Siddhartha.
Enviado por Gustavo Alderete • 20 de Mayo de 2016 • Reseña • 1.749 Palabras (7 Páginas) • 437 Visitas
Siddhartha
Ficha Bibliográfica:
Título: Siddhartha.
Autor: Hermann Hesse,1950.
Nº de páginas: 211.
Editorial: Plaza & Janés Editores, S.A.
Colección: Ave Fénix.
Edición: decimosexta edición, marzo 1999.
Reseña elaborada por: Gustavo Daniel Pérez Alderete
La búsqueda vocacional como una tarea personal, en la que cada individuo se reconocerá como el protagonista, pero valiéndose de los recursos que encuentre en su camino para favorecer y enriquecer esa búsqueda.
Esta es una novela escrita en 1992 tras la primera guerra mundial; principalmente el éxito de esta obra se dio tiempo después de su publicación; después de que el autor gano un premio nobel en 1946.
El autor del libro es alemán, pero escribió esta novela después de haber vivido 10 años en la india. Hesse se fue a la India tras el fracaso de los tratamientos de psicoanálisis para tratar los traumas de la guerra, fue una recomendación de su mamá que era hindú. Por eso este es uno de sus libros más esperanzadores porque es un homenaje a la paz que le dio el budismo.
Este libro, relata la vida de Siddhartha, el hijo de un brahmán que decide emprender un viaje junto a su amigo Govinda para buscar ese punto máximo de la espiritualidad, Siddhartha es un hombre más iluminado que los de su comunidad y, Nos ayuda a entender un poco la cultura del budismo, sin tener que ser una historia persuasiva.
Al igual que Siddhartha, debemos de salir a buscar lo que queremos encontrar, ser diferentes y arriesgarnos a conocer más sobre nosotros mismos, es muy importante que luchemos día a día con las adversidades que vengan en nuestras vidas, esto nos ayudara a ser más valientes y a enfrentarnos con mayor facilidad a los problemas que podamos vivir en un futuro.
Cada uno de nosotros estamos en busca de nuestra vocación, esta búsqueda tampoco es nada fácil, Dios nos va dando motivaciones, que claramente con el tiempo van cambiando, y estas mismas nos llevan a un camino al cual vamos adquiriendo una felicidad más grande; en lo personal me pasó algo parecido, actualmente estoy en un proceso de formación con los hermanos lasallistas, que, para entrar a él, mi primera motivación fueron unas papas y un refresco, ¿por qué esto? Suena ilógico y tonto, pero si no hubiera sido por esto jamás me hubiera llamado la atención en ser parte de un grupo que se llamaba Parmenia, este grupo era para jóvenes de 3° de secundaria hasta 3° de prepa que tenían alguna inquietud para ser hermano, claro que yo no conocía a los hermanos y mucho menos quería ser uno, solo entre por las papitas gratis y el refresco. Cuando fui a la primera sesión me gustó mucho porque jugábamos, comíamos y teníamos solo un pequeño momento de oración, hasta aquí todo iba bien; un día el Hermano Juan Ignacio Alba Ornelas me invita a un retiro para chavos que les interesa la vocación como hermano, y he aquí otra motivación, el retiro sería en Gómez Palacio, Durango; cerca de esta ciudad se encuentra el estadio del Santos Laguna, que casualmente es al equipo que yo le voy, y por eso es que asisto a este retiro; llega el momento de ir al retiro, fui al estadio del Santos y resulta que fue lo que menos me importo del retiro, lo que más me gustó fue que conocí a diferentes hermanos que eran jóvenes y chavos de diferentes escuelas lasallistas de México y todos eran muy alegres, me gustó mucho el ambiente y me quede con ganas de ir a otro campamento. Pasó el tiempo y me invita a otro campamento, pero este sería de tomar una decisión importante, entrar a una casa de formación, me gustó mucho pero además surgió una nueva motivación, salir de mi casa y sentir que era estar lejos con chavos de mi edad que estuvieran en la prepa y viviéramos en una misma casa, esto se me hacia una idea muy padre y decidí entrar; al momento de ingresar en esta casa de formación mis motivaciones fueron cambiando y se iban haciendo más serias, me estaba dando cuenta que mis motivaciones fueron cambiando hasta llegar un punto en el que yo me veo como hermano, porque ahora mi motivación era dar reflexiones, clases y formar parte de una comunidad de hermanos.
Para que podamos ir siguiendo estos pasos, debemos interpretar las experiencias de nuestra vida como lo ha hecho Siddhartha, como lo he hecho yo, como lo deberíamos de hacer todos los que queramos llegar a una felicidad plena; en esto tenemos que ir tomando riesgos que en ocasiones nos va bien y en otras no tanto. Hay que ir descubriéndonos como personas, ser capaces de reconocer de lo que somos capaces, de lo que no, de nuestras aptitudes, de nuestros defectos, y con ellos entender que me hacen ser quien soy y que jamás vamos a dejar de aprender y las nuevas personas que conocemos, las experiencias que tenemos nos hacen ir cambiando algunas cosas para poder ir mejorando, tal como Siddhartha era un hombre que en su camino adquirió ser un hombre que sabía cómo ayunar, meditar y esperar, pero al momento que conoce a Kamala ella le enseña cosas del amor, al conocerla se da cuenta que el amor es algo importante y decide agregarlo a su vida, se integra a otro mundo con personas distintas, con nuevas ideas; al igual paso con mi vocación, tal vez no vino Kamala para darme a conocer cosas del amor, pero si he conocido a los hermanos que me han dado a conocer una vocación de vida en la cual tengo la seguridad de que viviré con una comunidad de hermanos, que mi trabajo será en base a la educación y que además viviré como religioso consagrado a Dios. Para que podamos entregarnos completamente a Dios, primero hay que saber quiénes somos y entregarnos a nosotros mismos, y una parte fundamental es la oración, que nos va fortaleciendo y nos va haciendo tener una comunicación más cercana a Dios hasta llegar al punto de querer entregar mi vida por completo a Él a través de los demás.
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