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Resumen La cancion de troya


Enviado por   •  29 de Marzo de 2016  •  Resumen  •  7.527 Palabras (31 Páginas)  •  819 Visitas

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CAPITULO 10 NARADO POR ULISES: Ulises y Áyax llegaron al país de los mirmidones, Yolco. Néstor se ocupaba en recoger nuestras pertenencias personales. Peleo acudió a recibirnos en persona a la puerta. Ulises fue elegido el portavoz: -Nos envía Agamenón de Micenas para pedirte un favor, señor. Peleo no acepto ir a la guerra por su edad, pero ellas venían en busca de su hijo. Fénix entro en la sala y Peleo le encomienda que acompañe a Aquiles en la guerra de Troya. Néstor y Ulises le piden ver a Aquiles, pero Peleo les contesta que este no se encuentra en Yolco, que el pasaba las seis lunas frías de cada año en Esciro con Deidamía, hija de Licomedes. Ellos viajaron a Esciro, al llegar Licomedes los acogió amablemente. Notaron un aire extraño en la casa, al preguntarle al rey Licomedes acerca de Aquiles les contesta que Aquiles no está en Esciro ya que peleó violentamente con su hija y se marchó al continente con la promesa de jamás regresar. Licomedes les ofrece par la noche allí. Néstor examinó todos los rincones de la casa, desde el tejado hasta la cripta y no encontró rastro de Aquiles. Ulises habla con Patroclo, el cual estuvo a punto de decir donde se encontraba Aquiles.

Ulises le pide a Licomedes que mande a llamar a todos sus domésticos para darles obsequios de parte de Agamenon, en ese instante Áyax gritó: -piratas-, en ese momento Aquiles irrumpió en la sala del trono. Áyax lo engañó por lo tanto ningún dios puede considerarlo culpa de faltar sus promesas. Ulises viajó hacia Delfos, donde Apolo tenía su santuario, le preguntó si su oráculo domestico se había equivocado al anunciar que pasaría veinte años lejos de su hogar. Apolo le dijo que por voluntad de Palas Atenea debía permanecer ausente de su patria por veinte años.

Prosiguió hacia Tebas, donde se había dispuesto a encontrase con Diomedes, pero la ciudad estaba desierta y él no se atrevió a quedarse. Áulide fue el punto de encuentro para la expedición. En la playa, en doble hilera, se encontraban los navíos rojinegros de alta proas. Ulises bajo al pequeño pueblo de Áulide en busca de Agamenon. Agamenon convoco el primer consejo de la travesía de la campaña en su campamento provisional en el cual se encontraban los personajes más importantes; Idomeneo, Diomedes, Néstor, Áyax y su homónimo Áyax el pequeño, Teucro, Fénix, Aquiles, Meesteo, Menelao, Palamedes, Meriones, Filoctetes, Euripilo, Toas, Macaón y Pondaliero.

Agamenon delego partir con la próxima luna, Télefo era el piloto principal y zarparían con 50 naves. A la mañana siguiente se reunieron y salieron a inspeccionar el ejército. Por la noche Diomedes le advirtió a Ulises que mañana llovería, y que necesita hablar con él, Ulises lo llevo hasta su tienda. Diomedes le pide a Ulises que vigile su carácter y lo enseñara a controlar su genio para que le transmita parte de su frialdad. Al otro día soplaba un vendaval. Al mediodía Calcante, el sacerdote hizo un sacrificio para interpretar los pliegues de las entrañas y así interpretar la voluntad de Zeus. En las ramas de un árbol había un nido que eran 1 pájaro y 10 huevos que fueron devorados por una serpiente, esto fue un mensaje de Apolo de que la guerra de Troya duraría 10 años. Días después cuando Calcante examinó las entrañas de la víctima, señalo a Agamenon y dijo: -Ahí se halla el culpable de  que no zarpemos-Agamenon no has satisfecho tu deuda con la Arquera, has despertado su ira por largo tiempo dormida y Zeus, ha escuchado sus suplicas- -Entrega a Artemisa lo que le negaste hace dieciséis años y podrás zarpar, de otro modo será imposible- Agamenon le prometió a Artemisa que si ayudaba a su esposa en el parto, el sacrificaría el ser más bello de su reino. Agamenon no lo hizo ya que ese ser era su hija recién nacida. Ulises fue a buscar a Ifigenia para sacrificarla con la excusa de que Agamenon quería que su hija se casara con Aquiles y la llevo a Aúlide.

CAPITULO 11-NARRADO POR AQUILES: Aquiles se encuentra en su tienda cuando ve que se acerca una mujer cubierta por una capa mojada y humeante, Ifigenia le dijo que no podía aguardar hasta mañana para decirle lo feliz que se sentía y que aceptada encantada ser su esposa. Aquiles le pregunto: -¿Qué haces en Áulide?-, ene se momento entra Patroclo y Aquiles le cuenta lo que está pasando y lo envía a investigar lo que está sucediendo. Al volver Patroclo le dice a Aquiles que han usado su nombre para arrebatársela a su madre. Le dijeron a Clitemnestra que Aquiles se quería casar con su hija. Mañana debe ser sacrificada a Artemisa para expiar un antiguo agravio que Agamenon infligió a la diosa. Aquiles le ordena a Patroclo que busque a Automedonte y Alcimo. Alcimo debía conseguir un ciervo joven y pintar de oro su cornamenta, mañana, antes del momento, deben ocultarse detrás del altar. Calcante se rodea de gran cantidad de humo en sus rituales, deben arrebatar a la muchacha y dejar el cordero en su lugar. Detrás del altar hay un pequeño refugio donde están las víctimas. Deben ocultarla allí hasta que todos se hayan marchado, luego condúcela a mi tienda para devolvérsela a su madre explicando el complot.

