La película El día que Nietzsche lloró

La película El día que Nietzsche lloró es una historia inspiradora sobre la vida de uno de los filósofos más influyentes de todos los tiempos, Friedrich Nietzsche. Cuenta la historia de sus luchas con la enfermedad mental y su eventual colapso que lo llevó a ser institucionalizado. La película sigue su viaje a través de su recuperación y cómo finalmente encontró consuelo en un pequeño pueblo de Suiza. Es una historia poderosa que muestra cómo incluso en nuestros momentos más oscuros, todavía hay esperanza de redención y sanación. El día que Nietzsche lloró es una gran película para cualquier persona que esté luchando contra una enfermedad mental profundamente arraigada o cualquier otro evento que le trastorne la vida. Representa la lucha de vivir con una enfermedad mental y superarla . ¡Tiene un final feliz! El día que Nietzsche lloró es una gran película para cualquiera que esté luchando contra una enfermedad mental profundamente arraigada o cualquier otro evento que altere su vida. Representa la lucha de vivir con una enfermedad mental y superarla. 

La interpretación de los sueños se define como la atribución inconsciente de un verdadero significado a los sueños; Freud mencionó que los sueños no son solo sueños sino expresiones de problemas inconscientes. Esto se nos muestra en la película Brewer tuvo un sueño donde estaba leyendo un libro en el parque y la paciente de la que estaba enamorado de repente vino y le arrebató su libro y él la perseguía, Brewer de repente se zambulló en un vacío en al fondo, con el ataúd esperándolo en la cámara de piedra, este sería un claro ejemplo de la explicación que nos refirió Freud.

Cuando la exnovia de Nietzsche acudió a Brewer para ayudar a su marido en honor de Brewer, él accedió de algún modo, pero cuando Brewer empezó a intentarlo, Brewer ya había caído en la mencionada contratransferencia. Nietzsche comienza una serie de extraños sueños, antes de que Nietzsche se convierta en un paciente que no tiene, y luego Breuer se mete en un conflicto por el cual le propone a Nietzsche que intercambien roles para que Nietzsche se encargue de la Situación del contramovimiento de Breuer, un claro ejemplo de un ensayo teórico que permite la formulación de una teoría general sistemática, con un conjunto bien definido de conceptos.

Con estos conceptos en su lugar, es posible manipular metódicamente objetos de conocimiento claramente individualizados, como síntomas, sueños y lapsos, que generan conocimiento sobre su significado: las condiciones conflictivas de su cumplimiento de deseo.

Otro contenido psíquico asociado al psicoanálisis de Freud es la represión, que se manifiesta en los personajes principales, como en diversas situaciones, como el intento de Breuer de poner todos los pensamientos, imágenes y La memoria permanece en el inconsciente, es decir, Bertha. aparecen en sus sueños, porque si no se reprime, la realización de la pulsión significa la infelicidad de otras necesidades como el matrimonio, los hijos, etc. Mientras que Nietzsche evita traer a la conciencia todo lo relacionado con los deseos de Rusalome, porque si acepta que ella no lo ama, crea una infelicidad, una conciencia del miedo y el dolor que causa la soledad. En ambos casos, el contenido objetual en realidad hace que sus problemas sean olvidados e intencionalmente retenidos, rechazados y reprimidos fuera de sus pensamientos conscientes, todas las cuales son actividades típicas de la represión, como Laplanche como lo señala Pontalis (1977). Sin embargo, todos estos contenidos que son reprimidos por estos dos personajes se expresan a través de los sueños, ya que ocurren en el estado inconsciente, permitiendo así la expresión de contenidos que no pueden ser traídos o representados en la conciencia. En la película, el Dr. Brewer tiene sueños recurrentes relacionados con su afinidad por Bertha, y en estos casos expresa no solo su deseo por ella sino también el miedo que le genera esa atracción. En el caso de Nietzsche, tendía a experimentar lo que Freud llamó "sueños diurnos" (Laplanche y Pontalis, 1977), que se caracterizan por estar en estado de vigilia y, al igual que los sueños nocturnos, constituyen la realización de deseos, como cuando se ve a sí mismo deviniendo.

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