Algunos ingenieros son competentes en el diseño técnico; algunos abogados son buenos en el ejercicio dela abogacía, son competentes en el dominio de la técnica de negociación, medidas y relación con los clientes que van más allá de lo convencional

Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Hidalgo

Tema: El problema al revés

Mtro. José Eduardo Cruz Beltrán

Alumno: Luis Antonio de la Cruz Roldán

1er. Semestre

25 de febrero de 2017

El problema al revés

Algunos ingenieros son competentes en el diseño técnico; algunos abogados son buenos en el ejercicio dela abogacía, son competentes en el dominio de la técnica de negociación, medidas y relación con los clientes que van más allá de lo convencional del conocimiento legal.

Pocos críticos negarían que existen ejecutivos que son mejores que otros y políticos bien dotados para armonizar puntos de vista e intereses de conflicto. La dificultad no reside en que los críticos sepan reconocer la superioridad de algunas actuaciones superiores unas con otras, sino en que no pueden admitir aquello que se escapa con de lo que ellos admiten como un modelo dominante del conocimiento profesional.  Así no destaca uno que tiene mayor conocimiento profesional con el otro sino que tiene mayor “sabiduría, talento, intuición, o arte”.

La cuestión de la relación entre la competencia de la práctica  y el conocimiento profesional precisa ser planteada al revés. No hay que empezar a preguntarse ¿Cómo hacer un mejor uso del conocimiento científico?  Sino ¿Qué podemos aprender  partir de un examen de arte? Es decir: de la competencia por el cual los prácticos son capaces de manejar “las zonas indeterminadas de la práctica”  esta es la perspectiva que comienza:

• Inherente a la práctica de profesionales que reconocemos especialmente competentes, existe fundamentación artística  
• El arte es una forma de ejercicio de inteligencia, de diferentes aspectos cruciales de nuestro modelo estándar de conocimiento profesional, es riguroso y podemos aprender mucho sobre el -dentro de ciertos límites se considera una cuestión abierta estudiando su nivel de ejecución de los prácticos especiales.
• En el terreno de la práctica profesional la ciencia aplicada y las técnicas basadas en investigación ocupan un territorio importante limitado, pero colindante en sus lados de arte, existe un arte de medición del problema, un arte de práctica y una de improvisación. Ambo son necesarios para el uso en la práctica en la ciencia aplicada y en la técnica.

No solamente en esto necesita darse la vuelta, también en la cuestión de la preparación profesional, cuando en las primeras décadas el profesionalismo empezó a apropiarse del prestigio de las universidades instalando la formación de su marco universitario “la profesionalización” significo la sustitución del arte por el conocimiento sistemático, preferentemente científico. El arte se ve como un componente esencial, las escuelas ¿deberían hacer algo con ello?  Los debates que suelen rodear estos cuestionamientos han adoptado diferentes formas. La preparación en escuelas de derecho se plantean que los alumnos “piensen como un abogado” estos centros fueron pioneros de métodos de casos de Christopher Langdell para ayudar a sus alumnos a argumentar legalmente, clarificar asuntos legales y como elegir de entre los procedimientos jurídicos el as pertinente.

No obstante algunos profesores de las más prestigiosas facultades de derecho han visto la necesidad de desarrollar competencias que vayan más allá de pensar como abogados, ejemplo: capacidad para tareas procesales, relaciones con el cliente, negociación, defensa y la ética profesional. En medicina se han formado diferentes programas, con el fin de preparar a los estudiantes con la exigencia biotécnicas de la práctica clínica y dela practica de las cuestiones de la familia del enfermo, críticos dentro y fuera de las facultades de las ciencias empresariales.

En algunos campos, el arte profesional se ha desarrollado en el contexto de la formación continua. En los últimos treinta años la preocupación pública por las escuelas se ha ido a la deriva cristalizando la calidad de la enseñanza y la formación del profesorado.

Los profesores que llevan el mal hecho de convertirse en los culpables directos de los fallos de la educación pública, no obstante defienden sus propias versiones del desarrollo profesional y la renovación. En los últimos años critico de dentro y fuera.

Nathan Glazer establece que; el curriculum básico de la formación de profesionales es difuso, inestable e inseguro, con suceden en “las profesiones menores” el problema de la preparación artística tiende a adoptar una forma diferente. Ejemplo; trabajo social, urbanismo, sacerdocio y administración educativa.

Existen tradiciones atípicas en las escuelas de formación, escuelas de medicina y concebidas en parte a su imagen y semejanza es frecuente encontrarse un curriculum dual.

Cuando los doctores están bajo la tutela de veteranos con pacientes reales, aprenden algo más que la simple aplicación de la ciencia médica que se enseña en clase. Hay un reconocimiento implícito de los modelos de diagnóstico basados en investigación que no se pueden poner en práctica hasta que los estudiantes adquieren un arte que no sale en los modelos, desde ese punto de vista el practicum tiene que ver con la adquisición de un arte cuasi autónomo de la práctica clínica como un aprendizaje de la aplicación de la teoría certifica.

Existen otras tradiciones atípicas para la práctica hay un aprendizaje iniciático para el campo de la industria, entrenamiento guiado para educación física, lo más destacado, conservatorio de música, danza y artes plásticas y de la imagen. Este arte tiene un fuerte parecido con el de los abogados, médicos, ejecutivos y profesores. Extraordinarios profesionales. No es casual que se refieran a un “arte”, de la enseñanza, o profesión y se autodenominen “artista” para referirse a aquellos profesionales de la práctica.

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