SOBRE LA MUERTE Y LOS MORIBUNDOS

INTRODUCCION

La doctora Elizabeth Kübler-Ross es una de las iniciadoras y principales impulsoras del movimiento de la Tanatología; Es por eso que se le conoce también como “la madre de la Tanatología”.

Elisabeth Kübler-Ross era de origen suizo y estudió medicina con la idea de poder ir a la India como misionera laica. Sin embargo, la vida tenía una idea diferente de lo que debía hacer y de alguna forma terminó viviendo en Nueva York, donde trabajaba con enfermos mentales (a pesar de que la psiquiatría no era su rama de mayor experiencia). A base de pasar tiempo con ellos y escucharlos, logró que en 4 años muchos pudieran tener una vida libre y autónoma, en la que aceptaban sus responsabilidades y podían vivir sin ayuda de otras personas.

Después comenzó una labor de acompañante de enfermos terminales de todas las edades. Utilizando la misma técnica que había empleado con los enfermos mentales de escuchar y estar abierta a lo que estos pacientes tenían que decir, elaboró un esquema de las etapas por las que una persona que se enfrenta a la enfermedad, a la muerte o a la pérdida de un ser querido atraviesa, las "cinco etapas de aceptación de una pérdida": negación, cólera, negociación, aceptación y reconciliación con el proceso.

La doctora continuó haciendo trabajo con enfermos terminales hasta el final de su vida, falleció el 24 de agosto de 2004 y dejó como legado a cientos y cientos de familias sanadas gracias a su intervención y conferencias, y 14 libros publicados acerca del buen morir.

Uno de ellos es del que hablaremos y analizaremos a continuación.

Negar la muerte como hecho individual o social, tiene una importante consecuencia: la falta de preparación psicológica cuando se presenta el trance; especialmente en el paciente, pero también en los allegados o el equipo de salud que lo atiende.

Sobre la muerte y los moribundos cubre esta carencia. A través de la identificación y comprensión de los sentimientos de los moribundos, esta obra muestra cómo controlar dichas emociones y cómo transformar las actitudes para aliviar el sufrimiento psicológico. Por ello, este libro es no sólo indispensable para profesionales de la salud, sino también para todas las personas que deseen abordar el tema de la muerte con responsabilidad.

DESARROLLO

La autora comparte dos años de sus experiencias, ella busca conocer los procesos y reacciones psicológicas por las que atraviesa todo paciente durante su último período de vida, buscando la comprensión y la aceptación del proceso de muerte, intentando brindar un ambiente digno, de respeto y de paz para todo paciente terminal.

En el capítulo 1, nos habla sobre el “miedo a la muerte”. Kubler-Ross afirma q hoy en día hay más viejos, y por lo tanto, cada vez hay más personas con enfermedades malignas y crónicas que se asocian con la vejez; y debido a esto en las salas de espera de los hospitales hay más personas con problemas emocionales en su mayoría pacientes ancianos que no solo tratan de vivir con sus facultades físicas disminuidas y sus limitaciones, sino que además se enfrentan en soledad y aislamiento con todos sus dolores y su angustia, por lo tanto estos pacientes deben ser tratados por otros profesionales de la salud como psicólogos o asistentes sociales; y debido a la falta de este tipo de atención es q en ellos crece el miedo a la muerte.

Kubler-Ross afirma que para nuestro inconsciente, es inconcebible imaginar un verdadero final de nuestra vida aquí en la tierra, y si esta vida nuestra tiene q acabar, el final siempre se atribuye a una intervención del mal que viene de fuera. En términos más simples, en nuestro inconsciente solo podemos ser matados; nos es inconcebible morir por una causa natural o por vejez. Por lo tanto, la muerte de por si va asociada a un acto de maldad, es un acontecimiento aterrador.

Incluso en muchas culturas tienen rituales para protegerse de la persona muerta, que es considerada “mala” y todos se originan en ese sentimiento de ira que aun existe en todos nosotros, aunque no nos guste admitirlo. La tradición de la lapida sepulcral puede que tenga su origen en este deseo de mantener a los malos espíritus allá abajo, así que el miedo a la muerte es “Universal”.

Se menciona algo muy cierto y es que vivimos en una sociedad en la que la muerte se considera un tabú, en la que hablar de ella se considera morboso y es por esto q es muy importante sensibilizar a nuestros pacientes a hablar de este tema ya que esto les prepara para aceptar con mayor tranquilidad el acontecimiento

ACTITUDES CON RESPECTO A LA MUERTE Y AL MORIBUNDO

Hoy en dia la sociedad vive empeñada en eludir e ignorar la muerte, los que estamos relacionados en el campo de la medicina nos damos cuenta de que ha dejado de ser una profesión humanitaria y se ha convertido en una ciencia despersonalizada que solo sirve para prolongar la vida más que para disminuir el sufrimiento humano. Sin duda se debería combinar en los estudiantes del área de la salud la enseñanza científica con una insistencia similar en las relaciones humanas.

Y del mismo modo en que los profesionales del área médica se niegan a afrontar el tema de la muerte con sus pacientes la sociedad en general lo hace, las personas piensan que si no se puede negar la muerte, se puede dominar; un claro ejemplo son los adolescentes que manejan a alta velocidad creyendo que a ellos no les pasara nada y si ven algún accidente simplemente se “alegran de no ser ellos” sin cambiar sus actitudes, es decir desafían a la muerte.

Volviendo a los dilemas médicos, donde a los estudiantes se les enseña a prolongar la vida, pero no se les habla mucho del concepto de vida.

Se cita un ejemplo que nos muestra estas actitudes, donde se habla del señor con esclerosis múltiple que se encuentra con respirador y de ninguna manera puede comunicarse, el personal de enfermería se limita a hacer sus actividades sin siquiera saludarlo o indicarle lo q le van a realizar y del mismo modo su médico hace lo imposible por mantenerlo con vida pero dejando de lado el trato humanitario; al final el médico se da cuenta que debe hacer algo mas por el y se permite a el mismo hablar con su paciente respecto a su inquietud que tiene de si puede ayudarlo de otra manera el paciente logra comunicarle lo incomodo que se siente con el trato del personal y le dijo q el no temía morir sino vivir y le pidió que ya que el había tratado de sacarlo con tanto empeño pues que le ayudara a vivir, y fue hasta ese momento en q el médico pudo comunicarse con su paciente y supo sus deseos q el se sintió en paz. Tan simple como la comunicación con nuestros pacientes, es de suma importancia darnos el tiempo para conocer lo que ellos kieren y piensan; es decir,

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