Análisis del documental estadounidense The Cove, sobre la matanza anual de delfines en el Parque Nacional de Taiji, Wakayama
Enviado por joss.urbina • 9 de Abril de 2013 • Informe • 3.246 Palabras (13 Páginas) • 649 Visitas
The Cove es un documental estadounidense de 2009, que describe la matanza anual de delfines en un Parque Nacional de Taiji, Wakayama, en Japón, desde el punto de vista de activistas anti-caza de delfines.1 2 La película resalta que la cantidad de delfines matados en la cacería de delfines en Taiji, es varias veces mayor que el número de ballenas cazadas en la Antártida y reporta que 23.000 delfines y marsopas son matados en Japón cada año en la industria ballenera nacional. Los delfines migratorios son arreados hacia una ensenada escondida, donde son atrapados con redes y asesinados por medio de lanzas y cuchillos junto a pequeños barcos pesqueros.
De acuerdo al Ministro de Agricultura, Forestal y Pesca de Japón el progreso más reciente reporta 1.569 cetáceos en Taiji fueron matados durante la temporada de 2007, incluyendo otro métodos aparte de la cacería. El Ministro afirma que sólo 1.239 cetáceos fueron matados por la cacería y que un total de 13.080 cetáceos fueron matados en todo Japón en 2007.3
El filme fue dirigido por el ex fotógrafo de National Geographic, Louie Psihoyos.4 Porciones de la película fueron filmadas en secreto durante 2007, utilizando micrófonos submarinos y cámaras de alta definición disfrazadas de rocas.1 5
El documental ganó el Premio de la Audiencia de los Estados Unidos del 25º Festival de Cine de Sundance en enero de 2009. Fue seleccionado de entre 879 envíos para la categoría.1 6 El 7 de marzo de 2010, The Cove ganó el Premio de la Academia por Mejor Documental.7
La película reseña el viaje del ex entrenador de delfines Ric O'Barry para documentar las operaciones de cacería de delfines en Taiji, Wakayama, Japón. En los 1960s, O'Barry ayudó a capturar y entrenar 5 delfines silvestres, que compartieron el papel de Flipper en la exitosa serie de televisión del mismo nombre. El show, un fenómeno de la cultura pop, generó una amplia adoración pública por los delfines, influyendo en el desarrollo de parques marinos que incluían delfines en sus atracciones. Luego que uno de los delfines, en opinión de O'Barry, cometiera una especie de suicidio en sus brazos al cerrar voluntariamente su orificio respiratorio para sofocarse, O'Barry comenzó a ver el cautiverio de delfines como una maldición, no una bendición. Días después, fue arrestado a las afueras de la isla Bimini, intentando hacer un hoyo en un redil marino para liberar a un delfín capturado.8 Desde entonces, de acuerdo al filme, O'Barry se ha dedicado tiempo completo a abogar por los delfines en todo el mundo.
Luego de reunirse con O'Barry, Psihoyos y su equipo viajaron al pequeño pueblo de Taiji, un poblado que parece ser devoto a la maravilla de los delfines y ballenas que nadan junto a las costas del lugar. Sin embargo, en una ensenada cercana y aislada, rodeada de alambrados y avisos de "No Pase", toma lugar una actividad que la gente del lugar intenta esconder del público. En la ensenada, un grupo de pescadores de Taiji se embarcan en una cacería de delfines.
El filme establece que la cacería de delfines es, en gran parte, motivada por los enormes ingresos generados al pueblo por la venta de algunos delfines capturados a acuarios y parques marinos. Los delfines que no son vendidos al cautiverio son masacrados en la ensenada por los pescadores y la carne es vendida a los supermercados. De acuerdo a evidencias anecdóticas presentadas en la película, la mayoría de los japoneses no están al tanto de la cacería o del mercadeo de carne de delfín. La película afirma que la carne de delfín peligrosamente contiene altos niveles de mercurio y señala a los políticos locales que han legislado, por esa razón, por la eliminación de la carne de delfín de los menús escolares locales.
Intentos de ver o filmar la matanza selectiva de delfines en la ensenada son físicamente bloqueados por voluntarios locales, quienes tratan a los visitantes con abierta intimidación, escarnio e ira. Los extranjeros que vienen a Taiji, incluyendo el equipo de filmación de The Cove, son abordados e interrogados por la policía local. En respuesta, junto con la Sociedad de Preservación de los Océanos, Psihoyos, O'Barry y el equipo, utilizaron tecnología y tácticas especiales para filmar de manera encubierta lo que se lleva a cabo en la ensenada.9
El filme también reporta sobre la supuesta "compra" de votos de Japón en la Comisión Ballenera Internacional (CBI). La película señala que mientras Dominica se ha retirado de la CBI, Japón ha reclutado a las siguientes naciones en su agenda ballenera: Camboya, Ecuador, Eritrea, Guinea-Bissau, Kiribati, Laos y la República de las Islas Marshall. Al final de filme, O'Barry marcha hacia una reunión de la Comisión llevando un televisor donde muestra imágenes de la masacre de delfines en Taiji. O'Barry camina alrededor de la repleta sala de reuniones, mostrando las imágenes hasta que es expulsado.
Entre los retos enfrentados por el equipo de producción estuvieron la estricta seguridad e inaccesibilidad de la ensenada. Para enfrentar algunos de estos problemas KernerFX, anteriormente parte de Industrial Light & Magic, contribuyó con cámaras especiales de alta definición camufladas, que fueron diseñadas para parecer rocas. Estas cámaras escondidas ayudaron a captar imágenes para el filme y estaban tan bien camufladas que, según el Director Louie Psihoyos, al equipo se le hizo muy difícil encontrarlas de nuevo.10
Scott Baker (biólogo marino)11
Joe Chisholm
Mandy-Rae Cruickshank
Charles Hambleton
Simon Hutchins
Kirk Krack
Isabel Lucas
Ric O'Barry
Roger Payne
John Potter
Louie Psihoyos
Hayden Panettiere
Dave Rastovich
Paul Watson
La película recibió reseñas muy positivas de la crítica, aunque comercialmente fracasó. Roger Ebert le concedió cuatro estrellas (de cuatro), denominando al filme "una segura nominación al Oscar".12 Jeannette Catsoulis de The New York Times lo llamo "un documental excepcionalmente logrado que se desenlaza como un buen suspenso de espías" llegando a describirlo como "una de las operaciones más audaces y arriesgadas en la historia del movimiento conservacionista".13 Otros críticos también alabaron el ángulo de espionaje en el filme, incluyendo a Mary Pols de Time Magazine, quien dijo que The Cove "deja a las peripecias de Hollywood como Misión Imposible en vergüenza", y Peter Rainer de The Christian Science Monitor, quien la llamó "una entusiasta pieza de filmación en el mundo real".14
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