5 Razones Por Las Que "Django Unchained" Es Lo Peor De Tarantino.

5 Razones por las que “Django Unchained”

es lo peor de Tarantino.

1. El guión.

Quentin Tarantino jamás había llevado a la pantalla grande una historia tan simple y lineal como ésta, en la que un despiadado y egoísta cazarecompensas parece haber experimentado una “intervención divina” al estilo Jules Winnfield y decide ayudar, sin motivo de peso alguno, a un esclavo (nada carismático) llamado Django a encontrar a su esposa. Independientemente de lo simple del guión, la forma lineal de contarlo llega a hacer el relato tedioso y excesivamente obvio: no hay capítulos, no hay entrecruces, no hay giros inesperados, y lo peor, hay muy poco diálogo “tarantinesco”, elementos que, a estas alturas, son esenciales en toda obra del director.

2. La banda sonora.

La música siempre ha sido una parte fundamental en las obras del cineasta americano, quien es (o había sido) muy atinado a la hora de hacer la selección de ésta para crear momentos inmortales, como el baile en el “Jack Rabbit Slim´s”, el corte de oreja al ritmo de “Stuck in the middle with you” o los cinco pasos de Bill al compás de la música de Ennio Morricone, a quien hemos escuchado un sinnúmero de veces a lo largo de su filmografía. Por tal motivo, era de esperarse que al tratarse de un Western, la convergencia de estos dos genios alcanzaría una sinergia como nunca antes, para crear escenas inolvidables: algún duelo mano a mano resuelto de una forma peculiar o una sangrienta persecución a caballo, ambos acompañados de una pieza clásica del cine de vaqueros; sin embargo, el autor se inclinó por darle prioridad al rap y al hip-hop, lo cual lejos de atraer al público, lo distrae, rompiendo la atmósfera y la emoción que se pudo llegar a transmitir.

3. El protagonista.

Si hay algo que sabe hacer Quentin, es lograr que te identifiques con sus personajes, sean los héroes o los villanos, las víctimas o victimarios, sean protagónicos o de reparto, y en Django falla por primera vez en este aspecto con Jamie Foxx. El actor es incapaz de lograr la empatía e identificación de la audiencia con su misión, la cual, dicho sea de paso, parece entusiasmar más al dentista/cazarecompensas alemán que no conoce a la mujer por rescatar, en lugar de a su esposo. Este fenómeno puede deberse a que junto al personaje principal pones a un monumental Christoph Waltz, cuya nominación al Oscar debería ser por el rol protagónico, no sólo por el tiempo que aparece en pantalla, sino porque es la pieza angular del filme, y junto con el siempre preciso Leonardo Dicaprio, lo mantienen a flote.

4. Las escenas auto plagiadas.

En “Django Unchained” podemos percatarnos que el director de “Bastardos sin gloria” se ha quedado sin ideas para plantear las situaciones cruciales en sus obras; esto se puede vislumbrar claramente en la escena en el comedor donde Dicaprio

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