Resumen La construcción social del contenido a enseñar
Enviado por Mar2mil • 16 de Noviembre de 2013 • 3.561 Palabras (15 Páginas) • 3.142 Visitas
“El ABC de la tarea docente”/ Guirtz – Palamidessi / Capítulo 1: La construcción social del contenido a enseñar
I. Contenidos y culturas
La palabra contenido se relación a con el verbo con tener, que deriva a su vez del término latino continere. Los significados de esta última palabra nos acercan a la acepción pedagógica de contenidos: mantener un unido, atado// encerrar, abarcar, incluir// llenar un espacio, ocupar, abarcar// guardar, encerrar, conservar. La acepción educacional de con tenido es un sustantivo: lo que se contiene dentro de una cosa (por ejemplo el contenido de una carta). Revisando las acepciones mencionadas se verá que la noción de contenido tiene una relación muy estrecha con las acciones de limitar, controlar, ocupar, conservar. El contenido educativo es algo que permite llenar el tiempo, conservar una información, fijar y demarcar un tema. El contenido es lo comunicado, es el mensaje en la trasmisión pedagógica. En la comunicación que realiza la escuela, el creador del mensaje no es el propio docente, sino alguien que no está presente en el momento de enseñar. Por eso, para trasmitir un mensaje en esta compleja red de trasmisiones, es preciso definir y ordenar claramente lo que se va a comunicar.
El contenido a enseñar es constituir un objeto, empezar a organizar el qué de lo que se trasmitirá a los estudiantes. El contenido a enseñar existe porque es preciso tener objetos identificados, secuenciados y ordenados por medio de algún tipo clasificación y agrupamiento. Es preciso darle una forma definida al mensaje para poder trasmitirlo con cierta eficacia. Podemos decir que la construcción de contenidos es el proceso de producción de los objetos que la escuela debe trasmitir.
El contenido es un objeto simbólico y las características de este mensaje dependerán del modo en que es organizado y trasmitido, en un proceso mucho más complejo e inestable. Como todo mensaje social, está sujeto a la interpretación, la deformación, el malentendido, depende de las perspectivas, los intereses de quienes participan en su elaboración y trasmisión. Una vez definido, el contenido puede llenarse, completarse o concretarse de muy distintas maneras.
El contenido es un mensaje que pasa por distintos momentos hasta su concreción en el aula. Por eso debemos diferenciar: Contenido a enseñar, aquello que las autoridades reconocidas como legítimas determinan que debe ser presentado a los alumnos en las escuelas. Contenido de la enseñanza, es lo que efectivamente los docentes trasmiten a sus estudiantes,
Lo que se enseña no coincide necesariamente con lo que se declara estar enseñando ni con lo que se dice que hay que enseñar, por lo que algunos autores sostienen que hay “contenidos ocultos”, cosas que se enseñan o se aprenden y que no han sido explicitados como contenidos a enseñar.
Podemos definir el contenido como el objeto (el qué) de la enseñanza. Pero los autores distinguen contenido y por otro lado contenidos, dicen los autores: el contenido podría ser, según el momento en que se lo considere, 1) lo que se debe enseñar, 2) lo que se declara enseñar, 3) lo que se intenta enseñar de manera intencional o consciente, 4) lo que efectivamente se enseña o se trasmite. Pero cuando se habla de contenidos, se trata de algo que la escuela debe o se propone comunicar a los alumnos. Se distinguen tres tipos de contenidos; conceptuales, procedimentales y actitudinales.
¿Contenido = conocimientos?
Los contenidos a enseñar comprenden todos los saberes que los alumnos deben alcanzar en su etapa escolar. No se trata solo de informaciones, sino también incluye técnicas, actitudes, hábitos, habilidades, sentimientos. Solo una porción del contenido está compuesta por el saber académico o científico.
La cultura
Los científicos sociales entienden la cultura como un conjunto de pautas, procedimientos y saberes trasmitidos. Todo grupo humano posee un stock de normas, procedimientos y formas de conocer el mundo. La cultura es un conjunto de experiencias objetivadas, compartidas y trasmitidas. Este conocimiento almacenado que se trasmite entre generaciones y grupos de individuos constituye una cultura de las sociedades y de los grupos. La relación de los hombres con el mundo y entre sí esta facilitada por un arsenal de recursos que permiten la superación del estado animal. La cultura constituye una herencia social, es trasmitida, compartida y aprendida.
La cultura es un producto de la relación social y se aprende participando de las comunicaciones de un grupo social. La cultura puede ser concebida como una red de significados dentro del cual los objetos, los seres, las acciones y las personas cobran un sentido, una utilidad y un valor. La vida en sociedad es una permanente recreación y/o producción de significados.
¿Cultura o culturas?
La realidad social es plural y conflictiva: no existe una cultura sino gran cantidad de culturas o subculturas. Las sociedades cambian a partir de la negociación y la lucha sobre los significados, porque las cosas no significan lo mismo para todas las personas. Por eso, nos enfrentamos con dificultades cuando intentamos aplicar un concepto único de cultura a la comprensión de nuestra sociedad, por ser esta pluralista, diversificada y sumamente compleja.
La noción de cultura se liga muy estrechamente con cierto tipo de actividades e instituciones. La función de las instituciones escolares es trasmitir culturas o tradiciones públicas. La escuela se propone introducir a sus miembros en cuerpos de saberes públicos, compartidos por muy distintos miembros de la sociedad. La actividad de la docencia existe por la necesidad de introducir a los niños y los jóvenes en un cuerpo de conocimientos, actitudes y capacidades técnicas que constituyen un patrimonio social reconocido, y, como las culturas, el contenido de la educación es trasmitido, aprendido y compartido.
Culturas, identidades, especializaciones
Una persona participa de tantas culturas como grupos e instituciones frecuenta, y, por verse implicado en ellas, suele desarrollar modos de ver, saberes y lenguajes propios de cada una de ellas. La situación familiar y eco que posee cada persona sigue siendo un determinante muy importante de sus preferencias culturales, aunque esto ha cambiando mucho en las últimas décadas.
Aprender a ser un miembro adulto de la sociedad implica internalizar ciertas pautas (lenguaje, percepción, gestos) comunes al conjunto de ésta. Pero insertarse en una sociedad también implica necesariamente una especialización de los saberes y de la identidad de la persona.
El contenido a enseñar es el producto de un proceso de selección cultural
Las culturas son las productoras
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