Una Sociedad disfrazada de Cine

UNA SOCIEDAD DISFRAZADA DE CINE.

He de preguntarnos ¿Qué es lo que rige la sociedad moderna? Pues claro está, la pregunta no es nada fácil y mucho más porque hay un sinnúmero de pensadores que nos han planteado una que otra situación para referirnos a nuestro actual mundo y darnos una respuesta clara sobre los factores que lo enmarcan y lo guían. El hombre del hoy es utilizado, formado, presionado, en algunas ocasiones exaltado y de la misma manera también es aniquilado sin darse cuenta del por qué de las cosas. La comunicación se ha vuelto un desastre creando lazos cada vez mas sueltos entre cada uno de nosotros, nos volvemos egoístas, anarquistas, solitarios, desorientados en un orbe que no conocemos. Es todo un siclo que se convierte en un vaivén de información errónea de la cual debemos por obligación creer, dándonos como resultado una ruptura entre el hombre, su lenguaje y naturaleza, algo que Gille Deleuze denomina; Sociedad de control.

Pero cuando pensamos en que somos aislados de lo que de verdad es nuestra esencia y virtud, obligados a seguir unos principios nulos donde las grandes novelas de la historia como La Odisea ya no despiertan en nosotros ni un mínimo sentimiento y nuestras circunstancias no se asemejan a millones de poema, nos damos cuenta que el hombre ha perdido su sentido, y el lenguaje, su función de comunicación. En el libro “Cine Y Sociedad Moderna” de Annie Golman nos hablan sobre la obra de Godard donde nos describe una sociedad orientada por el consumo la cual sus principales características son la publicidad agresiva, las necesidades artificiales y engranaje. Nos plantea un hombre nuevo, embrutecido, creado por un régimen, guiado por los placeres más fáciles y mediocres, incapaz de enriquecerse y privado de su libertad.

Como en toda historia, nada es para siempre, todo cambia y por ende todo acaba de la misma manera. La sociedad que hoy conocemos no será la misma en las generaciones siguientes, y es de constar que lo único que resiste es el arte y aun más si es puesto a prueba por la muerte misma. Ya sea como forma de una lucha de los hombres o una obra de arte como lo decía Deleuze. Todas estas transiciones desde la sociedad antigua a la moderna han sido catalogadas por la estética. Desde el concepto de lo bello y de lo que no lo era hasta considerar a lo grotesco, horrendo y desconcertante, también puede ser bello. El cine a lo largo de sus últimos años de furor ha mostrado un hombre dominado, envuelto en una problemática social, creando así una violenta cara de este séptimo arte, dando como resultado la creación de una nueva estética y lenguaje cinematográfico. Pero, ¿Quién es quién? ¿El cine se convierte en sociedad o la sociedad en cine? Es claro pensar que el hombre tiene una idea poniendo a  esta como referente para hacer cine, sin embargo son los mismos países del mundo que utilizan este medio para difundir un hecho social, no solo tocando el ámbito específico sino general. La propaganda ideológica está implícita en una gran parte en los contenidos audiovisuales que se han producido en el mundo. Actualmente no se puede entender ni la información ni la comunicación del dilema del hombre moderno, sin esas dosis de propaganda inevitable.

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