Resumen libro "la caja"

RESUMEN “LA CAJA”

En la sociedad del siglo XXI vivimos inmersos dentro de nuestra propia burbuja, muchas veces sin prestar mayor atención a quienes nos rodean, sus sentimientos, aspiraciones y pensamientos. Esto es lo que ilustra el autor por medio del libro la caja, un texto entretenido que por medio de los ejemplos que en él se plasman permite reflexionar acerca del comportamiento que a diario tenemos con las personas.

La historia gira en torno a Tom Callum un empleado que ingreso a una compañía llamada Zagrum, en la que tienen la tradición de realizar una charla con el vicepresidente ejecutivo Bud Jefferson, quien les platica del secreto para que la compañía siempre sea la mejor.

El relato inicia cuando Bud le manifiesta a Tom que tiene un problema, y todos saben que lo tiene menos él, aquel problema es la ceguera en la que la persona no reconoce que posee un problema y por tal motivo no busca la manera de luchar contra él. Aquella ceguera es al autoengaño que es completamente destructivo y en Zagrum tiene el nombre de “estar en la caja”, que implica permanecer apartado, cerrado y cegado.

Los individuos responden a estímulos, por ejemplo, en una empresa un empleado reacciona a lo que su jefe le diga u ordene. Que el empleado lo realice con buena actitud o no, radica en la manera en que el jefe transmite el mensaje y como el trabajador lo percibe. Cuando el empleado nota que su jefe le interesa más la opinión de la persona que la persona en sí misma, el empleado no hará las cosas con gusto, ya que sabe que realmente no tiene ningún valor para quien le da órdenes, y por el contrario es considerado como un objeto. Eso implica que quien manda está dentro de la caja.

Cuando una persona no se autoengaña (estar fuera de la caja) surgen sensaciones sobre querer realizar acciones en pro del beneficio de quienes nos rodean, no obstante, en el momento en que ponemos nuestras necesidades y deseos por sobre los de los demás nos estamos autotraicionando, o que implica que ingresamos en la caja.

Cuando entramos en la caja sucede que vemos el mundo de una manera distorsionada y justificamos nuestras malas acciones con los defectos de los demás que con el tiempo se convierten en nuestros propios defectos. Adicionalmente cuando esto pasa maximizamos nuestras virtudes y exageramos los defectos de los demás. Estar en la caja no es solo un problema para nosotros, por el contrario, es algo que afecta a los demás ya que por medio de nuestra actitud inducimos a las personas a que también entren en la caja.

Salir de la caja es más complicado de lo que parece ya que como se dijo anteriormente la persona no sabe que tiene un problema, y cuando se lo dicen no suele reconocerlo. Sin embargo, para resolver el problema es necesario reflexionar acerca de nosotros y quienes nos rodean, dándonos cuenta de que los motivos por los que a veces tratamos mal a la gente realmente no tienen mayor importancia y se pueden arreglar civilizadamente. La solución es ver a las personas como personas, con necesidades, aspiraciones y sentimientos como los de nosotros.

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