Análisis Escena Goodfellas

Análisis

La escena es parte del gran flashback que cuenta la adolescencia de Henry Hill y de su inclusión a este bando de gangsters. En ella presenciamos una especie de mini climax en el que agarraran a Henry vendiendo cigarros (en la escena anterior), por lo que no sabemos si ese será el fin de sus cortos inicios en la mafia o, como termina siendo, la inclusión y bienvenida por parte del bando. Comienza con un primer plano del muchacho que nos introduce en la situación aunque no como acostumbra el cine clásico, es decir no presenta ni espacio ni posiciones ni personajes, sólo a un Henry sentado que, por el diálogo en off, deducimos que se encuentra en la corte. Automáticamente y sin una transición gradual, pasa a un amplio plano entero en el que ahí sí nos posiciona y muestra el entorno del personaje. La composición del cuadro que muestra a Henry en el centro acentúa su protagonismo en la escena y hace que todas las miradas se dirijan a él.

Otra vez y sin un plano clásico de transición en el medio, el plano entero se convierte en un primer plano del joven, que trata de meternos en su psicología y entender lo que siente el muchacho en esa situación que vive por primera vez. La inexperiencia e incertidumbre queda a un lado cuando la cámara pasa a un primer plano del abogado que con un simple gesto cómplice hace entender a nosotros y al juez, que la situación está cocinada; por lo que vemos una vez más el poder de esta banda de gangsters y su capacidad para salir de cualquier complicación, presente a lo largo de toda la película.

La escena sucede muy ágilmente; no carece de importancia al ser “la inclusión definitiva” de Henry a esta pandilla de Brooklyn pero el plazo temporal en el que transcurre la escena esta minimizado totalmente. Así como lo hace el cine de arte y ensayo, de esta manera se crean <hipótesis menos rigurosas sobre las acciones futuras>, citando a Bordwell.

El diálogo de Jimmy con Henry plasmado en una corta serie de planos y contraplanos connota que el joven protagonista no sabe con certeza dónde está parado; característica del personaje de cine de ruptura, sus objetivos no son del todo claros ni conocerá con exactitud, hasta ese momento, cómo se manejan Jimmy y su banda en esas situaciones; por lo que esta escena es un quiebre que, como se dijo, representa la bienvenida de Hill al conjunto mafioso; y se verá, por sobre todo, en las muchas felicitaciones que recibe al salir del juzgado por parte de los que son, a partir de ahora, sus compañeros. Ese acontecimiento está sumamente acentuado por uno de los recursos más utilizados por Scorsese a lo largo de la película; el último plano de la escena se congela por unos seis segundos, en los que acentúa momentos imborrables y claves en la historia del film como lo es éste. Sucede varias veces en Goodfellas y el cine de arte y ensayo lo denomina manipulación del tiempo; así como lo son el flashback y el flashforward, impensado en el cine narrativo clásico, que se presenta ni bien comienza la película con un Henry ya adulto. Todas estas manipulaciones pueden estar justificadas por la psicología, dice Bordwell. El argumento, como lo es en esta película, está sujeto a investigar en el interior del personaje, y se convierte en el tema principal de la trama; sus problemas, cómo vive la vida un gangster y por sobre todo cómo lo vive la familia que está subordinada a la profesión de Henry. Toda la narración de arte y ensayo de esta película está plasmada con una subjetividad característica de estos tipos de films, con variados recursos que, quizás el más subjetivo de ellos es la primera persona en la que está narrada toda la película, y que la hace sumamente personal desde el punto de vista de Henry Hill. Como también lo hace Karen, la esposa de Hill en un momento del film, puesto que no hay mirada más subjetiva que la de ella para plasmar cómo vive la familia de un hombre que pertenece a un grupo de mafiosos.

La subjetividad del relato también se pone de manifiesto con movimientos de cámara o ángulos específicos como sucede en la escena en que Karen, encima de Henry, le quiere disparar ambos acostados en la cama. Estos tipos de subjetividades, según el cine de arte y ensayo, tratan de reflejar la verosimilitud del relato y el realismo de la casualidad (a diferencia de la causalidad del Modelo de Representación Institucional) pero, a su vez, movimientos de cámara independientes de la acción, así como ciertos ángulos denotan la presencia de <una narración autoconsciente>. Ejemplo claro de esto es una de las tomas finales en la que Henry dirige su mirada directamente a cámara, recurso inadmisible en el cine clásico que proponía una “cámara invisible”. Este realismo vs. omnisciencia es lo que caracteriza a la película en una ambigüedad constante.

La historia se define como la acción de narrar la relación existente entre enunciado y la enunciación. Va a referirse a un acto real o ficticio pero sumado a su entorno, contexto o situación en la que sucede. <Pone en juego funcionamiento (actos) y el marco en que tienen lugar (la situación)>. Esto ocurre en una instancia narrativa en la que es el momento de elección para conducir al relato y a la historia de una manera o de otra. En Goodfellas, lo que se cuenta en la historia es el deseo de Henry y la integración de su personaje a una banda de gangsters; su vida como tal, y su relación con los miembros de su grupo, la vida de su familia como parte de esta mafia y su relación con él mismo.

El relato o texto narrativo comprende todo lo que significa acontecimientos encargados de contar una historia. En el cine son tanto las imágenes como las palabras, sonidos, música y menciones escritas. Es relatar un acontecimiento, una acción real o ficticia. Contar una historia se puede también llamar un enunciado, por lo que implica que haya un enunciador o emisor y, en el caso del cine, un espectador. Este texto narrativo va a tener un discurso que siempre es cerrado, independientemente de si la historia tiene un final abierto o no, el relato posee un principio y un final; <está materialmente limitado>.

El relato debe cumplir con ciertas exigencias que hacen a su organización, ya sea que se respete una gramática para no confundir al receptor con el orden entre relato e historia, que no es el mismo; requiere además una coherencia interna subordinada por ejemplo a la época del film o al género en que este catalogado. Y, también, un ritmo específico en función de orientar al espectador en cuanto al ordenamiento de las partes de la película, como a la composición interior de la escena misma.

El relato en esta película, al ser el acto de contarla, está relacionado con todos los elementos y decisiones que se tomaron al relatarla, es decir la

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