mano Rota (“¿Que tendrá en la mano? Un corazón o un pan, pero los hombres de la calle no miran a lo alto: miran al frente o al suelo, como el buey. ¿Y yo?”).
Adán entra en “La Hormiga de Oro” y se encuentra con Ruth. Ella le reprocha que no ha pasado por ahí en mucho tiempo, y él le pregunta por qué ha estado llorando. Ella le dice que porque nadie la comprende, y se ponen a discutir sobre las letras y sobre arte. Ella le recita un fragmento de una obra de Esquilo, y Adán, para mantenerse concentrado, sujeta el cuaderno de tapas azules. Ruth le pregunta qué es eso y se lo pide, pero Adán se niega. Forcejean, pero entra la madre de Ruth, y Adán se retira.
Se encuentra con las ninfas del zaguán. Estas se ríen cuando el pasa, y se queda exaltado.
Se encuentra con la Flor del Barrio, mujer que se queda mirando hacia un punto fijo, como esperando. Pasan dos niños, Yuyito y Juancho, y la molestan, Adán los ahuyenta.
Pasa la calle Murillo, y se encuentra con trabajadores de una curtiembre durmiendo. Reconoce a Pipo, y lo saluda.
Sigue hasta la calle Padilla. Se encuentra con la vieja Cloto, que cuida a unos niños y teje. Adán se pregunta si no estará tejiendo el destino de la calle y de los hombres.
Más adelante, en una peluquería, presencia un episodio en el que un andaluz (Jaime) realiza algo con una paloma (no entendí esta escena). Escuchan un alboroto afuera, y salen. Adán llega a la verdulería La buena fortuna. En una pelea, Juancho y Yuyito habían roto la vidriera de la verdulería, y sus madres se pelean frente a la verdulería. Al ser acusado de acostarse con una de las mujeres, el Carrero del Altillo entra en la pelea y se agarra con uno de los que estaban riéndose en el público. Le pega a Abdalla, y uno de sus amigos lo defiende, el vasco Arizmendi. Se arma una pelea generalizada que se cierra con la llegada del sargento Pérez, y la lucha “entre tirios y troyanos” cesa.
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