Rey Duschanta

La historia nos habla del Rey Duschanta y la joven doncella Sakuntala. Ambos se conocen una tarde en el bosque, mientras el Rey las observa regar los árboles y hablar sobre cómo les gustaría encontrar a un esposo. En el momento en que observa a Sakuntala queda maravillado por su delicada belleza. Y como todo al asunto de las castas era un gran problema en ese entonces, prácticamente ruega porque ella pertenezca a una en la que no se le prohíba desposar.

Todo sucede relativamente rápido y ellos se casan. Él le obsequia su anillo como prueba del matrimonio.

Sakuntala es maldecida con el olvido de su marido, a menos que ella tenga algo que le ayude a recordar para romper la maldición, él nunca la recodaría. Ella sabe que tiene el anillo, por lo tanto hace caso omiso al hecho de la maldición y emprende su viaje hacia el castillo.

En el camino tiene que cruzar un río y ahí es cuando se pierde su anillo en las profundidades del agua azul. Sigue adelante y cuando llega a su destino se da cuenta de que la maldición se ha cumplido, pues Duschanta ya no la reconoce, por lo tanto no tiene a donde ir. Cuando busca a Kanva, éste la abandona.

El anillo que Duschanta le dio a Sakuntala es encontrado, la maldición se rompe pero ya es demasiado tarde, pues Sakuntala se ha ido y él tiene deberes con su pueblo. Sin embargo, tiempo después, Duschanta se encuentra con un niño en el bosque, se entera de que es el hijo de la hija de una Aspara y que ha nacido en la selva sagrada. Su corazón se llena de esperanza ante la posibilidad de que él sea su hijo y que haya encontrado a su amada Sakuntala. Cuando el niño confirmó que su padre se llamaba Duschanta de inmediato apareció Sakuntala, ligeramente diferente a lo que el Rey recordaba.

Ambos volvieron a estar juntos de nuevo después de que el malentendido se aclaró.

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