ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Composición De Un Cuadro (cine)

juampei17 de Febrero de 2014

3.115 Palabras (13 Páginas)476 Visitas

Página 1 de 13

COMPOSICIÓN DEL CUADRO.

El Rectángulo Académico.

Los primeros cineastas y antes que ellos, los primeros fotógrafos, eligieron sin discusión alguna, un rectángulo en el cual plasmar sus imágenes similar al utilizado por los pintores, y cuyos orígenes se remontan a la Sección Áurea y al Tratado De La Divina Proporción.

Dicho rectángulo recibe el nombre de Rectángulo Académico y es en definitiva, todo rectángulo cuyas proporciones entre el lado mayor y el lado menor, fluctúan entre 4 x 3 a 4 x 5,5. Las pantallas de cine, los papeles fotográficos, las telas de pintura, las carteleras de vía pública, etc.; son todos rectángulos académicos.

Se eligió un rectángulo porque es la forma geométrica bidimensional que mejor se adapta a una visión binocular y frontal como la nuestra, y en dichas proporciones, porque son las que mejor representan nuestro Campo Visual Central. (Ver: Teoría de la visión.)

Esquema aproximado de la proporción de los distintos formatos de pantalla.

Es sobre este tipo de rectángulo en el que se despliegan las imágenes cinematográficas, que como habíamos dicho, podemos relacionarlas con el arte pictórico y fotográfico.

Los realizadores cinematográficos estudian composición pictórica y fotográfica, porque como todo artista plástico, necesitan componer (ordenar) cada uno de los componentes de la imagen que intervienen en la obra.

Dicho estudio no tiene el grado de compromiso que le dedica el pintor o el fotógrafo, por la sencilla razón que el compromiso composicional es mucho menor en el caso del realizador cinematográfico. ¿El motivo? El tiempo de exposición de una toma ante la mirada atenta del espectador es mucho menor en cine, que el tiempo que se le puede dedicar a una obra pictórica o fotográfica.

Consideren la siguiente imagen y luego traten de contestar las siguientes preguntas:

¿Encuentran dentro de la imagen algún elemento que acapare la atención inmediata?

¿Se encuentra dicho elemento en el centro del cuadro?

¿Existen elementos secundarios en la composición?

¿Encuentran equilibrada la obra?

¿Pueden determinar un recorrido de mirada?

Principios Estéticos De La Composición.

Si el cine es una manifestación artística, es obvio entonces que su sentido es comunicar, transmitir un mensaje, un sentimiento, una emoción, una idea; establecer en definitiva una relación entre el emisor del mensaje y el receptor del mismo a través de un medio.

Emisor > Medio > Receptor.

En su Tratado Sobre La Divina Proporción: Lucca Pacciolli y Leonardo da Vinci, desarrollan y demuestran el concepto de proporción y lo que llamaron Sección Áurea, aplicables a toda manifestación artística.

El asunto surge así. Ambos se dedican a observar y estudiar todo el arte existente en su época, independientemente de su origen geográfico, étnico, y/o temporal. Además estudian diversos elementos de la naturaleza centrando su atención en la figura humana. Ambos arriban a la misma pregunta ¿Cómo es posible que la mayoría de las composiciones artísticas y elementos naturales irradien armonía y belleza, sin ser simétricos?

Al no ser simétrico el elemento sufre un cierto desequilibrio, que de mantenerse dentro de ciertos límites, permite mantener una composición proporcionada y bella.

En este punto es importante observar que para su época la pregunta no era inocente. La Europa medieval era un mundo en el cual el dogma religioso había establecido el geo-centrismo y por lo tanto la simetría como manifestación perfecta de la creación divina. Sin embargo los seres humanos escriben, pintan, cantan, y se emocionan ante la armonía de una rosa, la solidez de una montaña, la belleza de una mujer, la inmensidad del mar, etc.

El arte puede ser imperfecto, después de todo es una manifestación humana. Pero la naturaleza es la creación misma, una manifestación divina, y sin embargo, no hay en ella nada que fuese simétrico. ¿Estamos entonces ante una contradicción? ¿Dónde está el error? ¿En el dogma o en la creación? Por supuesto que en el dogma. (Atreverse a hacer este tipo de preguntas dio paso al Renacimiento)

Al llegar a este punto se concentraron en la pregunta siguiente. ¿Si la simetría no implica divinidad y perfección (en realidad la simetría es bastante aburrida), hasta dónde se puede generar un desequilibrio en la composición sin caer en una desproporción? En definitiva, ¿Cómo irradiar armonía y belleza sin generar una aberración?

