Vestidos envueltos en espirales

Vestidos envueltos en espirales

En el presente trabajo se hablará sobre “Las vestiduras peligrosas” de Silvina Ocampo.

“Las vestiduras peligrosas” es un cuento de Silvina Ocampo narrado en primera persona por Regula, una pantalonera que termina siendo modista gracias a Artemia, quién la contrata para que le haga sus diseños, como ella describe, bastante atrevidos. El relato toma un giro ‘inesperado’ cuando Artemia lee en el diario que en otra parte del mundo –Budapest es el primer lugar mencionado- una chica con su mismo vestido (el que era un diseño original de ella, al igual que todos los que seguirán) fue violada en la noche. Esto sucede repetidas veces y a Artemia le genera angustia, no el hecho en sí, que es lo que unx podría pensar, sino que no fue ella la violentada, fue otra chica y con su diseño, su idea y su mismo vestido.

En el cuento podemos percibir dos tiempos –quizás más incluso- que se dan en simultaneo. Comienza en presente, con Regula (o Piluca) relatando “Lloro como una Magdalena cuando pienso en la Artemia…”. Luego, cambia el tiempo a pasado, para hablar de Artemia “…era la sabiduría en persona cuando charlábamos…”, “…lo que hacía mejor era dibujar vestidos…”

Como se mencionó, la historia transcurre en dos tiempos, a estos dos tiempos se los puede dividir en lo que se llamará el mundo comentado y el mundo narrado, o tiempo de enunciación y de enunciado. El primero consta del tiempo eje del relato, el presente, donde se está narrando. El segundo es en el pasado, donde suceden los hechos que cuenta el narrador/personaje.

Dentro de ese mundo narrado, el enunciado, conviven otros tiempos. Luego de Piluca ser contratada empieza esto. Primero está el tiempo propio del vestido, este se divide en tres: el momento en que Artemia le da el diseño a Piluca, el momento en que Piluca lo confecciona y cuando Artemia lo usa. En el momento en que Artemia sale de su casa con el vestido, se produce un quiebre y una elipsis hasta el día siguiente, donde ella ve el diario y se entera lo sucedido en otra parte del mundo, el hecho que cuenta el periódico es lo que pasó en el tiempo de elipsis que el relato no cuenta.

El primer vestido que le confecciona es un jumper de terciopelo. Acá se puede dilucidar el primer tiempo del vestido: “Piluca, hágame este vestido para mañana. Piluquita, aquí está el género y el modelo” le dice. Ahí comienza el segundo tiempo: ella lo hace, llora gotas de sangre dice, ya que tuvo que hacerlo de un día para el otro. El jumper tenía que ir junto con una blusa de organza para la cual Artemia nunca compró la tela y decide ponérselo igual, con los pechos descubiertos, lo que sería el tercer tiempo. Piluca la acompaña hasta la calle y luego hasta la plaza, se despiden. Momento de elipsis. Al otro día, encuentra a Artemia llorando mientras lee el diario: una chica en Budapest fue violada por una patota y llevaba el mismo jumper que ella.

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