Resumen para estresados e impacientes.
Enviado por christopher1996 • 28 de Noviembre de 2016 • Resumen • 13.704 Palabras (55 Páginas) • 564 Visitas
Resumen para estresados e impacientes
Este primer punto es para los estresados, para los impacientes, para los que no tienen tiempo. Siempre que empecemos a leer un libro sobre actitudes positivas lo hacemos con ganas de mejorar y ponernos muchos propósitos.
Hay un libro fantástico de Jean Giono que se llama El hombre que plantaba árboles, simple y genial. Se trata de un hombre que se pasa la vida plantando árboles y convierte un desierto en un inmenso bosque.
Si cada persona plantara una alegría y entusiasmo en otra persona, al final este sería un mundo lleno de locos entusiastas. Pienso que el verdadero bienestar no es sólo un estado externo, sino también una situación anímica, un estado mental y emocional.
La gran mayoría de las personas sólo se sienten bien y alegres como reacción a las circunstancias favorables, pero hay una alegría mucho más profunda, estable y segura y que no es una mera reacción a situaciones externas, sino que nace de lo más profundo de uno mismo cuando nuestras actitudes son correctas. La felicidad es la paz interior, la calma mental, la serenidad. Sin esta, no podemos disfrutar de las alegrías externas.
El apego engendra ansiedad, avaricia, temor, celo y odio. No se trata de inclinarnos por una inútil austeridad o malsana tacañería, sino de disfrutar de las cosas externas sin dejar que nos posean. El punto crítico reside en controlar nuestra actitud y, para ello, la clave está en fomentar las emociones positivas y en limitar y reducir las negativas.
Para ello hay que tener claro el sentido de nuestra vida y aprender a relativizar, ser agradecido, mantener un equilibrio entre los diferentes roles de nuestra vida. Uno de los mejores propósito de la vida es luchar para ser una persona mejo, aprender a vivir es aprender a ser. Para desarrollar nuestra calma mental debemos buscar momentos para pensar, aprender a pensar para reconocer el sentido de nuestra vida y buscar momentos de silencio y reflexión; la serenidad está en el silencio es bueno aprender a estar en silencio para conectar con la persona que uno es realmente tenemos que dedicar tiempo a permanecer en silencio regularmente.
Thoreau “no basta con estar ocupados, las hormigas también están, la cuestión es qué te mantiene ocupado”. Es diferente hacer cosas que hacer grandes cosas, vivir que sobrevivir, disfrutar que “ir tirando”, cuidar de nuestra paz mental debería ser prioritario, pero claro, nunca hay tiempo para lo prioritario.
Vivir feliz tiene que ver con ser, no con tener, tampoco con hacer, simplemente con ser. El entusiasmo no es algo genético, es un hábito que pude desarrollarse, los genes pueden predisponer, pero al final es una forma de gestionar los pensamientos ante las circunstancias.
¿Cómo se más entusiasta?
Primera opción: esperar que las circunstancias sean favorables, a que la vida nos sonría; esta es la opción de los mediocres.
Segunda opción: aprender a pensar sano, a gestionar los pensamientos, a elegir los positivo y eliminar los negativos.
- El gran objetivo en esta vida es luchar cada día para ser mejor persona y ayudar a los demás, esa es la única manera de tener una vida plena y gratificante.
- ¡Disfruta! Disfruta con todo lo que haces y con todos. “El truco no consiste en hacer lo que te gusta sino en que te guste lo que haces “.
- ¡Se agradecido! No valoramos lo que tenemos; muchas veces no sabemos lo privilegiados que somos.
- ¡No te quejes! ¿Algo no te gusta? ¡cámbialo!, ¿no puedes? El mérito está en hacer lo que toca pero con buena cara, no llorando.
- ¡Ponte ilusiones! No vivimos de pasado ni de presente vivimos de cara al futuro, sino tienes ilusiones estas muerto.
- ¡Ayuda a los demás! No hay nada que llene como ayudar y hacer favores a los demás.
- ¡Reparte alegría! Desarrolla el sentido del humor. La madre Teresa de Calcuta decía; “ Nadie debería alejarse de ti sin sentirse mejor y más feliz”
- ¡Cuida a las personas que más quieres! Dedícales tiempo repíteles cuanto las quieres ten detalles con ellas, se amable con ellas
Bombillas con patas
Todas las personas somos bombillas porque trasmitimos sensaciones, emociones, sentimientos. Hay quien lo llama feeling, o química, pero lo cierto es que todos lo hemos experimentado. Un feeling lo notamos, no es racional, no es por la ropa, ni por la cara, ni por el tono, es simplemente lo que trasmite esa persona.
Pero no todos trasmitimos lo mismo, en la vida hay personas que van a 30.000 vatios y personas que van fundidas entre 0 y 30.000 estamos todos: pero nos gustan las personas que van a 30.000, las que transmiten alegría entusiasmo, optimismo, honestidad, serenidad, transparencia, confianza, esas personas brutales que de vez en cuando tenemos la suerte de conocer.
En la vida, todos transmitimos esas energías positivas o negativas, y los demás captamos. En nuestras relaciones con los demás, esa energía que dependemos es fundamentalmente para determinar la calidad de las mismas porque en la vida nos va según lo que transmitimos. Hay personas que transmiten sin ni siquiera verlas, transmiten por teléfono, o por email.
Transmitir no quiere decir ser ruidoso o extrovertido, hay personas muy extrovertidas que transmiten mucho, pero también las hay muy pesadas. Al mismo tiempo, hay personas introvertidas muy aburridas y que no transmiten nada, pero también las que transmiten, ¡y mucho! Transmitir tiene que ver con enamorar, con irradiar una serie de virtudes, esto es lo que tienen las personas que van por la vida a 30.000. Todos podemos ir a 30.000 es una decisión personal.
Lamentablemente, estamos en un entorno que no ayuda. Muchas personas están desanimadas, se han ido fundiendo. No porque sean malas personas o débiles. No, no. Simplemente porque estamos viviendo en un entorno que tiende al desánimo. La crisis económica, los problemas sociales, la poca credibilidad de la clase política, la inestabilidad laboral, la inseguridad creciente que tenemos respecto al futuro, etc.
Pero el hecho es que estamos perdiendo la pasión, estamos perdiendo la ilusión, las ganas, la energía, el compromiso, la alegría por hacer cosas. Cada mañana nos levantamos con menos energía, con menos entusiasmo, no tenemos ganas ni de hablar. Estamos en un entorno que no acompaña.
Mantener el ánimo supone ir a contra corriente, requiere un esfuerzo enorme, porque no es fácil perderlo y muchas personas lo han perdido sin darse cuenta, porque el ánimo se pierde progresivamente sin que lo percibamos. Los cambios en el ánimo son tan pequeños y tan imperceptibles que casi no los notamos. Nuestro estado de ánimo puede haber ido disminuyendo paulatinamente en los últimos tiempos sin darnos cuenta.
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