Unica

VI Capitulo (Final): Se anuncia el cierre de Río Azul para el 30 de abril (Los dirigentes comunales dicen que el cierre se daría conforme a los acordado en el convenio firmado el 22 de diciembre del años pasado). Aumenta mucho la tensión entre los vecinos, por temor a que el gobierno no cumpla su palabra. El gobierno teme que haya disturbios. Los informes sobre la viabilidad de un basurero en Esparza son contradictorios y eso empeora la situación. Momboñombo ve a El Bacán haciéndose una paja. Momboñombo habla con los más de cuatrocientos buzos y organiza una marcha hasta la casa presidencial (lo acompañan, además de su familia, unos cincuenta buzos), no tenía ni mantas ni iban gritando solo registraban alguno que otro basurero, la marcha llega a San Antonio, una patrulla advertio que se fueran, cuando apareció el dinosaurio (un tanque-bomba) lanzan chorros de agua a los buzos y El Bacán se asusta, hasta que se agota el agua (los buzos, que lo han tomado en broma, piden más, los policías explican que ya no hay, les piden que regresen a sus casas y los buzos se marchar pacíficamente). No se logra absolutamente nada. El Bacán enferma por el remojón, Única no quería llevarlo a un hospital por miedo de que se lo llevaran, ella no se despegaba del niño. Muere a mediados de abril, sin que haya sido posible encontrar un solo médico que acepte ir hasta el basurero para atenderlo. Es enterrado en Río Azul, donde desaparece tragado por la basura, Momboñombo quería morir y Única estaba traumada y deja de hablar. Él no leia los diarios y no se entero que se extendió el plazo del relleno de Esparza. Llega un informe de impacto ambiental donde se demostraba que era un error poner el basurero en Esparza. Don Retana llega a dar el pésame, le cuenta a Momboñombo su historia (él también es un anciano que ha dejado de ser útil) y le cuenta cómo era Única cuando recién llegada a Río Azul. Momboñombo decide terminar con los días de basurero, reúne todos su ahorros y se lleva a Única Puntarenas, llevando pocas cosas (incluyendo libros del Bacán). Ahí trabaja reciclando y todos los días roba una rosa para llevársela a Única, que la deshoja frente al mar. Única sigue ausente, en silencio y sin reaccionar, vivian en la calle. Momboñombo mantiene la esperanza de que se recupere algún día.

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