Samanta Schweblin
Enviado por nanupower • 25 de Junio de 2015 • 1.028 Palabras (5 Páginas) • 419 Visitas
Este ensayo tiene como objeto de análisis la obra “Distancia de Rescate” de Samanta Schweblin utilizando como base lo aprendido en las clases de lectura, comprensión y producción de textos.
En oportunidad Samanta Schweblin nos hace adentrarnos en una historia donde no es posible no sentir presión mientras transcurre, donde la rapidez prepondera y hacen que nuestros ojos quieran avanzar más velozmente de lo que son capaces, y nos acelera el corazón a tal punto que nos hace sentir allegados a los personajes, como si también nosotros formáramos parte de la historia. Esa aceleración que inicia cuando leemos por primera vez la voz de David, o ¿Por qué no, decir, escuchamos? Esa voz que nos induce a ser pacientes, y a que esperemos al momento indicado para saber cuál fue el punto exacto en el que él tanto hace hincapié.
Dentro de toda la fantasía prevalece la realidad, la toxicidad que deambula por el campo es un hecho real. El aire del campo con sabor a libertad es efímero, pues en él se esconde con delicadeza un peligro del cual se quiere escapar, el peligro que es dueño de la ciudad, la contaminación, que en este caso se reduce a los agroquímicos utilizados en las plantaciones.
Al ser su primer novela, la autora, pudo lograr de una manera muy eficaz mantener al lector pendiente de la historia, ansioso y desesperado, sabiendo desde un principio cómo todo terminaría, pero de todas maneras con la necesidad de llenar ese vacío de saber qué fue lo que pasó, ¿Que ocasionó la enfermedad de Amanda, cómo se produjo, si se pudiese regresar el tiempo atrás, cómo se podría evitar dicho suceso?
Desde el comienzo de “Distancia de rescate”, Samanta nos introduce a un relato a doble voz, en el cual predomina la visión de los hechos de solo uno de ellos, es decir, desde la perspectiva de Amanda. (HIPOTESIS)
La autora sitúa las palabras de Amanda en su boca, o mejor dicho, dibuja sus palabras en un papel, a través de su narración enfatiza el hecho de que los ojos de Amanda son los que nos permiten seguir adelante con el relato.
Se trata de una focalización interna, en donde un personaje dentro de la novela es el agente focalizador, Amanda es quien, a través de su perspectiva nos presenta lo sucedido días atrás, desde su llegada al pueblo.
Según el autor Bal Mieke, “la focalización deriva de la fotografía y el cine”, o sea que no es objetiva, tal como en este relato. Suponiendo que Amanda es la “cámara”, David es quien opera la cámara, elige hacia donde enfocar, y cuando el lente se desvía, David encuentra la manera de hacer que su “cámara” apunte nuevamente hacia donde él lo requiere.
Teniendo en cuenta que la percepción constituye un cierto proceso psicológico, citaré al igual que Pampillo a Bal Mieke: “Cuando los indios de Centroamérica vieron jinetes por primera vez, no vieron lo mismo que nosotros cuando observamos a gente cabalgando. Vieron monstruos gigantescos, con cabezas humanas y cuatro patas. Tenían que ser dioses”. Entonces, podríamos decir que Amanda no tenía un grado muy elevado de familiaridad con
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