Spelling be

  PROLOGO

        Es casi ineludible en la actualidad hablar de deportes de contacto sin mencionar la importante labor que desempeña la esquina de un peleador. Llámese Manager, Second o Cutman cual quiera que sea el rol asumido, la tarea que se asigne, la amistad con el peleador, la euforia o tristeza vivida en cada uno de los combates. Sin duda siempre será el mejor lugar para ver una pelea; de principio a fin se vive tras bambalinas la adrenalina del momento, las miles de almas coreando el nombre del peleador, un sonido ensordecedor, entre reflectores y flashes se aprecian banderas o pancartas respaldando a tu esquina, es casi imposible no involucrar tus emociones cuando atraviesas cada una de la áreas mientras un camarógrafo atiende cada pestañeo del equipo y aun cuando se tiene conciencia de lo importante que llega a ser cada uno de los elementos, no se les da la suficiente relevancia que merecen. Salvo últimamente la labor de “cutman” ha cobrado notabilidad los últimos años debido a la proyección dada por las principales empresas a nivel mundial e incluso hasta en encuentros de talla olímpica. Ya se está dando la importancia apropiada para esta noble labor de atender las heridas de un guerrero, ha sido casi de dominio popular que los boxeadores (peleadores) ocupan se les venden las manos para pelear, “Amarres” como se le denomina en el argot boxístico. Inherente a la labor de vendaje (amarre) están las curaciones, es decir atender cortes e inflamación captados a lo largo de la contienda. Como parte del equipo técnico del peleador. Cabe señalar que los pioneros de esta faena eran los mismos entrenadores del combatiente los que se desempeñaban como cutman.

Al cabo de los años se designó una persona en específico que cubriera esta tarea, lo que desembocó la profesionalización en este oficio de “hombre de las cortadas” por su traducción literaria. Misma que me atañe desde hace varios años. Es preciso  una remembranza a los grandes de este ámbito. Comenzando por el gran Vasil “Chuck” Bodak (RIP) oriundo de Indiana y un héroe de guerra fue el precursor de nuestra profesión. Considerado como patriarca de este oficio; esta inducido al salón de la fama del boxeo y atendió a más de 50 campeones mundiales Muhamed Ali, Julio Cesar Chavez, Tommy Hearns, Oscar de la Hoya, Evander Holyfield por mencionar algunos. Sin temor a equivocarnos sus manos atendieron a quienes a la post conforman la realeza del mundo boxístico. Recuerdo la primera vez que lo vi, no sabía quién era pero definitivamente intuí… He is somebody (Él es alguien) perdonando el anglicismo. Fue  en una película de Antonio Banderas y Woody Harrison. Play it to the Bone (hasta el último round) donde vi por primera vez aquel personaje excéntrico atendiendo en una esquina, su contraparte en la misma película. Era un pupilo de él;  Hasta entonces  permanecía en el anonimato. Su nombre, Jacob Duran. Mejor conocido como “Stitch” originario de Merced, California pero criado en Planada. Ex militar sirvió en la fuerza aérea, orgullosamente México-Americano se mudó a las Vegas a mediados de los noventas, quizás su incipiente fama que poseía  al momento de ser estrenada la película se debía en parte a la poca aceptación del público anglosajón hacia el MMA. Por tildarse de exceso de violencia y un acto atroz, fueron años sombríos los que vivieron los pioneros del maravilloso mundo del UFC. Desde entonces Jacob Duran se perfilaba como el cutman más importante en el mundo del MMA. Aún era un preparatoriano cuando vi esa película. Por aquel entonces jamás imagine que algún día me dedicaría a esto que tanto me apasiona. Tampoco imagine tendría la oportunidad de trabajar su lado, refiriéndome a Stitch. De quien me declaro discípulo y desde luego Adepto. Ambos son considerados los más grandes exponentes en su rubro. Chuck Bodak en el Boxeo y Stitch Duran en el MMA. Este último, atendió por más de una década la esquina roja de la principal liga de Artes Marciales Mixtas a nivel mundial, el UFC. A grandes rasgos, el atendió a los más grandes exponentes del deporte y presencio los trascendentales combates del catalogado Main Event (pelea estelar). Además de su singular personalidad es un claro ejemplo de que la grandeza siempre viene acompañada de una inmensa humildad. Evidentemente tanto el, como Bodak han pasado a ser los pilares de la labor de cutman a nivel profesional en sus respectivos campos.

Al igual que muchos que nos hemos contagiado con esta noble labor. Inicialmente comenzamos en el Box y después incursionamos en el  MMA. Como es mi caso, recuerdo como fue la primera vez que vi a alguien colocando protección en los puños de un peleador, de nueva cuenta una película me mostraba el apasionante  cosmos del Muay Thai. El filme protagonizado por Jean Claude Van Damme mostraba las costumbres ancestrales del lejano imperio de Siam. No puedo recordar el momento exacto que surgió dentro de mí la pasión por el deporte de contacto, solo estoy seguro de disfrutarlo al máximo desde entonces. Tal vez piensas que por esta razón quise ser cutman pero no es así, simplemente se todo lo que se necesita para subir a un ring o una jaula. Solo puedo afirmar que todos los peleadores me inspiran mucho respeto y es un honor atenderlos para mí. Aunque mis inicios provienen del Boxeo, deporte al cual venero. El MMA no le ha restado mi cariño al pugilismo, pero si me ha demostrado ser la disciplina más demandante en todo el orbe. Es precisamente lo exigente de este mismo, lo que nos insta más  a depurarnos como cuerpo técnico de una esquina. Esto de la mano con la creciente popularidad del MMA las últimas dos décadas.

...