Romeo Y Julieta

BALTASAR Entonces está bien y nada puede ir mal. Su cuerpo descansa en la cripta de los Capuletos y su alma inmortal vive con los ángeles. Vi cómo la enterraban en el panteón y a toda prisa cabalgué para contároslo. Perdonadme por traeros malas nuevas, pero cumplo el deber que me asignasteis.

BALTASAR Calmaos, señor, os lo ruego. Estáis pálido y excitado, y eso anuncia alguna adversidad.

BALTASAR No, señor

BALTASAR Me iré, señor, y no os molestaré.

BALTASAR [aparte] Sin embargo, me esconderé por aquí. Su gesto no me gusta y sospecho su propósito. [Se esconde.]

BALTASAR Un amigo, alguien que os conoce.

BALTASAR Así es, venerable señor, y allí está mi amo, a quien bien queréis.

BALTASAR Media hora larga.

BALTASAR Señor, no me atrevo. Mi amo cree que ya me he ido y me amenazó terriblemente con matarme si me quedaba a observar sus intenciones.

BALTASAR Mientras dormía al pie del tejo, soñé que mi amo luchaba con un hombre y que le mataba. [Sale.]

BALTASAR A mi amo hice saber la muerte de Julieta, y desde Mantua él vino a toda prisa a este lugar, a este panteón. Me dijo que entregase esta carta a su padre sin demora y, al entrar en la tumba, me amenazó de muerte si no me iba y le dejaba solo.

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