Resolvieron el asunto mediante una abstracción. Dijeron que cualquier elemento es posible representarlo por una recta AB, cualquiera sea su magnitud.

Sobre dicha recta "sabemos" que existe un punto T que divide a dicha recta en dos semirectas iguales, es decir simétricas: AT=TB. Pero también "intuimos" que debe haber un punto C, que no se encuentra en el centro de AB, pero que divide a la recta en dos segmentos AC/CB de tal manera que cumplen con la siguiente proposición.

"El segmento menor es al mayor, lo que el mayor es al todo"

Lo que acababan de hacer era el enunciado de un teorema destinado a demostrar la existencia de un punto de equilibrio (proporción) entre varios elementos de un mismo conjunto, y por lo tanto de una composición. Se lo llamó Teorema De La Sección Áurea, cuyo enunciado es el que sigue:

"Un todo dividido en dos partes de tal manera que la parte menor es a la mayor, lo que la mayor es al todo."

Es decir: que para toda AB, existe C de tal manera que: CB/AC = AC/AB

Para toda AB. CB / AC = 0,61803333... = AC / AB

Como pueden ver 0,61803333... Es un número irracional, que por razones prácticas traducimos a un número racional 0,625.

Este número recibe el nombre de Número Áureo o Número Phi y representa el límite hasta el cual se puede generar un desequilibrio sin generar una desproporción.

Este concepto en realidad ya había sido establecido por Pitágoras con su rectángulo de oro. Un rectángulo cuyas proporciones entre los lados permitían que al volverlo un cuadrado, se formara otro rectángulo en su interior, exactamente proporcional al rectángulo original, y así sucesivamente.

Uniendo sus vértices se obtenía la mítica espiral de oro, en la que Pitágoras veía una representación gráfica de la organización de la vida y el cosmos. Luego el Oscurantismo lo relegó al olvido.

Si aplicamos dicho teorema a cada uno de los lados de un rectángulo académico, obtendremos cuatro puntos C que proyectados sobre el lado opuesto, dibujarán en su centro un rectángulo proporcional al rectángulo exterior, y limitado por cuatro vértices que llamamos Puntos Fuertes.

Queda así conformada la Sección Áurea del recuadro académico y lo que indica es hasta dónde se puede descentrar el elemento principal de la composición sin generar un desequilibrio imposible de compensar. Por razones prácticas y para no complicarnos con decimales, se divide la pantalla en tercios lo cual da una Sección Áurea aproximada.

Nota:

Pocos años después de la enunciación de este teorema, Johanes Keppler, padre de la astronomía moderna, descubre las tres leyes de la Mecánica Celeste cuyo primer enunciado dice así: "Todo cuerpo celeste gira en una elipse en torno a un sol en uno de sus focos". Con lo cual demuele la Teoría Geocentrista.

En años recientes se pudo comprobar en experiencia de laboratorio, que en condiciones ideales de desarrollo, las plantas crecen en una constante proporcional de 0,61803333...

Cuatro números a,b,c,d, están en proporción cuando a/b=c/d. a y d se denominan extremos de la proporción, y b y c, medios. De acuerdo con la definición, se satisface que el producto de medios es igual al producto de extremos. Esta propiedad fundamenta la regla de tres, la cual permite calcular uno de los términos de una proporción si se conocen los otros tres. Así, si se conocen ab y c, el número x que satisface a/b=c/x será dado por x=(b.c)/a y se denomina cuarta proporcional de a,b,c.

Las Proporciones Del Hombre.

Este dibujo, titulado Las Proporciones del Hombre, procede de un cuaderno de apuntes de Leonardo da Vinci. Está basado en las teorías del arquitecto romano Marco Vitrubio sobre la aplicación de la sección áurea al ser humano.

La proporción entre la distancia desde la cabeza hasta el ombligo y desde éste hasta los pies, debe ser la misma que la proporción entre la distancia desde el ombligo hasta los pies y desde la cabeza hasta los pies.

El hecho de que este sistema de relaciones armónicas, también conocido como la proporción divina, pudiera trasladarse a la figura humana, tuvo una gran importancia durante el renacimiento.

Volvamos a Lucca Pacciolli y Leonardo da Vinci. Mientras se encontraban estudiando todo el arte posible, se dieron cuenta que todos ellos, más allá de su origen y temporalidad, cumplían con tres principios básicos.

Los llamaron Principios Estéticos De La Composición y son:

UNIDAD. Todos los elementos constitutivos de una composición tienen un

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (19 Kb)
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com