Un hombre llegó junto a sus amigos, al litoral donde vivía un amigo suyo llamado Vicente Vallejo y le pareció que algo no andaba bien porque no veía nada. Después de arribar con sus amigos se dio a la tarea de visitar la casa de su amigo y su esposa.
Enviado por Rolando Torres Pacheco • 2 de Noviembre de 2016 • Resumen • 892 Palabras (4 Páginas) • 500 Visitas
Un hombre llegó junto a sus amigos, al litoral donde vivía un amigo suyo llamado Vicente Vallejo y le pareció que algo no andaba bien porque no veía nada. Después de arribar con sus amigos se dio a la tarea de visitar la casa de su amigo y su esposa.
Gritó llamando a Vicente y a Abigail, pero solo escuchó el eco de sus gritos. Al llegar a la casa, vio que todo estaba abandonado, le sorprendió porque Vicente y Abigail vivían muy felices.
El hombre comenzó a caminar en los alrededores de la casa y a lo lejos vio una cruz de madera y se preguntó ¿Quién estará enterrado ahí? Al volver a la casa se quedó viendo el mar y pensando en qué pudo haber pasado, cuando sintió que alguien estaba detrás y efectivamente, era el anacoreta José Jackson.
José Jackson era un solitario, un viejo mulato que vivía en una choza pajiza en un altozano, donde se puede ver el mar.
El hombre le recuerda a José de cuando este estuvo en la guerra de Corea. Y le pregunta si sabe algo de por qué la casa de Vicente está abandonada. José no parece querer contarle la historia de lo sucedido, pero al final, accedió.
José comparó la historia de la guerra de Corea que no tuvo ganador con otra guerra entre dos mujeres que tampoco tuvo ganador.
José le afirma al hombre que él sabe parte de la historia hasta cierto momento. Empieza contando que es una historia de amor, celos, odio y muerte entre dos hermanas.
Este dice que todo estaba bien entre Vicente y Abigail, pero un día llegó una hermana de Abigail (que no conocía, porque se escapó de casa muy joven para escaparse con Vicente) afirmando que su madre había muerto y pidió permiso para vivir con ella un tiempo.
Abigail tenía poco más de 35 años e Irene (la hermana) no solo era más joven, sino más bonita, coqueta y sensual. Irene acompañaba a Vicente a la montaña y otras veces iban juntos al mar y desaparecían.
Entonces, dentro de Abigail se encendió un infierno de celos que mantenía reprimidos con un silencio engendrado por el orgullo.
José dice que un día bajo de su casa hacia la de Vicente para visitarlos y vio que Abigail estaba sola porque Vicente e Irene se fueron al mar. Ella apenas vio a José lo invito a pasar y le confesó que quería desahogarse con alguien sobre lo que siente entre Irene y su marido.
Abigail le confiesa a José que está segura que su hermana y Vicente tienen relaciones amorosas porque estos casi no le hablan. En ese momento le dice que guarde silencio porque acababan de volver. Ella le dice que al día siguiente va a la casa de José a hablar sobre eso. Entonces, este se levanta y dice que se va a ir, pero ella le pide que se quede ahí sentado.
En ese momento entró Irene y saludó a José. Las hermanas comenzaron a hablar en un tono a la defensiva, pero Abigail no resistió mucho tiempo, se levantó y le dijo a su hermana sobre lo que piensa que pasa entre ella y Vicente. Irene le pregunta si todo eso es porque siente celos, Abigail asiente e Irene responde que son solo amigos. Pero comienzan a discutir sobre lo que sucede entre Irene y Vicente. Luego, Abigail le dice a Irene que quiere que se vaya de la casa porque no quiere que destruya todo lo que ha hecho con Vicente.
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