Resumén: "Otra Maldad De Pateco"

Título

El título de “Otra Maldad de Pateco” es literal porque en el cuento hay un personaje que se llama Pateco Patadecabra que le hace una maldad a una familia. Pateco Patacabra tenía la pata de una cabra y le quería hacer una maldad a la familia Montero. La maldad era una muy fea, la misma era relacionada al bebé de Doña Amalia Montero.

Autor

“Otra Maldad de Pateco” fue escrita por Ana Lydia Vega. Nació en Santurce, el 6 de diciembre de 1946, en la época de los hippies. Cultivó los siguientes géneros: cuentos, un guión cinematográfico y ensayos. Obtuvo un bachillerato en artes en el 1968. Con su conocimiento de Francés desde pequeña, se fue a Francia para hacer su maestría (1971) y su doctorado (1978) en literatura francesa en la Universidad de Provence. En Francia conoció a su compañero Robert y con el tuvo a su hija Lolita. Regresó a Puerto Rico y fue profesora en la Universidad de Puerto Rico, donde conoció a Carmen Lugo Filippi y Ruth Fernández Torres. Con ellas y Robert publicó Le francais vécu (El francés vivido). Luego publicó Vírgenes y mártires junto a Carmen Lugo Filippi. El éxito de este libro la inspiró a escribir sus dos mejores libros. El primero fue Encancaranublado y otros cuentos de naufragio, el cual fue publicado en el 1982 y premiado en el certamen del 1982 de Casa de las Américas. El segundo libro fue Pasión de historias y otras historias de pasión, publicado en el 1987 y para el que recibió el premio Juan Rulfo Internacional de Parií. Su pasión de cine se ve en el guión de la película La Gran Fiesta.

Personajes

Los personajes principales de este cuento son José Clemente, Mamá Ochú, Pateco Patadecabra y el dios Ogún. José Clemente es el bebé de Doña Amalia Montero que salió con la cabeza negra y el cuerpo blanco. Los Montero no lo querían y se lo dieron a un soldado para que lo dejara abandonado en el monte. El soldado no hizo esto y se lo dio a Mama Ochú, una curandera que se hizo cargo del bebé y lo crió. Pateco Patadecabra es el personaje que hizo la maldad a los Montero y es el responsable por la cabeza negra y el cuerpo blanco del bebé. Ogún es un dios de la santería que se le apareció a José Clemente cuando estaba llorando y le dijo que parara de llorar y que su color de piel se iba a relevar. Los personajes secundarios incluyen a los siguientes: María Laó, quien José pensó que era la Princesa Moriviví; la familia Montero, que consistía de Doña Amalia Montero y Don Felipe Montero; Cristóbal, el esclavo que fue mandado a abandonar al niño de los Montero; Changó, quien es el dios del fuego, relámpago y rayos; Orula, que es el dios principal; los esclavos también son personajes secundarios porque son a quienes José escoge salvar; la comadrona quien ayudó a Doña Amalia Montero a dar a luz; el papá de María Laó es a quien María trato de salvar del fuego.

Argumento

Los Montero eran dueños de un ingenio azucarero. Tenían veinticinco esclavos negros que trabajaban y sufrían desde el amanecer hasta el atardecer. Pateco Patadecabro de lo travieso que era le quería hacer una maldad a los Montero. El metió su pezuña en tinta china y le echo por encima harina de trigo . La maldad a los Montero consistía de que el bebé que Doña Amalia Montero iba a tener salió con la cabeza negra y el cuerpo blanco. Cuando Dona Amalia vio el bebé ella lo llamo una “bestia bi-color” y un “monstruo”. Se puso pálida. Lo primero que ella pensó fue en que dirán las otras personas. Don Felipe Montero pensó que fue infiel pero ordenó al esclavo Cristóbal que dejara al bebe abandonado en el monte. Cristóbal no hizo el mandado y le llevó el bebé a una curandera llamada Mamá Ochú. Ella vivía en una casita cerca del río de la Plata. Mamá Ochú llamó al niño José Clemente y le dijo que nunca podía salir de la casa sin el permiso de ella. La única distracción que tenía José Clemente eran las fantasías. Éstas incluían cuentos de Pateco, Calconte y la Gran Bestia, de Juan Calalú y la Princesa Moriviví. Un día José Clemente le preguntó a Mamá Ochú el porqué era blanco y ella negra. Mamá Ochú se puso nerviosa e hizo el signo de la cruz tres veces y una al revés. En la casa no habían espejos y José no se podía ver la cara y pensaba que era completo blanco. Mamá Ochú no dijo la verdad. Dijo que porque así lo quería Changó. José estaba bien con esa respuesta o así parecía. Después volvió y vino a hacerle otra pregunta. Le preguntó de que color eran sus ojos y su pelo. Mamá Ochú dijo que los ojos eran azules y el pelo amarillo. Siguieron pasando los años y José se puso alto y fuerte. Un día las ventanas de la casa se abrieron con el viento y en ese mismo instante pasaba una esclava llamada María Laó que se iba a bañar en el río. Cuando la vio José Clemente, pregunto

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