Resumen del libro: “Cómo escribir claro”
Enviado por Renato Castro Serrano • 24 de Enero de 2017 • Resumen • 852 Palabras (4 Páginas) • 561 Visitas
Realizado por: Renato Castro
Resumen del libro: “Cómo escribir claro”
La escritura es comunicación. Causar emociones no es el principal objetivo de un texto, lo principal es hacer entender la idea que queremos transmitir, de forma clara. El modo de escribir demuestra más de lo que parece sobre el autor. La complejidad del tema no es excusa para no intentar escribir claramente.
Cuando la escritura es comunicación, el lector es lo más importante. El sentido de un texto depende de la percepción del lector. Si uno no tiene claro lo que va a escribir, no será capaz de transmitirlo.
Antes de ponerse a escribir, hay que saber qué vamos a decir. Si el escritor no sabe bien qué dirá, el orden se resiente y el interés del lector, también.
Escribir bien no es fácil, todo lo que quiere hacerse bien requiere un esfuerzo. La escritura es pensar.
El lector no estará junto al escritor para hacerle una pregunta cuando algo no entienda, por lo tanto el escrito debe ser lo suficientemente claro. Los escritores se preocupan mucho sobre cómo decir algo.
Lo importante es escribir con sinceridad, el estilo se adquiere con el tiempo. Expresarse con sinceridad es difícil, la precisión es igual de difícil.
La impaciencia por demostrar es más común entre escritores inexpertos o incautos: quieren demostrar que saben escribir y que su pluma es más fina que las otras. En cambio, ocurre que su estilo se vuelve rebuscado y plomizo. El estilo es el reflejo de la personalidad.
El sistema educativo es la primera fuente de errores: Nadie enseña cómo escribir o a cuidar el estilo, pero sí bajan puntos por las faltas de ortografía.
Un error muy común es creer que se sabe escribir cuando se utilizan palabras rebuscadas o expresiones innecesarias para expresar ideas simples.
Un texto puede llevar bromas, pero si se está seguro que van a ser graciosas. Como regla general, no usarías.
Un ensayo es una prueba, un intento de entender algo y contarlo. Para empezar a escribir solo se debe probar. Para probar con criterio hay que conocer lo bueno, leyendo mucho.
Es necesario establecer un plazo, que nos evite posponer la tarea de escribir. Si no tenemos un plazo obligatorio, debemos obligarnos nosotros.
En un texto siempre sobran palabras. El reto es acertar cuáles. El mejor camino hacia la claridad es la simplicidad.No es conveniente agregar palabras para adornar el texto. Las palabras sin sentido distraen y confunden al lector.
Los adjetivos, en cuentagotas: La abundancia de calificativos hace el texto pesado. Si es necesario resaltar algo puntual con un adjetivo, se lo puede hacer. Si se añade más, el que deseamos destacar pasará desapercibido.
Los adverbios de cantidad positivos sobran más de lo que parece: Si se usan, que sea por necesidad. Las muletillas, fuera. Hay que evitar los recursos vacíos.
Los adverbios en “-mente” son excesivos. Solo deben utilizarse si son imprescindibles. El presente continuo molesta. El presente simple muchas veces es necesario y suficiente. Las expresiones redundantes cansan.
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