Voces Del Desierto
Enviado por Antonelatamarab • 25 de Febrero de 2013 • 1.779 Palabras (8 Páginas) • 758 Visitas
Más que una “simple” novela
A lo largo de la historia de la literatura, siempre han surgido grandes novelas que han tratado el género femenino desde diferentes perspectivas, ya sea su sumisión, reivindicación o simplemente la narración de la vida cotidiana de una mujer. En la novela Voces del desierto esto se plasma de una excelente manera, porque no solamente se distingue dicho género, sino que además el contexto de la historia acompaña gratamente esta distinción, el lugar donde se sita la historia, los personajes y la narración misma hacen de la novela una obra muy interesante. Uno de los puntos más intrigantes, atrayentes e interesantes de la historia, son las diversas historias (contadas por la protagonista) que suscitan dentro del libro, las cuales adquieren importancia y “peso” propio.
Voces del desierto escrita en 2004, cuya autora es Nélida Piñon, es una novela que hace una relectura de la obra mil y una noches, teniendo un sello original. La escritora brasileña es hija de inmigrantes gallegos, por lo que vivió algunos años en Galicia, su formación por ende, es una combinación entre el Brasil latinoamericano y la España europea. Esta estudio periodismo en la universidad de Río de Janeiro, ampliando sus estudios en la universidad de Columbia Estados Unidos, una vez culminados los estudios, Nélida dedico muchos de sus conocimientos a la tarea docente logrando ser reconocida en este ámbito, no solo en el continente americano sino también en el europeo. Además la novelista es una conocida defensora de los derechos humanos y de los derechos de la mujer, lo que se demuestra tanto en sus obras, como en su accionar. Todo esto le ayudó a conquistar entre otros, los premios Juan Rulfo en el año 1995 y el Príncipe de Asturias en letras en 2005.
Voces del desierto es una novela situada en Bagdad en el siglo X, época donde la ciudad e incluso Irak entran en decadencia, por la disgregación del Imperio islámico en diversos califatos independientes. En este contexto se cuenta la historia de una joven llamada Scherezade, hija menor de un visir del califato, la cual decide entregarse al califa de Bagdad a cambio de que este cese la mortandad de jóvenes que sucedía día tras día. Dichas muertes eran ordenadas por el califa, como consuelo de la infidelidad de su mujer (sultana) con un negro esclavo. Cada noche el monarca se acostaba con una mujer diferente, estas al no lograr borrar el recuerdo de la sultana y al no satisfacerlo, eran asesinadas a la mañana siguiente de manera inevitable, de este modo el califa cría vengarse de su ex esposa y del resto de las mujeres, las cuales el consideraba despreciables, traicioneras, solamente útiles para el acto sexual, denominadas por él como leonas, fieras con vulva.
Scherezade parte al palacio junto a su hermana Dinazarda, quien es su confidente y consejera en sus días en el califato. La princesa tenía un don era una perfecta contadora de historias, había aprendido esto de su niñera Fátima quien le enseño a hacer de la narración una vocación. Todos los días al caer la noche, Scherezade luego de mantener relaciones sexuales con el califa, le cuenta una historia atrapante sin llegar a su desenlace, debido a la incertidumbre generada, él le perdonaba la vida hasta el amanecer siguiente. De este modo, la vida de la narradora depende de la literatura misma, una palabra, un personaje, un lugar en la historia la puede conducir hasta el verdugo y luego hasta su muerte.
Los meses para Scherezade y su hermana van transcurriendo, esta no deja de entretejer, pensar y sentir historias, ya que es conciente de su muerte programada. El califa a través de los relatos logra divisar su juventud, la pasión, la aventura y el coraje que en aquel momento lo invadían, podía lograr olvidarse de la sultana copulando con el negro y liberarse de los estigmas de la infidelidad. Pero mientras que este siente una extraña compasión por la princesa y se introduce cada vez más en su juego narrativo, esta se ve resentida por el mismo, escudando tras las palabras la incapacidad de sentir y manifestar algo por el califa.
Cada instante agota más a la princesa, las fuerzas ya no son las mismas que al comienzo de la justiciera lucha, siente cada momento atravesado por el deseo de la libertad y de la huida. A pesar del envejecimiento y la debilidad el califa seguía adelante, las historias se habían convertido en su combustible, esencia y “existencia”, a través de ellas el podía lograr sentirse vivo, las narraciones de Scherezade en ciertos aspectos, eran tan vitales tanto para él como para la misma contadora.
Un día las hermanas, Jasmine (esclava al servicio de las mismas, cómplice y admiradora de la narradora) y el visir deciden armar un plan para la liberación de Scherezade. Dinazarda tomaría el lugar de su hermana menor, como esposa, amante y mujer del califa, ya que a ella no le disgustaba la idea de estar junto a él, desde un primer momento mostró indicios de desear el lugar de su hermana, como así también un lugar en el califato,
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