Al día siguiente, Aquiles asistió al ritual, pero el plan no salió como se esperaba e Ifigenia fue sacrificada, Aquiles desenvaino su espada e intento decapitar a Agamenon, pero Ulises, Diomedes, Idomeneo, Menelao y Néstor lo derribaron en el suelo y le quitaron su espada. Cuando llegó a su tienda vio a Patroclo sentado en una silla llorando  y al oír a Aquiles llegar cogió una espada y se arrodillo apoyando la punta del arma en su garganta y le ofreció la empuñadura a Aquiles pidiéndole que lo matara ya que le había fallado. Aquiles le preguntó qué había sucedido y este le dice que él no quería compartir la gloria con Autodemonte, ya que él quería recibir todos los elogios. De modo que cogió el animal y se ocultó detrás del altar, pero la bestia comenzó a agitarse y balar, entonces Calcante lo descubrió y lo golpeo con el cáliz de tal modo que perdió el sentido, cuando lo recobro se hallaba atado de manos y pies con un trapo en la boca que le impedía hablar. Aquiles le dice que solo si siguen con vida pueden asumir su castigo, Troya forma parte de su penitencia y no tendrá que enfrentarse a su padre porque morirá en la guerra.

CAPITULO 12 NARRADO POR AGAMENON: Al caer la noche ordene que enterrasen a mi hija en una tumba profunda, sin identificar, la vestí ricamente y la cubrí con su pequeño tesoro de joyas juveniles. A la mañana siguiente del sacrificio desperté y descubrí que el día era claro y sereno, fénix se hallaba en la puerta de la tienda y decidí que zarparíamos al día siguiente si se mantenía el buen tiempo, haremos una ofrenda a Poseidón y nos arriesgaremos, llena bien los barcos de alimentos. A la mañana siguiente sacaron mi nave insignia y me instale en la proa, por fin iniciábamos nuestra empresa. Rodeamos la isla de Eubea, así como la isla de Andros. Télefo me sonrió satisfecho y me dijo que si el tiempo sigue así, mantendremos la marcha a impulsos del viento; no habría necesidad alguna de recalar en Quos ni en Lesbos. Llegaremos a Ténedos puntualmente. Fondeamos en la parte sudeste de Ténedos, una isla muy próxima a la región troyana, al undécimo día de haber zarpado de Áulide. Decidí que Menelao, Ulises y Palamedes viajaran a Troya para llevar los símbolos de guerra a Príamo y exigir el retorno de Helena. Descendimos por la ladera hacia la ciudad, cuando Filoctetes piso una serpiente, Ulises realizo unos cortes profundos con su puñal y comenzó a escupir sangre y veneno tras cada sonora aspiración, luego le hizo señas a Diomedes para que se lo llevara a Macaón. Acudimos al consultorio de Macaón inmediatamente, Macaón compartía la morada con su hermano Podaliero. La delegación partió hacia Troya a la mañana siguiente.  Aquiles obligaba a sus soldados a entrenar y ejercitar cada día, eran los más aptos y capacitados que yo había visto en mi vida. La delegación regreso a los siete días de su partida, -Se han negado a devolverla, Agamenon-, Menelao le cuenta que no pudo ver a Helena, que fueron escoltados hasta la ciudadela, Príamo, sentado en su trono, le pregunto que deseaba en esta ocasión, Menelao le respondió que iba en busca de Helena, Príamo le dijo que Helena había acudido por propia voluntad y que no deseaba regresar a Grecia, que consideraba a París su esposo y que prefería conservar en Troya las propiedades que se había llevado consigo, donde podía utilizarlas para asegurarse de que nunca se convertiría en una carga financiera para su nueva patria, que tras la muerte de sus hermanos Cástor y Pólux ella debía haber reinado por derecho propio. De modo que le entregó a Príamo la placa roa en la que figuraba el símbolo de Ares, le tembló la mano de tal modo que la dejó caer al suelo y se rompió, Deifobo, primogénito de Príamo, le rogó públicamente a su padre que nos diera muerte. Al finalizar le sugerí que se retirase a descansar. Palamedes sugirió que debíamos actuar con rapidez, ya que Troya es una ciudad de enclave singular; dominado por prudentes y necios en igual número, y ambos pueden ser peligrosos. Le pregunte quien era el heredero, a lo cual me respondió: Héctor, es el hijo más joven de la reina Hécuba. Ulises midió la muralla exterior, que tiene 38 codos de altura y por lo menos 20 de grosor en su base, según la leyenda, están malditas y deben desaparecer de la vista para siempre por causa de Laomedonte, padre de Príamo. Pregunté si existe algún punto débil, Ulises me contestó que en la zona occidental se desplomó parte de las murallas originales, y que a menos que alguien abriera las puertas necesitarían un milagro para entrar.

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