Ética Para Amador
Enviado por carolinegonh • 27 de Septiembre de 2012 • 1.018 Palabras (5 Páginas) • 359 Visitas
1. El Diario: una herramienta profesional básica
2. Construir una mirada profesionalizada de nuestro alumnado
3. Construir una mirada profesionalizada de la enseñanza de la materia
4. Conocernos mejor (más profesionalmente) a nosotros mismos
5. La primera etapa del Diario: escribir habitualmente
6. Segunda etapa: describir, analizar y actuar
7. Tercera etapa: la construcción del Modelo Didáctico Personal
8. Lecturas recomendadas y comentadas
9. Otras lecturas de interés
1. El Diario: una herramienta profesional básica
El trabajo docente implica dedicar la mayor parte del tiempo a la intervención en el aula. Durante la acción, tendemos inevitablemente a observar y tomar decisiones con poco grado de conciencia y sin apenas tiempo para el análisis y la reflexión. Debido a esta inmediatez, nuestra mente dispone de un repertorio, más o menos amplio, de guiones y rutinas de acción que se activan ante determinados estímulos del contexto. Estos guiones son un componente esencial del conocimiento cotidiano y conducen nuestra conducta en aquellos contextos frecuentes que requieren respuestas inmediatas y similares. Su no existencia sería paralizante y poco funcional.
Sin embargo, los beneficios de las rutinas cuando las acciones son básicamente instrumentales, es decir que no necesitan ser argumentadas (como por ejemplo abrir una puerta, mantener el equilibrio o comprar una entrada de cine), pueden convertirse en obstáculos en aquellos casos, como la docencia, en que la acción ha de fundamentarse en principios profesionales y éticos . Es decir, cuando se trata de una acción profesional las rutinas y guiones han de ser analizados críticamente, enriquecidos e, incluso, cambiados, en función de aquellos argumentos que mejor garantizan la consecución de los fines declarados.
Esto debe ser así porque estos esquemas mentales no son neutros, aunque debido a su carácter tácito lo puedan parecer. Son construcciones condicionadas culturalmente que hemos aprendido involuntariamente por impregnación ambiental, pero que implícitamente promueven un modelo de enseñanza y aprendizaje determinado y no otros. En ausencia de reflexión consciente, la docencia sin saberlo, reproduce de forma acrítica un modelo de escuela no por las ventajas argumentativas que pudiera tener, sino simplemente porque activamos automáticamente determinados guiones de acción. Esto es una de las causas, aunque no la única, de la enorme resistencia que tiene la cultura escolar a evolucionar como resultado de procesos de innovación.
Pues bien, el Diario de clase es una herramienta profesional básica y sencilla que permite describir, analizar y valorar la acción de manera consciente y explícita y, por tanto, tomar decisiones más fundamentadas. En otras profesiones y actividades humanas la descripción y reflexión escrita es un hábito profesional reconocido. El Diario de campo en la geología, botánica, geografía, antropología, etc ; el cuaderno de laboratorio en la investigación experimental; el cuaderno de notas de una investigación criminalista; el cuaderno de "bitácoras"; etc. son ejemplos de lo que decimos. Intentaremos argumentar , en lo que sigue, de las ventajas de este instrumento y aportaremos ideas sobre cómo llevarlo a la práctica.
Pero, ¿por qué reflexionar por escrito?, ¿no
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