Sultana
Enviado por deivedjordison • 11 de Octubre de 2013 • Tesis • 26.255 Palabras (106 Páginas) • 290 Visitas
JEAN P. SASSON
EDITORIAL ATLANTIDA
BUENOS ARES
Nota del Editor: Los conceptos y expresiones contenidos en este libro son de la exclusiva responsabilidad del autor, y por lo tanto el texto original ha sido respetado íntegramente.
Traducción: María del Molino (Barcelona) Revisión: Rosa Corgatelli (Buenos Aires)
Título original: PRINCESS
Copyright © 1992 by Jean Sasson
Copyright © 1*, 2*, 3*, 4*, 5* y 6* edición.
© EDITORIAL ATLANTIDA, 1992.
Copyright 1* edición de bolsillo © Editorial Atlántida, 1993.
Derechos reservados. Primera edición publicada por
EDITORIAL ATLANTIDA S.A., Azopardo 579, Buenos Aires,
Argentina. Hecho el depósito que marca la Ley 11.723.
Printed in Brazil. Esta edición se terminó de imprimir
en el mes de setiembre de 1993, en los talleres gráficos de
Companhia Melhoramentos de Sao Pablo, Industrias de Papel - Rua
Tito 479 - Sao Paulo - Brasil
I.S.B.N. 950-08-1190-1
Este libro está dedicado a Jack Creech
Desde el primer momento creyó en la importancia de contar la historia de Sultana. Sólo él conoce las angustias que pasé reviviendo mi larga amistad con Sultana al escribir este libro; él, más que nadie, me dio generosamente su apoyo emocional y su amistad en los momentos difíciles, mientras esta obra iba convirtiéndose poco a poco en una realidad.
La historia de la princesa Sultana es cierta. Aunque las palabras sean las de la autora, la historia es la de la princesa. Las sorprendentes tragedias humanas que aquí se describen son hechos reales.
Se han cambiado los nombres y se han alterado ligeramente algunos sucesos para proteger la seguridad de personas reconocibles. No es intención de la autora, ni de la Princesa, atacar o menospreciar la Fe islámica con el relato de esta historia real.
Agradecimientos
Tan pronto decidí escribir este libro, leí una y tra vez los diarios y las notas que Sultana me había confiado. Mientras seleccionaba las aventuras de su sorprendente vida para retratarlas aquí, sentía la emoción del detective. Sin embargo recaía en mí la solemne responsabilidad de desechar con sumo cui¬dado los sucesos que pudiesen acarrearle problemas. Las palabras son mías, pero la vida es suya.
Te agradezco, Sultana, que valerosamente ha¬yas querido compartir la historia de tu vida con el mundo. Al dar este rotundo paso, has ayudado a humanizar a los árabes, un pueblo incomprendido por Occidente. Confío en que al revelar los íntimos detalles de tu vida de mujer árabe, en toda su pena y su gloria, tu historia sirva para despejar los muchos clisés negativos que en todo el mundo se achacan a tu pueblo. Los lectores de tu vida no podrán sino enten¬der que, como en cualquier otro país del mundo, mezcladas con las malas hay cosas buenas. Los occi¬dentales sólo hemos oído lo malo de Arabia. Yo, al igual que tú, Sultana, sé que a pesar de las costumbres primitivas que encadenan a la mujer en tu país, hay muchos árabes que, como tú, merecen nuestro respeto y admiración por su lucha contra siglos de opresión.
Y, ya físicamente más cerca de mí, expreso mi agradecimiento con toda sinceridad a Liza Dawson, mi correctora de William Morrow, que ha quedado prendada de la vida de Sultana a la primera lectura del manuscrito. Sus comentarios y sugerencias han real¬zado esta historia.
Quiero darle las gracias también a Peter Miller, mi agente literario. Su enérgico entusiasmo por este libro nunca decayó, y yo se lo agradezco.
Reservo un agradecimiento muy especial para la doctora Pat L. Creech, que desde el principio me ayudó con sus comentarios y su revisión del manus¬crito. Su inteligencia contribuyó a dar forma a esta obra.
Me habría resultado mucho más difícil escribir la historia de Sultana sin el amor y apoyo de mi familia. Y tengo una especial deuda de gratitud con mis padres, Neatwood y Mary Parles. Su constante amor y apoyo los sentí aun más intensamente duran¬te la redacción de este libro tan personal.
ÍNDICE
Agradecimientos 11
Introducción 19
Infancia 29
Familia 41
Mi hermana Sara 51
Divorcio 63
Alí 73
El viaje , 85
Fin del viaje 99
Amigas 107
Extranjeras 125
Huda 149
Karim 159
La boda 173
Vida de casada 185
Nacimiento 203
Oscuros secretos 215
Muerte de un rey 229
La cámara de la mujer 245
Segunda esposa ...., 259
La fuga 269
La gran esperanza blanca 287
Epílogo 303
Ultimas palabras 305
Apéndice A: El Corán y la mujer 315
Apéndice B: Las leyes de Arabia Saudí 327
Apéndice C: Glosario 333
Apéndice D: Cronología 339
INTRODUCCIÓN
Soy princesa en una tierra todavía gobernada por reyes. Me conocerán sólo por el nombre de Sultana; no puedo revelar mi verdadero nombre por temor a los daños que sobre mí y sobre mi familia pudieran recaer por lo que voy a contarles.
Soy una princesa saudí, miembro de la realeza de la Casa de Al Saud, los actuales monarcas del reino de Arabia Saudí. Como mujer de un país gobernado por hombres, no puedo hablarles directamente, y le he pedido a Jean Sasson, escritora y amiga mía, que escuche la historia de mi vida y luego la cuente.
Nací libre, y sin embargo ahora estoy cargada de cadenas. Fueron invisibles y me rodearon, ocultas y flojas, pasando inadvertidas hasta que la edad de la razón redujo mi vida a un estrecho sendero de temor.
De mis cuatro primeros años no me ha quedado ningún recuerdo. Imagino que reiría y jugaría como hace cualquier criatura a esa edad, gloriosamente inconsciente de que, debido a la ausencia de un órgano masculino, mi valor era insignificante en la tierra donde nací.
Para comprender mi vida hay que conocer a quie¬nes me precedieron; los Al Saud de la actual generación venimos de seis generaciones atrás, de los días de los primeros emires del Nadj, las tierras beduinas que ahora forman parte del reino de Arabia Saudí. Esos primeros
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